Nueva actualización ENOS: El Niño se debilita y aumenta la posibilidad de retorno de La Niña en 2024

A pesar de que El Niño todavía persiste, las señales indican una rápida transición hacia condiciones neutrales. Sin embargo, la probabilidad de que La Niña se desarrolle los próximos meses ha aumentado.

Anomalía de TSM en febrero 2024. NOAA.
Anomalía de TSM en febrero 2024. Fuente NOAA.

El Instituto Internacional de Investigación sobre el Clima y la Sociedad (IRI) en conjunto con el organismo estadounidense NOAA, han actualizado su pronóstico ENOS (El Niño Oscilación del Sur) el pasado 14 de marzo, en el que indica el estado de El Niño, La Niña y la Oscilación del Sur, basado en la región Niño 3.4.

En términos generales, en los próximos seis meses, las probabilidades de que La Niña se desarrolle aumentaron al 62%, mientras que El Niño continúa debilitándose y existe un 83% de probabilidad de que desaparezca completamente en el próximo trimestre. Veamos el detalle.

Que dice el análisis de IRI al respecto

En su pronóstico más reciente indica que la mayor probabilidad hoy, es una transición a ENOS-neutral durante el otoño de 2024, sin embargo, también hace énfasis en que La Niña estaría potencialmente desarrollándose durante el verano de 2024.

ENOS
Probabilidad de ENOS emitido en marzo 2024. Fuente: NOAA CPC.

Es importante tener en cuenta que, aunque los pronósticos realizados durante la temporada de primavera boreal (otoño austral) tienden a ser menos confiables, existe una tendencia histórica a que La Niña siga a fuertes eventos de El Niño.

Según IRI y NOAA/Climate Prediction Center para condiciones El Niño, la anomalía mensual de TSM en la región Niño 3.4 debe superar los +0,5 °C. De manera similar, para La Niña, la anomalía debe ser de -0,5 °C o menos.

En conclusión, es probable que se produzca una transición de El Niño a ENOS-neutral para abril-junio de 2024 con un 83% de probabilidad y con posibilidades de que La Niña se desarrolle para junio-agosto de 2024, lo que se representa con un 62% de probabilidad.

Comportamiento de la temperatura de la superficie del mar

Durante la temporada de noviembre a enero de 2023, la anomalía de la temperatura de la superficie del mar (TSM) en la región Niño 3.4 fue de +1,89 °C, y para el mes de enero de 2024, fue de +1,78 °C.

anomalía TSM
Anomalías promedio de la temperatura superficial del mar para la semana centrada en el 6 de marzo, respecto al periodo climatológico 1991-2020. Fuente: NOAA.

Sin embargo, la anomalía semanal más reciente, centrada en el 14 de febrero de 2024 en la misma región Niño 3.4 fue de +1,50 °C, lo que indica que el Pacífico tropical está experimentando condiciones de El Niño moderadas a fuertes, aunque han comenzado a declinar.

¿Qué ocurre con las condiciones oceánicas y atmosféricas?

Las condiciones oceánicas y atmosféricas sobre el Pacífico tropical son consistentes con un evento de El Niño en curso, aunque los indicadores atmosféricos son bastante débiles en comparación con eventos pasados de El Niño de magnitud similar.

El índice de oscilación del sur tradicional, se encuentra en el rango neutral del ENOS. Al mismo tiempo, el Índice de Oscilación del Sur ecuatorial registra un valor de -1,0 para el mismo mes. Si bien el Índice de Oscilación del Sur ecuatorial sugiere condiciones de El Niño, su valor actual no se alinea con las características de un evento fuerte.

anomalías OLR
Anomalías promedio de la radiación de onda larga saliente para el período del 9 de febrero al 6 de marzo de 2024. Fuente: NOAA.

Por otra parte, en Indonesia, se caracterizaron anomalías positivas en la radiación saliente de onda larga (OLR), lo que indica convección suprimida y precipitación reducida. Por el contrario, se observaron anomalías OLR negativas, que denotan una mayor convección y un aumento de las precipitaciones, cerca de la línea de cambio de fecha, extendiéndose hacia el Pacífico oriental, justo al norte del ecuador.

Los vientos alisios (850 hPa) fueron normales en la mayor parte del Pacífico tropical, mientras que anomalías del este caracterizaron los vientos en los niveles superiores (200 hPa) sobre el Pacífico ecuatorial.