Llena de potasio: la fruta que ayuda a bajar la presión y todos tienen en casa
El plátano, por su alto contenido en potasio, junto con su bajo aporte de sodio, lo convierte en un alimento ideal para quienes buscan cuidar su presión sanguínea de forma natural.
Más allá de ser una fruta sabrosa y versátil, y de ser un excelente tentempié natural, el plátano destaca por sus propiedades nutricionales que pueden influir positivamente en la salud cardiovascular de las personas.
A medida que crecen los índices de enfermedades cardiovasculares en el mundo, recurrir a soluciones simples y naturales como el consumo de plátano cobra, actualmente, mayor relevancia.
Potasio: el mineral clave
Una de las principales razones por las que el plátano es recomendado para personas con hipertensión es su riqueza en potasio. Un plátano mediano contiene alrededor de 400 a 450 mg de potasio, lo que representa cerca del 10% del requerimiento diario de este mineral.
El potasio ayuda a equilibrar los niveles de sodio en el organismo, favoreciendo la excreción de este a través de la orina. Este mecanismo contribuye a reducir la presión arterial y a mantener un corazón saludable.
“El plátano es una excelente fuente de potasio y, al mismo tiempo, prácticamente no contiene sodio. Esta combinación es ideal para quienes sufren de hipertensión o quieren prevenirla”, afirma la nutricionista Claudia Villalobos, especialista en alimentación cardiovascular. “Incluir uno al día puede ser un gesto simple, pero muy beneficioso para la salud del corazón”.
Respaldo científico
Diversos estudios han respaldado la relación entre una dieta rica en potasio y la reducción de la presión arterial. Un informe publicado por la American Heart Association destaca que una alimentación con alto contenido en potasio puede disminuir los efectos del sodio en personas sensibles a la sal y así ayudar a mantener una presión arterial en rangos saludables.
Además, un meta-análisis publicado en la revista Hypertension (2017) concluyó que el aumento en la ingesta de potasio se asocia con una reducción significativa en los niveles de presión sistólica y diastólica, especialmente en personas con hipertensión no tratada.
¿Cómo integrarlo en la dieta?
El plátano puede consumirse fresco, en batidos, acompañado de avena o incluso cocido en preparaciones dulces y saladas.
Es una opción ideal para el desayuno o como snack post-ejercicio, ya que además de potasio, aporta energía natural, fibra, vitamina B6 y antioxidantes.
Eso sí, como todo alimento, debe consumirse con moderación dentro de una dieta equilibrada, especialmente, en personas con diabetes o problemas renales, quienes deben consultar previamente con su médico o nutricionista.
Avena con plátano, semillas y canela
Además de comer el plátano de forma natural, te compartimos esta breve, sencilla y saludable receta con plátano, ideal para personas con hipertensión.
Ingredientes (1 porción):
½ taza de avena integral
1 taza de agua o leche descremada (o vegetal sin azúcar añadida)
1 plátano maduro en rodajas
1 cucharadita de semillas de chía o linaza
½ cucharadita de canela en polvo
Opcional: unas nueces o almendras sin sal
Preparación
En una olla pequeña, cocinar la avena con el agua o leche a fuego medio por unos 5 minutos, revolviendo ocasionalmente.
Añadir la canela y la mitad del plátano picado durante la cocción para dar dulzor natural.
Servir caliente y decorar con el resto del plátano, semillas y frutos secos si se desea.
Como consejo, se recomienda evitar añadir azúcar o miel dado que el plátano ya aporta dulzor natural y energía, siendo esta receta ideal para comenzar el día con un desayuno que apoya el control de la presión arterial gracias a su contenido en potasio, fibra y antioxidantes.
Incluir plátanos en la dieta diaria es una forma simple y natural de apoyar el control de la presión arterial.
Combinado con un estilo de vida activo y bajo en sal, este fruto tropical puede ser un gran aliado en la prevención de enfermedades cardiovasculares.