El agujero récord de la capa de ozono 2020 finalmente se cerró

Nos protege y nos cuida. Sin embargo, su extensión y duración llamó la atención durante el 2020. Descubre las condiciones que favorecieron este evento, y cuándo finalmente se cerró, en el siguiente artículo.

Atmósfera terrestre; capa de ozono
El agujero de la capa de ozono registrado durante la primavera del 2020 fue mayor que el evento del año 2019.

En la estratósfera, segunda capa de la atmósfera, tenemos a la protagonista que nos protege de la radiación solar ultravioleta. Nos referimos a la incondicional “Capa de Ozono”. Sin embargo, desde fines del siglo XX, hemos emitido sustancias químicas llamadas halocarbonos, que han afectado considerablemente la cantidad de moléculas de ozono presentes para nuestra protección. El escenario más dramático se ve reflejado en el agujero de ozono sobre la Antártica.

En 1987, entró en vigencia el Protocolo de Montreal, que tiene por objetivo reducir la cantidad de estas sustancias químicas emitidas a la atmósfera. Para comprender mejor este tema, es necesario saber que, durante la primavera del hemisferio sur, el agujero de la “Capa de Ozono” incrementa su tamaño. Generalmente, alcanza su mayor extensión entre los meses de septiembre y octubre.

A medida que los valores de temperatura incrementan en la estratósfera, el agotamiento del ozono es menor. Por su parte, el vórtice polar (baja presión) se debilita, provocando que los niveles de ozono vuelvan a la normalidad a fines de diciembre sobre la Antártica.

¿Qué paso durante la primavera 2020?

Desde mediados de agosto 2020, el agujero de ozono creció rápidamente. Y, para el 20 septiembre ya teníamos, nada más y nada menos, que un agujero de 24.8 millones de kilómetros cuadrados sobre gran parte del continente blanco. Y finalmente, durante los últimos días del mes de diciembre, el agujero de ozono del 2020 finalmente se cerró.

De acuerdo a la Organización Meteorológica Mundial (OMM), este evento ha sido sorprendente por su duración, extensión y profundidad desde que comenzó el monitoreo de la “Capa de Ozono” hace 40 años. La información indica que estas condiciones fueron originadas por un vórtice polar intenso, estable y muy frío. Además, condiciones meteorológicas similares se lograron observar sobre el Ártico.

Es preciso mencionar que el agotamiento del ozono se relaciona directamente con la temperatura de la estratósfera. En esta capa existen nubes polares que se forman a temperaturas menores a los 78 °C bajo cero. Ellas cumplen el rol de destruir químicamente al ozono, ya que contienen cristales de hielo capaces de convertir los compuestos no reactivos, en reactivos. Por supuesto, todo esto ocurre dependiendo de la luz solar.

Gran parte de la primavera 2020, los niveles de ozono estratosférico se acercaron a cero. La profundidad de la capa de ozono fue tan baja, que sólo llegó a 94 Unidades Dobson. Es decir, sólo un tercio del valor normal que debería registrarse.

Los datos son similares a lo que se observó el año 2018. Sin embargo, hay que recordar que el año 2019 el agujero de la "Capa de Ozono" tuvo una extensión mucho menor que el 2020, siendo inferior a los 10 millones de kilómetros cuadrados ¿Da para tomar conciencia y acciones? Por supuesto que si.