Nuevo cómic alerta sobre el riesgo de autodiagnosticarse intolerancia a la lactosa

La historia de Javier, un chef con hábitos saludables, muestra las consecuencias de eliminar los lácteos sin consultar a un especialista.

Intolerancia a la lactosa
Con un guion ágil y situaciones reconocibles, la historia cuestiona con claridad una práctica cada vez más común: autodiagnosticarse por intuición, sin respaldo médico.

Javier es chef y de los buenos. Cuida lo que come, sigue las tendencias, y no se pierde una entrevista médica en la televisión. Una mañana cualquiera, escucha al Doctor Lactancio hablando sobre intolerancia a la lactosa y decide dejar su café con leche, solo por si acaso.

Lo que sigue es un camino lleno de síntomas que lo debilitan, hasta que termina en una consulta médica real, con exámenes y evidencia en mano.

Esa es la historia que relata el cómic “Javier y la supuesta intolerancia a la lactosa”, presentado por el Consorcio Lechero en el marco de su programa “Gracias a la Leche”.

Diagnóstico exprés, error duradero

Javier es el espejo de muchas personas. Escucha algo, se siente identificado y ajusta su dieta por precaución. Pero lo que su cuerpo realmente necesitaba no era menos leche, sino más información.

El protagonista deja los lácteos apenas siente molestias después de un té con leche. Lo que no considera es que, esa misma tarde, había comido de todo en una fiesta.

El cómic usa esta escena como ejemplo cotidiano de cómo confundimos causas con síntomas, y cómo eso puede llevar a eliminar nutrientes esenciales de nuestra dieta.

Existe mucho autodiagnóstico, el cual puede ser errado. Es por eso que, en este Mes de la Leche, compartimos el mensaje de diagnosticarse adecuadamente por un médico, mediante una prueba sencilla, ante la sospecha de intolerancia a la lactosa”, explica Roberto Koch, coordinador del área Lácteos y Nutrición del Consorcio Lechero, en un comunicado de la institución.

La receta correcta está en la ciencia, no en Google

Cuando hablamos de intolerancia a la lactosa, no nos referimos a una alergia ni a una moda.

La intolerancia a la lactosa es una condición digestiva que ocurre cuando el intestino delgado produce poca o nada de lactasa, la enzima encargada de descomponer la lactosa, un azúcar presente en la leche y sus derivados. Si esa enzima falla, el cuerpo no puede digerir bien la lactosa, y eso genera molestias.

Según el Instituto Nacional de la Diabetes y las Enfermedades Digestivas y Renales de Estados Unidos, (NIDDK, por sus siglas en inglés), algunos de los síntomas más comunes de la intolerancia a la lactosa son:

  • Hinchazón abdominal después de consumir leche o lácteos.
  • Gases o flatulencias provocadas por la fermentación de la lactosa no digerida.
  • Diarrea o deposiciones sueltas, sobre todo poco después de ingerir productos lácteos.
  • Dolor o calambres estomacales, a veces acompañado de náuseas.

¡Pero atención! Estos síntomas también pueden aparecer por estrés, por una comida muy pesada o simplemente por una combinación poco habitual de ingredientes.

Por eso el diagnóstico debe hacerlo un profesional de la salud, y no una búsqueda rápida en internet.

Aprender a comer bien a través de historias

Este cómic cuenta de manera anecdótica un situación de la vida real y a la vez pone sobre la mesa una conversación necesaria.

Desarrollado junto a estudiantes de Nutrición de la Universidad de Chile, el proyecto busca acercar la ciencia nutricional a la vida cotidiana sin tecnicismos, sin sustos, y con mucho ojo en lo que de verdad importa.

“Creemos que hay que acercar el conocimiento científico a las personas, ya que es una herramienta concreta y probada para educar nutricionalmente y que tiene un respaldo en la investigación internacional y nacional”.

Roberto Koch, coordinador del área Lácteos y Nutrición del Consorcio Lechero.

El cómic está disponible en el sitio web del programa “Gracias a la leche” y forma parte de una colección de contenidos creados para informar de forma amena y confiable, tanto a la ciudadanía como al personal de salud.

Javier volvió a tomar leche, sí, pero esta vez sabiendo por qué. Y aunque no todos los días comienzan con un susto frente al televisor, esta historia deja algo claro: cuando se trata de salud, las decisiones más simples también merecen hacerse con información, no solo con intuición.

Referencias de la noticia

- Consorcio Lechero. (2025). Gracias a la Leche: Presentan novedoso cómic sobre educación nutricional. Publicado en la web de la institución.

- NIDDK (2018). Síntomas y causas de la intolerancia a la lactosa. Publicado en la web de la institución.