Astrofísico propone una misión interestelar para estudiar un agujero negro, ¿por qué dice que es factible?

En un artículo científico, astrofísico describe el plan para hacer realidad un viaje interestelar a un agujero negro en mucho menos tiempo.

Interestelar película
Si bien un viaje interestelar tripulado es ahora imposible, ya se piensa cómo hacer uno no tripulado.

Las sondas Voyager, de la Nasa, son hasta ahora el único viaje interestelar realizado desde la Tierra que ha logrado avanzar más allá de nuestro Sistema Solar. Lanzadas en 1977, tardaron más de 40 años en salir de la influencia del Sol y todavía les queda mucho camino por recorrer: más de 38 mil años para llegar a la constelación de Ofiuco y 40 mil para llegar a Andrómeda.

Organizar un viaje interestelar y poder ver los resultados de la misión es, por el momento, imposible. No existe la tecnología para recorrer distintas tan largas en poco tiempo, aunque hay algunas propuestas basadas en el concepto de nanonaves: naves muy pequeñas, que pesen solo algunos gramos, con una vela de luz extremadamente delgada de escala métrica.

Teniendo eso en mente, Cosimo Bambi, astrofísico de la Universidad de Fudan, China, asegura que se podría visitar un agujero negro. Aunque deben darse algunas condiciones para lograrlo.

En busca de un agujero negro cercano

En un artículo publicado en la revista iScience de Cell Press, el astrofísico describe el plan para hacer realidad un viaje interestelar a un agujero negro. La misión tardaría cerca de un siglo y entregaría datos que podrían revolucionar la comprensión de la relatividad general y las leyes de la física.

agujero negro
La primera imagen de un agujero negro fue conseguida por el Telescopio del Horizonte de Sucesos (EHT).

De acuerdo al paper, si el agujero negro más cercano estuviera a unos 20-25 años luz y la nanonave pudiera viajar a 1/3 de la velocidad de la luz, el viaje tardaría de 60 a 75 años. Recibir los resultados tomaría otros 20 a 25 años. Pero si la nave viajara cerca de la velocidad de la luz, la misión podría reducirse a 40 o 50 años.

El primer problema es que, hasta ahora, no se ha encontrado un agujero negro tan cercano. Los más próximos, de acuerdo a la misión Gaia –que está creando el mapa tridimensional más grande y preciso de la Vía Láctea–, están a 1.560 y 3.800 años luz de distancia. Pero Bambi asegura que el conocimiento previo sobre la evolución de las estrellas sugiere que podría haber uno a solo 20 o 25 años luz de la Tierra. Falta encontrarlo.

Los agujeros negros no emiten ni reflejan luz, por lo que son prácticamente invisibles a los telescopios y se detectan en base a cómo influyen en las estrellas cercanas o distorsionan la luz. Podría ser que en los datos completos de Gaia aparezca alguno o que los nuevos observatorios terrestres y espaciales lo detecten, pero aún es incierto y podría tardar mucho tiempo.

“Es cierto que esto no es algo que podamos hacer mañana. Desafortunadamente, esta parece ser la tendencia en muchas observaciones experimentales en física de partículas y astrofísica”, sostuvo Cosimo Bambi a IFLScience. “Han surgido nuevas técnicas para descubrir agujeros negros. Creo que es razonable esperar que encontremos uno cercano en la próxima década”, indicó en un comunicado.

Ni fácil ni barato

El segundo problema es la tecnología, ya que hasta ahora solo existen propuestas. Pero según el astrofísico en 20 o 30 años, “quizá sí la tengamos”.

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Ilustración de un agujero negro. Crédito: Nasa.

Bambi señala que las nanonaves son una posible solución. Los láseres terrestres bombardearían la vela con fotones, acelerando la nave a un tercio de la velocidad de la luz.

Otro problema es el costo. Bambi señala que solo los láseres costarían hoy alrededor de un millón de millones de millones de euros.

¿Qué podría hacer una nave si se acerca a un agujero negro? La idea es realizar experimentos para responder algunas de las preguntas más urgentes de la física, como si realmente tienen un horizonte de sucesos –límite más allá del cual ni siquiera la luz puede escapar de su atracción gravitatoria–, si cambian las leyes de la física cerca de él y si se cumple la teoría de la relatividad general de Einstein en las condiciones más extremas del universo.

“Puede parecer una locura, y en cierto sentido, más cercano a la ciencia ficción”, dijo Bambi. “Pero decían que nunca detectaríamos ondas gravitacionales porque son demasiado débiles. Lo hicimos, 100 años después. Se creía que nunca observaríamos las sombras de los agujeros negros. Ahora, 50 años después, tenemos imágenes de dos”, aseguró.

Referencias de la nota:

- Artículo en iScience. An interstellar mission to test astrophysical black holes.

- Nota de prensa Cell Press. An interstellar mission to a black hole? Astrophysicist thinks it’s possible.

- Nota en IFLS. An interstellar mission to visit a black hole might only take 70 years, astrophysicist says.