Desalinización para enfrentar la crisis hídrica: revelan el impacto de estos centros en las machas

La región de Coquimbo es la más angustiada frente a la escasez de agua, por lo que se anunció la licitación para concretar una planta desaladora. Por lo mismo, el centro científico Ceaza investigó su eventual influencia en estos moluscos

playa
La instalación de una desaladora podría palear, en parte, la crisis hídrica extrema de la Región de Coquimbo.

La Región de Coquimbo padece tal emergencia hídrica que ciudades como Ovalle están al borde del racionamiento de agua potable. Una realidad que hace años aflije al sector rural del norte chico y que está a punto de alcanzar zonas urbanas muy pobladas.

Ante esta realidad, este año, el presidente Gabriel Boric anunció que durante el segundo semestre de 2024 se iniciará el proceso de licitación para concretar una planta desaladora multipropósito en la afligida Región de Coquimbo.

Se estima que el centro podrá depurar 1.200 litros de agua por segundo para satisfacer la necesidad de la conurbación Coquimbo-La Serena (600 mil habitantes) e, incluso, apoyar con envíos de agua a lugares como Ovalle.

Según el catastro del Ministerio de Obras Públicas (MOP) en Chile operan 28 instalaciones desaladoras y otras 15 están en desarrollo para su concreción.

Su impacto

El mundo hay cerca de 20.000 plantas desaladoras, es decir, instalaciones en dónde se le quita la sal al agua marina para hacerla potable a través, en su mayoría, de un proceso llamado osmosis inversa.

planta desaladora vertiendo su agua residual al mar
El residuo del proceso de desalación es una salmoura, es decir, agua con una altísima concentración de sal.

El tema es que la sal sobrante del tratamiento se devuelve al océano. Los organismos marinos viven en un ambiente en que la salinidad se mantiene en torno a un valor relativamente estable (variable conservativa) con leves variaciones a lo largo del ciclo anual.

Cuando existen cambios anormales de la salinidad, se deben activar en ellos mecanismos para enfrentar este estresor.

“Los organismos que tienen la capacidad de moverse se trasladan a otras áreas para evitar altos niveles de salinidad, mientras que aquellos de baja movilidad o sésiles se ven forzados a mantenerse en estas condiciones con salinidades anómalamente elevadas, algunos podrán desplegar mecanismos que les permitan sobrevivir, mientras que otros se expondrán a efectos letales o efectos subletales”, detalla Patricio Manríquez, investigador asociado al Centro Científico CEAZA de Coquimbo.

Las machas

En Chile, las machas se distribuyen desde Arica hasta Chiloé y son muy importantes para la biodiversidad y la pesquería. Las machas (Mesodesma donacium) viven enterradas en la arena y sólo exponen a la columna de agua sus dos sifones asociados a su alimentación y respiración.

Cuando producto de las corrientes marinas, las machas pierden su postura natural (estar enterradas), y quedan expuestas a sus depredadores naturales o pueden ser arrastradas por las corrientes y el oleaje.

Por lo mismo, el Centro de Estudios Avanzados en Zonas Áridas (Ceaza) realizó una investigación para conocer los efectos de la “pluma salina” (aguas residuales salinas) en esta especie marina.

machas
Las machas se encuentran en gran parte de la costa de Chile y se extraen para consumo humano.

“En este estudio simulamos los efectos en el éxito de enterramiento y el tiempo de enterramiento de pequeñas machas luego de una exposición breve de 6 horas a salinidades anómalamente elevadas (similares a las esperadas en los puntos de descarga de una planta desaladora en el mar) y un rango de salinidades decrecientes hasta salinidades normales”, relata, Manríquez.

¿Y qué pasó?

Los principales resultados del estudio indican que, frente a la exposición ya detallada, no tiene efectos letales y no afecta su capacidad de enterrarse en la arena.

“Sin embargo, sí registramos efectos subletales manifestados en una disminución de la velocidad de enterramiento. Debido a que menores velocidades de enterramiento fuerza a las pequeñas machas a estar por más tiempo sobre la arena exponiéndolas a ser arrastradas por las corrientes marinas, oleaje y ser consumidas por sus depredadores naturales”, recalca Patricio Manríquez.

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La ubicación óptima de las plantas desalinizadoras, incluyendo sus sistemas de captación de agua de mar y descarga de salmuera, es la selección de emplazamientos costeros con una circulación intensa y biodiversidad reducida. Lo anterior, asegura una rápida dispersión y dilución de la pluma de salmuera, reduciendo a unos cuantos metros el área con niveles elevados de salinidad en el entorno del sistema de descarga y, por ende, el impacto ecosistémico”, concluye, Orlando Astudillo, investigador de Ceaza.

Enlace al estudio:
Manríquez, P.; González, C.; Abarca, A.; et al. Behavioural and physiological responses of the surf clam Mesodesma donacium to brine discharges, Science of The Total Environment (2024).