Cambio climático está dejando más verde al continente blanco

Los registros de temperatura de las estaciones en la Antártica muestran que esta variable está subiendo en la región, con consecuencias ambientales importantes, especialmente a nivel biológico. Les contamos más a aquí.

Pinguinos sobre hielo en la Antártica
La temperatura en la Antártica ha subido con consecuencias ambientales, principalmente vinculadas a la biología local.

Los investigadores, que recolectan y analizan datos de las estaciones localizadas en la Antártica, describen los nuevos registros como "increíbles y anormales". Carlos Schaefer, vinculado al Centro Terrantar, un proyecto que es parte del gobierno brasilero y que monitorea el impacto del cambio climático en la superficie congelada y en la biología de 23 locales de la Antártica junto a instituciones en el Reino Unido y Australia, afirmó: "Estamos viendo la tendencia del calentamiento en muchos de los locales que estamos observando, pero nunca vimos nada parecido con esto".

Nieve poniéndose verde

En los últimos años, varios investigadores han estudiado el aparecimiento de pequeñas algas verdes en la nieve. De acuerdo con el estudio publicado en la revista Nature Communications, en algunas áreas de la Antártica, estas formas de vida unicelular son tan numerosas que dan a la blanca nieve una tonalidad verde brillante, que incluso puede ser vista desde el espacio. Los investigadores han analizado la extensión de estas algas microscópicas en la península Antártica, mientras florecen en la superficie de la nieve derretida. Estas algas tienen el potencial de transformarse en una fuente nutritiva para otras especies.

En el contexto del calentamiento global, el equipo británico responsable cree que estas flores expandirán su alcance en el futuro, pues se están generando las condiciones necesarias para que prosperen. Biólogos de la Universidad de Cambridge y del British Antarctic Survey tomaron 6 años para detectar y medir las algas verdes de la nieve usando una combinación de datos de satélites y observaciones en suelo.

El resultado de este estudio corresponde al primer mapa de algas en gran escala, que será utilizado como línea base para evaluar la velocidad con que el continente blanco se está volviendo verde producto de la crisis climática y, potencialmente, ofreciendo sustento a otras especies.

Nuevo ecosistema

Fue descubierto que las algas forman lazos estrechos con pequeñas esporas y bacterias de hongos. "Es una comunidad. Esto puede formar, potencialmente, nuevos hábitats. En algún lugar, sería el comienzo de un nuevo ecosistema”, dice Matt Davey, de la Universidad de Cambridge, uno de los investigadores que encabezó el estudio.

Hielo verde flotando en el océano antártico
En la Antártica pueden estar formándose nuevos ecosistemas asociado al aparecimiento de algas.

Él identificó 1.679 flores independientes de algas verdes de la nieve, que juntas cubren un área de 1,9 km2, lo que equivale a un sumidero de carbono de cerca de 479 toneladas por año -monto equiparable a las emisiones de casi 875.000 viajes de auto en el Reino Unido. A pesar de este número parecer grande, termina siendo pequeño a nivel global para impactar la cantidad total de carbono en el planeta.

Casi dos tercios de las flores de estas algas verdes fueron encontradas en pequeñas islas de la península antártica, en donde el pasado verano se registraron nuevos récords de temperatura máxima. En las regiones más frías, no fue tan fácil identificar la presencia de las algas.

Los investigadores están mapeando el inicio de un nuevo ecosistema mientras las algas florecen sobre la superficie de la nieve derretida.

Los investigadores ya habían observado cambios en el liquen verde y musgos, pero estos crecen más lentamente que las algas en cuestión. En el futuro, también medirán algas rojas y anaranjadas, calculando cómo la presencia de estas especies coloridas pueden afectar la radiación solar reflejada por la nieve.