¿Por qué las hojas de los árboles cambian sus colores en otoño?

Las especies de hoja caduca sufren una metamorfosis que los lleva a mudar la tonalidad de sus hojas verdes por colores rojizos, amarillentos, marrones, anaranjados, entre otros, durante la media estación. ¿Qué ocurre? ¿Por qué cae su follaje?

árboles; otoño; colores; naturaleza
Con la llegada del otoño, los árboles comienzan a cambiar su verde tonalidad a una gran gama de rojos, amarillos y cafés.

El otoño. Esa media estación que provoca los más diversos sentimientos y sensaciones...

“Cuando la forma de los árboles
ya no es sino el leve recuerdo de su forma,
una mentira inventada por la turbia

memoria del otoño…”

Extracto de “Otoño secreto” del poeta chileno, Jorge Teillier (1935-1996).

Más allá de las evocaciones personales, lo cierto es que el otoño modifica el paisaje natural que nos acompañó durante meses. Uno de los cambios más llamativos en la naturaleza pasa por el color de las hojas en algunos árboles.

¿Por qué ocurre eso? Son varios factores, pero el más importante tiene que ver con la menor disponibilidad de luz solar.

Cambio constante

En la naturaleza nada se pierde, todo se transforma. Transformación que experimentan las hojas de los árboles durante el otoño. Y no sólo en su pigmentación, sino que también al desprenderse de sus hojas que se convierten en abono para que en la próxima temporada vuelvan a germinar semillas de las más variadas especies desde una tierra fortalecida.

Aquellos árboles y arbustos que mantienen su follaje se denominan perennes. Entre las especies nativas de Chile con estas características encontramos: quillay, peumo, boldo, palmera chilena, roble, belloto, canelo, alerce andino, entre muchos otros.

En cambio, esos que pierden su follaje en los meses fríos se denominan caducifolios. Estas especies no cuentan con las resinas y otras sustancias que utilizan los perennes para protegerse de las bajas temperaturas y la falta de luz solar.

Las especies de hoja caduca activan el mecanismo de supervivencia para conservar su energía y bajar su actividad hasta la primavera. Así, el árbol se deshace de las hojas que en la época de calor realizaron la fotosíntesis que le aseguró las reservas de agua y energía para el periodo frío.

Colores únicos

¿Por qué la mayoría de las hojas de los árboles son verdes? En rigor, ese no es su color original. Las hojas “se pintan” de verde debido a la clorofila, una sustancia que participa en el proceso de fotosíntesis permitiéndole a las plantas absorber la luz solar y convertirla en energía.

Gracias a la clorofila, las hojas convierten la luz solar, el dióxido de carbono y el agua en azúcares que viajan por el interior de las ramas y las raíces para alimentar al árbol. Para que eso se concrete se requieren calor y un Sol luminoso.

Cuando la “materia prima” comienza a escasear se detiene la generación de clorofila, lo cual se traduce en la desaparición del color verde.

Sin esta sustancia, los que salen a relucir son los otros pigmentos (amarillos y anaranjados) que siempre estuvieron en las hojas, pero que eran opacados por el verde de la clorofila.

Aunque no es sólo esto exclusivamente, por ejemplo, los colores rojizos se deben a que los árboles cierran las venas de las hojas durante el otoño y, por lo mismo, los azúcares quedan atrapados dentro del follaje. Así, cuando estos reaccionan a otras sustancias químicas en el interior de la planta se forman los pigmentos rojos y sus derivados.

Esa es la explicación, ahora sólo queda disfrutar de los cambios que nos ofrece la naturaleza durante el nuevo otoño.