El Peloponeso: el nuevo paraíso vinícola de Europa, con Sol y playas paradisíacas

Mientras destinos como Santorini y Mykonos siguen atrayendo multitudes, algunos buscan el encanto más genuino del Peloponeso. Esta península montañosa, aún en gran parte inexplorada, combina excelentes vinos con playas serenas y ruinas antiguas.

El Peloponeso y la cultura griega
El Peloponeso es el nuevo paraíso europeo para los amantes de la cultura, el vino y la tranquilidad. Con sus playas paradisíacas, es un destino único para quienes buscan paz y tranquilidad, y un respiro del turismo de masas.

En Grecia, el turismo no se limita solo a las islas. La región del Peloponeso, situada al oeste de las famosas islas del Egeo, se está consolidando como un destino predilecto para los amantes del vino, ofreciendo una alternativa auténtica y menos turística a lugares como Miconos o Santorini.

"Lo más distintivo del Peloponeso es su extraordinaria diversidad", afirma Jeremiah Cates, director de vinos de Xenia Greek Hospitality, con sede en Boston. "Con el 85 % del territorio montañoso, la variedad de microclimas permite el cultivo de una amplia gama de uvas, incluyendo algunas más delicadas que no se adaptarían fácilmente a otras partes del país".

Con una extensión de más de 20.000 kilómetros cuadrados, esta escarpada península alberga innumerables viñedos, algunos de los cuales han cultivado variedades de uva autóctonas durante miles de años.

Un nuevo paraíso turístico, donde prosperan dos variedades de vino

Dos variedades destacan entre las muchas que prosperan allí: la agiorgitiko, una uva tinta muy extendida, y la moschofilero, una uva rosada de aroma floral, originaria de la región de Mantinia, en el corazón del Peloponeso.

La larga tradición vitivinícola de la región se remonta a la civilización micénica, con evidencia arqueológica que apunta a la producción de vino hace más de 3.500 años. Hoy en día, este legado perdura en productores que combinan conocimientos ancestrales con técnicas modernas.

La Bodega Monemvasia es uno de los ejemplos más notables. Fundada en 1997, rinde homenaje a la historia de la viticultura local, centrándose en vinos blancos elaborados exclusivamente con variedades de uva autóctonas. Kydonitsa es un vino de autor para quienes prefieren los vinos secos, mientras que Monemvasia-Malvasía, un vino dulce inspirado en la época medieval, revive una tradición casi olvidada.

Más al norte, Ktima Tselepos destaca por la producción de vinos frescos y minerales de Moschofilero, mientras que Tetramythos, ubicada en las montañas, recupera el uso de ánforas de arcilla, similar a la antigüedad, lo que otorga a sus vinos blancos un perfil aromático único.

Por su parte, Domaine Skouras, uno de los nombres más respetados del panorama vinícola griego, produce el aclamado Megas Oenos, un elegante ensamblaje de Agiorgitiko y Cabernet Sauvignon, con notas especiadas y frutos rojos.

En el corazón del Peloponeso, tradición y vanguardia se entrelazan en cada copa de vino, mientras Nauplia invita a descubrir viñedos milenarios, castillos históricos y una hospitalidad inolvidable.

Para quienes visitan la región, la ciudad costera de Nauplia es la base ideal para explorar viñedos y castillos. Con una historia que se remonta a la Edad Media, esta ciudad portuaria combina arquitectura neoclásica, imponentes fortalezas y una vibrante escena cultural.

El King Othon Boutique Hotel, en pleno centro histórico, ofrece un alojamiento exquisito en un edificio restaurado, con fácil acceso a lugares como el Castillo de Bourtzi, ubicado en un islote, o la impresionante Fortaleza de Palamidi, desde donde se puede contemplar toda la ciudad.

Experiencias gastronómicas, tranquilidad costera y un hermoso patrimonio en el Peloponeso

Entre visitas a bodegas y monumentos, merece la pena descubrir la gastronomía local. A lo largo del paseo marítimo de Nauplia, restaurantes como el histórico Savouras, en funcionamiento desde 1841, sirven pulpo a la parrilla y calamares frescos, mientras que The Nest se especializa en especialidades como taramasalata y moussaka. Para quienes deseen disfrutar de la región, la Vinoteca Karonis es el lugar ideal para comprar vinos de diversas regiones del Peloponeso.

Región con vinos y buena gastronomía
Entre bodegas y monumentos, la región ofrece restaurantes especializados en taramasalata y musaca. Nauplia es un ejemplo de ciudad griega, donde podrá descubrir restaurantes a lo largo del paseo marítimo y sus calles estrechas.

Pero no solo de vino vive el visitante. Pequeños pueblos como Vivari y Trapeza ofrecen experiencias gastronómicas junto al mar y una tranquilidad difícil de encontrar en la Grecia continental.

Para los más aventureros, la línea ferroviaria Diakopto-Kalavryta recorre la región desde la costa hasta las montañas, a lo largo del desfiladero de Vouraikos. A lo largo de 22 km, el tren pasa por pintorescos pueblos como Niamata y Kato Zachlorou, que ofrecen impresionantes vistas de la exuberante vegetación y los acantilados rocosos.

"El Peloponeso es una de las regiones más gratificantes de Grecia", enfatiza Marialena Tsimbidi, de la Bodega Monemvasia. "Aquí encontrará historia antigua, patrimonio bizantino y medieval, una naturaleza diversa y auténticas tradiciones culinarias. Es una zona menos turística, con precios justos y una autenticidad excepcional".

En un país donde la fama de las islas a menudo eclipsa la del continente, el Peloponeso se perfila como un destino completo: rico en sabores, paisajes y recuerdos. Para los verdaderos amantes del vino y de la cultura griega, este es un viaje imperdible, donde cada copa cuenta una historia milenaria.