Científicos determinan cómo las moscas logran dormir, pero siguen alerta para escapar
Estudio publicado en Nature analiza los procesos fundamentales en el cerebro de la mosca, lo que les permite descansar, pero también poder reaccionar ante los peligros.

Incluso cuando parecen estar quietas durmiendo, las moscas son capaces de escapar ante el menor estímulo. ¿Cómo descansan lo suficiente para lograr recuperarse si están siempre atentas? Es la interrogante que buscó responder un equipo de investigadores del hospital público Charité, de la Universidad Libre de Berlín y la Universidad Humboldt, de la misma ciudad, quienes lograron determinar cómo duermen estos insectos.
Wie schlafen Fliegen so, dass sie trotzdem vor Gefahren fliehen können? Ein Forschungsteam der #CharitéBerlin zeigt jetzt @Nature, wie das Gehirn der Tiere diesen Zustand herstellt. Spannend! https://t.co/2bqWw8Y1Aa @OwaldD pic.twitter.com/8C7Otrljwo
— Charité - Universitätsmedizin Berlin (@ChariteBerlin) August 20, 2025
Para lograrlo, analizaron la mosca de la fruta (Drosophila melanogaster), cuyo cerebro de 2,5 milímetros resulta adecuado para estudiar los procesos neurológicos. Descubrieron que el cerebro de la mosca filtra la información visual rítmicamente durante el sueño, de modo que los estímulos visuales intensos aún puedan despertarla, permitiéndole escapar.
Filtros de sueño
El descanso es vital para los animales, ya que permite recuperarse. Sin embargo, hasta ahora no estaba claro cómo las moscas reducen su respuesta a los estímulos lo suficiente para descansar y a la vez mantenerse alertas como para responder a los peligros externos.

El estudio publicado en la revista Nature revela que este estado de quietud se logra mediante un mecanismo neuronal que genera “filtros”. Cuando las moscas se cansan al anochecer, siguiendo el ritmo de su reloj interno, se generan ondas eléctricas lentas y sincrónicas en dos redes cerebrales diferentes que conectan los estímulos visuales con las regiones cerebrales necesarias para la orientación: una activa y la otra inhibe la respuesta a los estímulos visuales.
“Hemos descubierto que el cerebro de las moscas sintoniza con precisión las redes activadoras e inhibidoras durante el sueño”, afirmó David Owald, coautor del estudio, en un comunicado. “Esto crea un filtro que suprime eficazmente los estímulos visuales, incluso si los estímulos particularmente fuertes pueden atravesarla. La situación es comparable a una ventana entreabierta: la corriente de aire, es decir, la transmisión de estímulos, se interrumpe, pero una fuerte ráfaga de viento puede abrir la ventana, y un estímulo intenso puede despertar al animal”, explicó.
Paralelismos con los humanos
Para realizar el estudio, los investigadores utilizaron una combinación de técnicas de imágenes neuronales, manipulación optogenética (controlar la actividad neuronal utilizando luz), análisis conductual, modelado computacional y análisis de conectoma (estudio de las conexiones neuronales).
Si bien la investigación se realizó en la mosca de la fruta, sus resultados proporcionan una base para comprender los procesos de sueño y vigilancia, no solo en insectos, sino potencialmente en otros animales, incluso en seres humanos.
¿Son similares el cerebro de la mosca y el del humano? Según señalaron los investigadores, el sueño en los humanos también se caracteriza por ondas lentas.
“En los humanos, conocemos una estructura cerebral que filtra la información de los estímulos y participa en la configuración de la actividad oscilatoria: el tálamo. Por consiguiente, podría haber paralelismos con los procesos del cerebro de la mosca, lo que podría reflejar un principio universal del sueño. Sin embargo, se requieren más investigaciones para comprobarlo”, afirmó Oswald.
Referencias de la noticia
Artículo en Nature. Network synchrony creates neural filters promoting quiescence in Drosophila.
Nota de prensa Hospital Charité. How flies sleep – and still manage to escape.