Campos dunares costeros de Chile: ¿cuántos hay y cuál es su importancia ecológica?

Las vemos como “simples” cerros de arena acumulada, pero estos lugares tienen vida y cumplen funciones como proteger nuestro litoral, nuestros campos de cultivo, humedales y ciudades

Dunas
Los sistemas dunares son un tipo de ecosistema que ha sido destruido sistemáticamente para dar paso a urbanizaciones, puertos deportivos y paseos marítimos.

Las dunas costeras son como gigantes de arena, moldeadas por el viento y el mar a lo largo de miles de años. En Chile, estas formaciones juegan un papel crucial en los ecosistemas costeros, proporcionando hábitats únicos y protegiendo contra la erosión.

También conocidos como campos dunares, estas montañas de arena no solo ofrecen un paisaje impresionante y refugio para una diversidad de vida silvestre, sino que también desempeñan un papel fundamental en la protección costera y la conservación de la biodiversidad marina.

¿Qué son las dunas?

“Acumulación de arena y nada más”. Podría ser la respuesta que viene a nuestra cabeza, pero son mucho más que eso.

Los campos dunares son acumulaciones de arena que se forman en las costas debido a la acción del viento y las mareas. Ok, si son acumulaciones, pero la gracia es que son estructuras dinámicas, constantemente moldeadas y remodeladas por los elementos naturales del entorno.

Si hablamos de dunas costeras, estas suelen estar en zonas como playas, bahías, golfos, estrechos y canales interiores.

Algunos de los campos dunares ubicados en nuestro extenso litoral son el “Mar de dunas” ubicado cerca de la ciudad de Copiapo, Región de Atacama. Más al sur, en la Región de Valparaíso están la dunas de Concón, probablemente uno de los más conocidos.

Siguiendo hacia el sur, encontramos el campo dunar de Punta de Lobos situado en la Región de O'Higgins, cerca de la ciudad de Pichilemu, famoso por sus impresionantes paisajes y por ser un destino popular para el surf.

Dunas de Chanco
Algunos campos dunares se ubican en una terraza marina, producidas tras vastos procesos de modelamiento eólico. En la imagen se puede ver el estado de las dunas de Chanco en los años 40. Créditos: Memoria Chilena.

Otro caso emblemático es el de las dunas en la Región de Maule, cerca a la comuna de Chanco donde, según información del sitio Memoria Chilena de la Biblioteca Nacional, las dunas eran tan amenazantes que fue necesario implementar medidas como la construcción de cercas y plantaciones, principalmente de eucaliptus.

Un patrimonio natural y un ecosistema que debemos conservar

Los campos dunares no solo ofrecen un paisaje impresionante y refugio para una diversidad de vida silvestre, sino que también desempeñan un papel fundamental en la protección costera y la conservación de la biodiversidad marina.

Estos ecosistemas únicos y dinámicos tienen funciones importantes en los ecosistemas costeros y terrestres:

  • Protección costera: Actúan como barreras naturales contra la erosión costera y protegen las tierras interiores de las marejadas, las tormentas y los vientos fuertes.
  • Hábitat de biodiversidad: Muchas especies de plantas y animales, incluyendo aves migratorias y especies amenazadas habitan las dunas, ya que están adaptadas a condiciones extremas como vientos fuertes, cambios de temperatura y escasez de agua.
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  • Filtración de agua: Actúan como filtros naturales para el agua de lluvia y de escorrentía, ayudando a mantener la calidad del agua y a prevenir la contaminación de los cuerpos de agua costeros y subterráneos.
  • Regulación del clima local: Las dunas pueden influir en los patrones de viento y en la temperatura local, ayudando a moderar el clima en las áreas cercanas y contribuyendo a la estabilidad del microclima costero.
  • Atracción turística y recreativa: Son destinos populares para el turismo y la recreación, ofreciendo oportunidades para actividades como el senderismo, el surf de arena, la observación de aves y la fotografía, lo que contribuye a la economía local.

Para garantizar la supervivencia a largo plazo de los campos dunares costeros de Chile, se requiere una acción concertada a nivel gubernamental, comunitario y de conservación.

“Hoy en día consideramos que las dunas tienen dos tipos de valores, los ambientales y los patrimoniales. Ambos se juntan para construir lo que llamamos un biogeopatrimonio, concepto que además de los valores biológicos, incluye los valores geomorfológicos, geológicos y arqueológicos insertos en las dunas, que son elementos bien particulares y únicos que también hay que considerar y proteger”.

Hermann Manríquez, Director del laboratorio de Geografía Física del Instituto de Geografía de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV) para Ladera Sur.

En un artículo de la Biblioteca del Congreso Nacional de Chile, se menciona que si bien no existe una regulación específica sobre la protección de estas zonas, el Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA) puede “utilizar vías indirectas” para declarar un campo dunario como sitio prioritario.

Tal fue el caso del campo dunario de la punta de Concón, que en 1994 quedó bajo la custodia del Ministerio del Medio Ambiente, impidiéndole iniciar en ellos trabajos de construcción o excavación, o desarrollar otras actividades que pudiera alterar su estado natural, sin la autorización previa del Servicio.

La casa sobre la arena: ¿por qué existen construcciones en zonas de dunas?

A pesar de su apariencia desolada y de las aparentes medidas de fiscalización para evitar intervenciones, las zonas de dunas a menudo albergan asentamientos humanos y estructuras.

¿Qué nos lleva a querer tener nuestro hogar en una zona como esta? Fácil: la atracción de vivir cerca del océano, disfrutando de vistas panorámicas y acceso directo a la playa.

Urbanización en campos dunares
Sitios como la zona costera de Reñaca y Concón son ejemplos emblemáticos de cómo la expansión urbana en los campos dunares han modificado las condiciones de estos importantes ecosistemas. Créditos imagen: Explorandochile.cl

Pero más allá de este deseo de los amantes del mar, algunas comunidades encuentran en las dunas un refugio contra tormentas y mareas altas, ya que actúan como barreras naturales de protección costera.

Sin embargo, es muy importante tener en cuenta que construir en estas áreas conlleva riesgos, ya que las dunas son ecosistemas frágiles y vulnerables a la degradación.

La preservación de estos tesoros de arena es una responsabilidad compartida que requiere un compromiso decidido y acciones concretas para garantizar un futuro sostenible para las generaciones venideras.

Referencias del artículo:
- Enrique Vivanco. Protección de campos dunares. Biblioteca del Congreso Nacional (2019).
- Winckler, P.; Contreras-López, et all. “Determinación del riesgo de los impactos del Cambio Climático en las costas de Chile”. Ministerio del Medio Ambiente. (2019).
- Maria Andrade. Ficha técnica de las Dunas de Concón. Geositios. (2012).