Defensas naturales: 6 superalimentos chilenos ideales para comer en primavera
La primavera chilena es un llamado a reconectarse con la naturaleza, consumir alimentos frescos y de temporada, y reforzar la salud desde adentro, consumiendo alimentos como maqui, quinoa y miel, entre otros.

Con la llegada de la primavera, las temperaturas suben, los días se alargan y el cuerpo comienza a adaptarse a un nuevo ritmo.
En esta transición, es común sentir cierta fatiga, alergias o resfríos leves, por lo que fortalecer las defensas de forma natural se vuelve clave.
Y nada mejor que hacerlo con los propios superalimentos chilenos, llenos de vitaminas, antioxidantes y energía que brotan con fuerza en esta estación.
Maqui: el antioxidante estrella del sur
Considerado uno de los frutos más ricos en antioxidantes del mundo, el maqui, originario del sur de Chile, ayuda a combatir el estrés oxidativo y fortalece el sistema inmunológico. Su alto contenido en antocianinas y vitamina C lo convierte en un potente aliado contra resfríos estacionales.

Se puede consumir en polvo, en jugos, mezclado con yogurt o como parte de batidos energéticos matinales.
Miel chilena: energía y defensa natural
La miel orgánica, especialmente la monofloral (como la de ulmo o quillay), es uno de los antibióticos naturales más poderosos que ofrece la naturaleza y las abejas.
Además de su sabor, refuerza las defensas y protege la garganta ante los cambios de temperatura tan comunes en primavera.
Un tip: tomar una cucharadita diaria en ayunas o disuelta en agua tibia (no caliente) con limón potencia su efecto inmunológico.
Polen: el multivitamínico natural de la colmena
El polen orgánico es uno de los superalimentos más completos que existen.
Contiene proteínas, aminoácidos esenciales, vitaminas del complejo B y minerales como el zinc y el selenio, fundamentales para reforzar las defensas y aumentar la vitalidad.
Se puede agregar a frutas, batidos o yogures, preferiblemente en la mañana para aprovechar toda su energía, dejándolo reposar unos 20 minutos como mínimo.
Quínoa: proteína vegetal completa
La quínoa chilena cultivada, especialmente, en el norte y el altiplano, es un superalimento que aporta aminoácidos esenciales, hierro, magnesio y fibra.

Perfecta para mantener la energía y fortalecer músculos y tejidos durante los meses más activos del año.
Ideal en ensaladas primaverales, guisos, salteados o como base de desayunos nutritivos.
Frutas del sol: papayas, chirimoyas y cítricos
La papaya del Valle del Elqui, por ejemplo, no sólo es deliciosa, sino que también favorece la digestión y aporta una dosis generosa de vitamina C.

Por su parte, las chirimoyas, muy ricas en potasio y antioxidantes, ayudan a mantener el equilibrio del sistema nervioso y una piel más luminosa.
Y los cítricos del centro y norte de Chile, como naranjas y mandarinas, siguen siendo los clásicos para reforzar el sistema inmunológico en primavera.
Semillas y frutos secos: pequeños pero poderosos
Las semillas de calabaza, maravilla o linaza, junto con los frutos secos como las nueces del Maule o las almendras del norte chico, aportan zinc, vitamina E y ácidos grasos esenciales.
Son perfectos para proteger las células, mejorar la memoria y mantener la energía estable durante el día.
Hierbas del campo chileno: bienestar desde la infusión
La murtilla, el boldo, el toronjil y la melisa son plantas medicinales tradicionales que ayudan a depurar el organismo, calmar el sistema nervioso y mejorar la digestión.
Una infusión diaria de estas hierbas, combinada con una alimentación equilibrada, contribuye a mantener el equilibrio natural del cuerpo durante los meses de mayor actividad.
La primavera chilena es un llamado a reconectarse con la naturaleza, consumir alimentos frescos y de temporada, y reforzar la salud desde adentro.
Apostar por los superalimentos locales es una mejora segura para nuestra salud, además de apoyar a pequeños productores, promoviendo una alimentación orgánica, sustentable y consciente.