Descubrimiento de microfósiles: realmente un trabajo ¡de hormigas!

Los paleontólogos acaban de descubrir nuevas especies de mamíferos que habitaron hace millones de años, gracias a la recolección de fósiles realizadas por hormigas cosechadoras. Conoce más detalles, a continuación

hormiga cosechadora
Messor Barbarus nombre científico de la hormiga cosechadora, una de las miles de especies que habitan el planeta.

En el mundo existen más de diez mil especies de hormigas repartidas por todas partes, excepto en un único lugar donde no les gusta habitar: las zonas polares. Existe una especie en particular, que vive en grandes montículos de sedimentos en el sector oeste de Estados Unidos, la hormiga cosechadora, llamada así porque dedica gran parte de su tiempo a recoger semillas.

Su ímpetu de trabajo —pese a ser un ejemplo de esfuerzo— no es bienvenido por los agricultores del territorio, ya que les provoca graves problemas por su incansable cosecha, pudiendo incluso limpiar un terreno de aproximadamente un radio de 9 metros sin parar. A pesar de esto, el mundo científico las tiene como aliadas debido a un interesante descubrimiento.

Hormigueros convertidos en un gran tesoro paleontológico

Estos montículos son usados como hormigueros, construido por ellas mismas, principalmente con arena y diminutas rocas, junto a estos sedimentos recogen lo que encuentran a su paso y sin saberlo, acumulando los más pequeños fósiles del mundo.

Mientras las hormigas construyen estas especies de colinas como hogar, actúan como los coleccionistas de fósiles más pequeños del mundo.

Los científicos lograron descubrir este fabuloso tesoro al examinar 19 hormigueros de cosechadoras en Nebraska (EE. UU.), encontrando más de seis mil microfósiles de antiguos mamíferos, de tan solo unos cuantos milímetros de ancho.

Dientes fósiles de insecto
Diminutos dientes, de tan solo un par de milímetros, pertenecientes a Oligoryctes tenutalonidus, una nueva especie fósil de mamífero que se alimenta de insectos y tiene aspecto de musaraña. Imagen: Clint A. Boyd

Dentro de las especies se pueden encontrar pequeños dientes y fragmentos de mandíbulas de un tipo de roedor y un animal insectívoro parecido a la musaraña. Además, hallaron dientes de primates, parientes de conejos y una especie aún no identificada de murciélago.

A pesar de que estos fragmentos encontrados son de pequeño tamaño, cada uno de ellos pueden proporcionar una gran cantidad de información, como la ubicación de los dientes en el árbol genealógico de los mamíferos, por ejemplo.

Importancia de las hormigas coleccionistas

"El hallazgo es una fuente concentrada de fósiles que, de otro modo, implicaría un esfuerzo extra al tener que excavar en la roca... o simplemente años y años de tener que arrastrarnos con la esperanza de encontrar algo aislado", explica el coautor del estudio Clint Boyd, paleontólogo del Servicio Geológico de Dakota del Norte en Bismarck.

diente de murciélago
En los montículos también se encontraron fragmentos parciales de mandíbula y un diente de un murciélago, pero estaba demasiado fragmentado como para asignarlo a una especie en particular. Imagen: Clint A. Boyd

De esta manera, las hormigas han colaborado enormemente en el trabajo científico, ya que han podido utilizar estos fósiles, para comprender por ejemplo, la historia de Norteamérica hace unos 34 millones de años atrás, el período donde se puso fin a la era del Eoceno y el comienzo del Oligoceno. Época donde el planeta entró en un prolongado período de enfriamiento, lo que ocasionó extinciones de especies y la reorganización ecosistémica de la Tierra.