¿Qué países están cumpliendo realmente sus compromisos de limitar el calentamiento global para 2025?

¿Qué países están avanzando en sus compromisos climáticos, cuáles están bloqueando la transición y por qué el objetivo de 1,5 °C sigue siendo difícil de alcanzar? Este artículo te lo cuenta todo.

elementos que hacen referencia a energías renovables
El CCPI 2025 revela una transición a dos velocidades: por un lado, una impresionante aceleración de las energías renovables; por otro, una dependencia persistente de los combustibles fósiles.

El Índice de Desempeño frente al Cambio Climático (CCPI, por su sigla en inglés), publicado anualmente por Germanwatch, el NewClimate Institute y CAN International, evalúa a 63 países y a la Unión Europea, responsables del 90% de las emisiones globales.

Se basa en cuatro criterios: emisiones, energías renovables, eficiencia energética y política climática, y mide el progreso real hacia el objetivo del Acuerdo de París de limitar el calentamiento global a 1,5 °C.

Auge de las energías renovables, ¡pero sin eliminar gradualmente los combustibles fósiles!

El panorama para 2025 es heterogéneo: 61 de 64 países han aumentado la proporción de energías renovables en su matriz energética en cinco años, lo que demuestra un verdadero impulso. Sin embargo, en 29 países, las emisiones se están estancando o aumentando, lo que indica que, sin una eliminación gradual del carbón, el petróleo y el gas, los avances tecnológicos se están neutralizando.

En otras palabras, la energía limpia está progresando, pero la dependencia de los combustibles fósiles sigue obstaculizando la trayectoria global.

El grupo líder: Europa del Norte como pionera

Como en años anteriores, el podio del CCPI permanece vacío: ningún país se ha alineado aún con una trayectoria compatible con 1,5 °C. Pero algunos están progresando:

Como en años anteriores, el podio del CCPI permanece… vacío: ningún país se ha alineado aún con una trayectoria compatible con 1,5 °C. Pero algunos están avanzando:

  • Dinamarca (4.ª): pionera, con un sólido despliegue de energía eólica y una política climática coherente. Es la única que ha obtenido una alta puntuación en gobernanza, pero aún no suficiente para la calificación de "muy alto rendimiento".
  • Países Bajos (5.ª): tras un retraso histórico, el país ha iniciado una transición hacia las energías renovables. Sin embargo, su nuevo gobierno genera preocupación: un retroceso en la política climática podría revertir la tendencia.
  • Reino Unido (6.ª): la sorpresa del año. Su acelerada eliminación gradual del carbón y su negativa a conceder nuevas licencias para combustibles fósiles han catapultado a Londres a la cima de la clasificación.
Climate Change Performance Index (CCPI), 2025.
Climate Change Performance Index (CCPI), 2025.

En la Unión Europea (17.º), el Pacto Verde comienza a dar sus frutos: 16 Estados miembros se sitúan entre los que tienen un rendimiento “bueno” o “regular”, y ninguno se encuentra en la categoría de "muy deficiente". Sin embargo, cabe recordar que la UE, a pesar de sus esfuerzos, aún dista mucho de una trayectoria compatible con el objetivo de 1,5 °C.

Los países con bajo rendimiento: un obstáculo importante para el Acuerdo de París

En cambio, algunos países están lastrando el planeta. Los cuatro últimos en el CCPI también son importantes exportadores de hidrocarburos: Irán (67.º), Arabia Saudí (66.º), Emiratos Árabes Unidos (65.º) y Rusia (64.º). En estos países, la cuota de energías renovables se mantiene por debajo del 3% y no existe una estrategia creíble para abandonar los combustibles fósiles. Sus modelos económicos se basan completamente en el petróleo y el gas, lo que los convierte en obstáculos estructurales para el cumplimiento del Acuerdo de París.

Estos malos resultados demuestran claramente que si los principales productores de combustibles fósiles se niegan a realizar la transición, los esfuerzos del resto del mundo serán insuficientes.

El caso de Argentina (59.º) ilustra otro peligro: un cambio político puede revertir años de progreso. El país ha caído al final de la clasificación.

¿Qué pasa con los “gigantes”?

Los miembros del G20, que representan más del 75% de las emisiones globales, tienen una gran responsabilidad. Sin embargo, solo India (10.º) y el Reino Unido (6.º) se encuentran entre los países con mejor desempeño. China (55.º), el mayor emisor del mundo, sigue dependiendo del carbón, pero está experimentando un crecimiento sin precedentes en energías renovables. Sus emisiones parecen estar cerca de su máximo.

Estados Unidos (57.º), el segundo mayor emisor, aún ocupa un puesto "muy bajo". Las próximas decisiones políticas, en particular sobre los subsidios a los combustibles fósiles y el transporte limpio, serán decisivas.

Rusia, Arabia Saudita y Corea del Sur (63.º) se están estancando o quedando rezagados, completamente desfasados respecto a los imperativos climáticos.

¿La ecuación de Kaya para entender por qué algunos países están progresando?

Para explicar por qué algunos países reducen sus emisiones mejor que otros, algunos investigadores se basan en la ecuación de Kaya, desarrollada por el economista japonés Yoichi Kaya en 1993. Esta ecuación muestra que el CO₂ depende de cuatro factores: población, riqueza per cápita, eficiencia energética y contenido de carbono de la energía consumida.

CO₂ = Población x (PIB per cápita) x (Energía/PIB) x (CO₂/Energía)

Cuanto más aumenta la población y los ingresos, mayor es la demanda de energía. Pero dos factores pueden contrarrestar esta tendencia: generar más riqueza con menos energía y sustituir los combustibles fósiles por fuentes bajas en carbono.

Esto es lo que permite a Europa, Canadá y Australia disociar el crecimiento de las emisiones gracias a la eficiencia energética y las energías renovables. China e India, a pesar de un fuerte crecimiento demográfico y económico, están frenando parcialmente el aumento de sus emisiones mediante el despliegue masivo de energía solar y eólica.

Por el contrario, Qatar, Túnez y Arabia Saudí se están hundiendo en un modelo cada vez más intensivo en combustibles fósiles y energía, lo que anula cualquier progreso potencial.

La ecuación de Kaya nos recuerda que son las decisiones estructurales y tecnológicas, más que las promesas, las que determinan la trayectoria climática de un país.

Carrera contrarreloj

El CCPI 2025 revela una transición a dos velocidades: por un lado, una impresionante aceleración de las energías renovables; por otro, una dependencia persistente de los combustibles fósiles, que amenaza la trayectoria climática global. Si bien ningún país es aún ejemplar, algunos están a la vanguardia, mientras que otros se encuentran anclados en un modelo obsoleto.

Referencias de la noticia

NewClimate Institute. (2024, 20 novembre). Climate Change Performance Index 2025.