Dos tercios del calentamiento global desde 1990 ha sido causado por el 10% de la población más rica
Estudio atribuye una serie de fenómenos climáticos extremos, ocurridos entre 1990 al 2020, a la población más rica del mundo, quienes contribuyen hasta 76 veces más al calentamiento que una persona promedio.

Viajes en jets privados, organización de eventos de lujo, renovación de tecnología de alta gama, entre otros, son actividades que la población más rica del mundo puede permitirse de forma constante. Tanto, que su contribución al cambio climático es hasta 76 veces más alta que la de una persona promedio.
Un reciente artículo publicado en Nature Climate Change cuantificó la contribución del estilo de vida de las personas con más recursos en la crisis climática. Determinó que el 10% más rico del mundo es responsable de dos tercios del calentamiento global observado desde el año 1990 y del consiguiente aumento de fenómenos climáticos extremos, como olas de calor y sequías, sobre todo, en los lugares más vulnerables del planeta.
Contribuciones desproporcionadas al calentamiento
Para el estudio se utilizó nuevo marco de modelado que combina datos económicos y simulaciones climáticas. Con ello, los investigadores pudieron rastrear las emisiones de diferentes grupos de ingresos globales y evaluar su contribución a extremos climáticos ocurridos entre 1990 y 2020.

En 2020, la temperatura media global fue 0,61 °C superior a la de 1990. Los investigadores descubrieron que aproximadamente el 65% de ese aumento podría atribuirse a las emisiones del 10% más rico del mundo, definido como quienes ganan más de 42.980 euros al año (casi 46 millones de pesos).
El 1% más rico (con ingresos anuales de más de 157 millones de pesos) fue responsable del 20% del calentamiento global, y el 0,1% más rico, aproximadamente unas 800.000 personas en el mundo (que ganan más de 570 millones de pesos al año) fue responsable del 8%.
“Descubrimos que los emisores adinerados desempeñan un papel fundamental en el impulso de los extremos climáticos, lo que respalda firmemente las políticas climáticas orientadas a la reducción de sus emisiones”, agregó la autora principal.
Hacia la justicia climática
El análisis enfatiza en que no solo el consumo personal tiene impacto, sino también las inversiones financieras, que tienen emisiones inherentes que no siempre son consideradas. Argumentan que enfocarse en los flujos financieros y las carteras de las personas con altos ingresos podría generar beneficios climáticos sustanciales.

Asimismo, sugieren que sus hallazgos podrían motivar instrumentos de política dirigidos a las élites sociales. Hacer que los contaminadores individuales ricos paguen, de acuerdo a los autores, podría contribuir a brindar el apoyo para la adaptación y la gestión de pérdidas y daños en los países vulnerables. Enfatizan en lograr el reequilibrio de la acción climática de acuerdo a las contribuciones reales a las emisiones, no solo para frenar el calentamiento global, sino para hacerlo con justicia social.
“Si todos hubiéramos emitido como el 50% más pobre de la población mundial, el mundo habría experimentado un calentamiento adicional mínimo desde 1990”, subrayó. “Abordar este desequilibrio es crucial para una acción climática justa y eficaz”.
Referencias de la noticia
- Artículo en Nature Climate Change. High-income groups disproportionately contribute to climate extremes worldwide.
- Nota de prensa IIASA. The world’s wealthiest 10% caused two thirds of global warming since 1990.