Extraño fenómeno ocurre luego del fuerte terremoto en Papúa Nueva Guinea

El fuerte terremoto de magnitud 7,6 que afectó Papúa Nueva Guinea el pasado fin de semana ha dado origen a un fenómeno muy conocido por la geología: la licuefacción del suelo. Te contamos de qué se trata.

Un violento terremoto, de magnitud 7,6, sacudió el este de Papúa Nueva Guinea durante el reciente fin de semana. El terremoto, según datos difundidos por el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS), se produjo a las 23:46 UTC del 10 de septiembre (19:46 h, horario de Chile continental), con epicentro situado a unos 67 kilómetros de la ciudad de Kainantu. El hipocentro se ubicó a 91 km de profundidad.

El sismo se sintió ampliamente en la zona este del país y causó al menos 2 muertos. Los daños, según los primeros testimonios, no serían catastróficos —en relación a la potencia del sismo— precisamente por la gran profundidad del hipocentro. Existen reportes de daños graves en los poblados en la zona montañosa, donde el evento sísmico habría desencadenado numerosos deslizamientos de tierra.

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Una de las consecuencias del fuerte sismo fue la apertura de numerosas grietas en el suelo, por las que se escapaba lodo y arena. El curioso fenómeno, que se aprecia en el vídeo, se debe a la licuefacción del suelo, un fenómeno bien conocido a nivel geológico.

La licuefacción del suelo después de los terremotos se ha observado muchas veces en todo el planeta. Fenómenos de este tipo se produjeron tras el terremoto de Kobe de 1995 (Japón), tras el terremoto de Christchurch de 2010 y 2011 (Nueva Zelanda), y también en Italia luego de los terremotos de 2009 y 2012.

¿Por qué se produce la licuefacción del suelo?

La licuefacción de sedimentos es uno de los fenómenos hidrogeológicos más conocidos y puede ser desencadenado por sismos de magnitud superior a 5,5 o 6,0. Generalmente ocurre en suelos arenosos donde hay una saturación de agua: un fuerte terremoto puede desencadenar este proceso, transformando el suelo en fluido con serios problemas para viviendas e infraestructuras.

La sacudida del suelo provocada por el terremoto aumenta fuertemente la presión del agua atrapada dentro del suelo. Esta sobrepresión del agua tiene una consecuencia sorprendente para el observador: transforma el terreno en un fluido. En este punto el agua busca una vía de escape hacia la superficie, formándose, por ejemplo, el curioso fenómeno de los volcanes de lodo.