¿Cuál es la zona más lluviosa de Chile y por qué?
En Chile llueve mucho y muy poco a la vez. Existen zonas en que los acumulados anuales superan los 3000 mm y en otras en que con suerte llueven 5 mm. ¿Dónde llueve más en Chile y por qué?

Chile es un país extremadamente largo y con una topografía compleja. Lo que hace que la precipitación se distribuya de manera poco uniforme pero con algunos gradientes muy marcados. ¿Dónde llueve más en Chile?
Distribución de la precipitación en Chile
Para resolver la pregunta de qué región o qué zonas del país son las que reciben mayor cantidad de lluvia durante el año, basta con tomar los datos de medios de precipitación para un periodo climatológico y estudiar su distribución espacial. Sin embargo, no es tan sencillo.
Dada la intrincada topografía nacional, instalar estaciones meteorológicas no es nada sencillo y extrapolar los datos de las estaciones existentes tampoco será correcto en todos los rincones del país. Por eso, lo mejor será es datos grillados provenientes de reanálisis meteorológicos y datos satelitales.
Al tomar datos de alta resolución espacial, es posible con mayor claridad dos comportamientos importantes en las precipitaciones: primero, un aumento de oeste a este, casi en todas las latitudes del país (con excepción de la Patagonia donde ocurren cosas bastante distintas y que comentamos previamente en otro artículo), y segundo, un aumento de la precipitación de norte a sur.
En cuanto a los montos anuales, en las zonas bajas del norte del país es donde precipita menos. Pero en la cordillera del norte sí se acumula bastante precipitación durante el verano.
Desde la Región de Valparaíso, por la costa, hacia el sur, se superan los 300 mm de precipitación anual y se comienza a notar fuertemente el gradiente meridional de precipitación: Valparaíso con ~360 mm anuales, Curicó con ~600 mm, Concepción con ~980 mm y Valdivia con ~1700 mm. Osorno y Puerto Montt registran menos precipitación anual media que Valdivia, pero desde Castro hacia el sur, nuevamente los montos anuales comienzan a aumentar hasta alcanzar un máximo en Puerto Aysén, con más de 2200 mm al año.
En los datos grillados se aprecia una característica que no es evidente en los datos provenientes de las estaciones convencionales. Existe un aumento de precipitación en el sur siguiendo la Cordillera de los Andes. En la Región de Aysén, entonces, se superan los 3000 mm de lluvia anuales.
Causas físicas
El máximo relativo de precipitaciones en Valdivia y el máximo absoluto en Aysén tienen una razón similar: el paso de sistemas frontales y la interacción del flujo con la topografía.
Gran parte de la precipitación que cae en Chile proviene de sistemas frontales (o ciclones extratropicales) asociados a ríos atmosféricos, por lo que entender la frecuencia de impacto en el país de estos sistemas, nos ayudará a entender la distribución espacial de las lluvias.

Si se mira la frecuencia de ríos atmosféricos que llegan a Chile, se puede ver que existe un máximo centrado entre la región de Los Ríos y Aysén. Lo interesante, es que este máximo posee un desplazamiento hacia el norte en invierno, alcanzando a la región del Biobío, la Araucanía y Los Ríos.
Por otra parte, la frecuencia de perturbaciones en 500 hPa (o vaguadas), es máxima en invierno entre La Araucanía y Los Lagos. Esto viene a explicar el máximo de lluvias, principalmente invernal, en Valdivia.
En la Región de Aysén, el alto volumen de precipitaciones se debe en gran parte a su ubicación estratégica en la ruta de paso de sistemas frontales y ríos atmosféricos que ingresan desde el Pacífico durante todo el año. A diferencia de otras zonas del país, incluso en verano son frecuentes los días con lluvia, y los montos acumulados pueden ser comparables a los de invierno en la zona central. Por ejemplo, en Futaleufú, las lluvias estivales alcanzan cifras similares a las del invierno en Santo Domingo.
En contraste, la zona central de Chile presenta un régimen de precipitaciones marcadamente estacional, donde la mayor parte de la lluvia se concentra en invierno. Esto hace que, aunque los episodios de lluvia puedan ser intensos, la precipitación acumulada anual sea considerablemente menor que en el sur. La diferencia no solo se traduce en cantidad, sino también en continuidad: mientras en el centro hay largos meses secos, en el sur la lluvia es casi constante durante el año.