¿Qué son los bosques azules? Campaña busca protegerlos de la explotación desmedida en la Patagonia chilena

Chile cuenta con el bosque continuo de algas más grande del mundo, el cual está en peligro debido a su extracción desmedida en la Patagonia. Ante esta realidad, la ciudadanía se ha unido para velar por su conservación. Nuevamente la sociedad civil dando el ejemplo.

bosque de algas visto bajo el agua
Los bosques bajo las aguas de los océanos son tan importantes como aquellos que vemos sobre la tierra.

Sumergido en las aguas oceánicas de la Patagonia se encuentra el bosque continuo de algas más grande del planeta. Una maravilla que debe protegerse debido al servicio ecosistémico que prestan a las más variadas formas de vida y porque, también, son gigantescos sumideros de gases de efecto invernadero.

Por lo mismo, una vez más, es la ciudadanía la que alza la voz para exigir su conservación. Para ello, organizaciones y personas desde el archipiélago de Chiloé hasta Magallanes lanzaron la campaña #BosquesAzulesCL.

“Buscamos la puesta en valor y protección de los bosques de macroalgas de la Patagonia chilena desde su estrecho vínculo biocultural con las distintas comunidades del territorio”, detallaron a través de un comunicado.

Los “bosques azules” son ecosistemas dominados por macroalgas, es decir, algas pardas ubicadas en sectores marinos de aguas frías, de poca profundidad y costas rocosas, compuestas principalmente por diferentes especies de huiros y cochayuyos.

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Estas son similares a los árboles en las tierras elevadas, ya que generan oxígeno y retienen dióxido de carbono. Además, protegen las costas de la erosión y concentran centenares de especies que viven en torno a ellas, ya que en estas encuentran refugio y alimento, por ejemplo, loco, centolla, jaiba y erizos.

Su extracción

Actualmente en Chile se exportan cerca de 400 mil toneladas de macroalgas. Con ellas se elabora el alginato, un espesante que se utiliza en la industria farmacéutica, alimentaria y cosmética.

Su extracción se concentra en tres especies: huiro palo, huiro negro y huiro flotador. Las cantidades de macroalgas exportadas se han duplicado después de la pandemia, siendo China el principal comprador.

“El gran problema es que esta extracción se da en los bosques submarinos, a diferencia de otros países en que se extraen desde cultivos. Este ritmo no está permitiendo su regeneración. Cada año en Chile se incautan 250 toneladas de macroalgas extraídas ilegalmente, pero las cifras de extracción sin manejo son mucho mayores, lo que está provocando una deforestación submarina severa en el norte y centro del país”, expresan las organizaciones que levantan esta campaña.

Chile cuenta con un tercio de los bosques del mundo de Macrocystis pirifera, una de las especies más icónicas de macroalgas, gran parte de estos bosques se concentran en las regiones de Los Lagos, Aysén y Magallanes.

¿Qué buscan?

Dar a conocer, informar, concientizar, principalmente a la ciudadanía y comunidades del sur austral, sobre los enormes servicios que brindan los bosques de macroalgas a los ecosistemas patagónicos y poblaciones aledañas.

“Queremos proponer políticas públicas concretas que permitan su conservación efectiva, para que no ocurra en la zona austral la deforestación submarina que está pasando en la zona norte y centro del país”, sostienen.

Para lograr lo anterior crearán un portal web, desarrollarán actividades presenciales y digitales de educación ambiental marina; articularán acciones con organismos locales de Magallanes, Aysén y Chiloé; convocarán a líderes de opinión pública y autoridades con el objetivo de lograr instrumentos concretos de protección, conservación y puesta en valor de los bosques azules patagónicos.

Una vez más la ciudadanía, organizada y empoderada, dando el ejemplo.