Descubrimiento: sustancia del veneno de araña brasileña puede usarse contra el cáncer

Investigadores descubrieron que una molécula presente en el veneno de la araña cangrejo Vitalius wacketi, que habita en la costa de São Paulo, tiene potencial para tratar el cáncer.

araña cangrejo Vitalius wacketi
La araña Vitalius wacketi es originaria de la costa de São Paulo y pertenece a la misma familia que las tarántulas, los Theraphosidae.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el cáncer es la segunda causa de muerte en el mundo, siendo responsable de alrededor de 9,6 millones de muertes solo en 2018. Se han realizado varios estudios con el fin de encontrar alternativas de tratamiento (e incluso una cura) para esta enfermedad.

Ahora, surge una nueva esperanza: en una investigación conjunta, científicos del Instituto Butantan y de la Sociedad Beneficente Israelita Brasileira Albert Einstein descubrieron una molécula en el veneno de la araña Vitalius wacketi con potencial para tratar el cáncer. El arácnido vive en la costa del estado de São Paulo (Brasil). Ver más información aquí.

¿Cómo el veneno de araña se convierte en un tratamiento prometedor del cáncer?

La molécula en cuestión (una poliamina) se extrae del veneno de la araña cangrejo Vitalius wacketi, que pertenece a la misma familia de las tarántulas, Theraphosidae. Estas moléculas fueron aisladas, purificadas y sintetizadas, dando como resultado el compuesto prometedor.

La sustancia fue sintetizada en el laboratorio del Instituto Butantan y purificada por el Einstein —eliminando posibles contaminantes y potenciando su efecto. Se eliminaron, en pruebas in vitro, células leucémicas, un tumor que afecta a algunas células sanguíneas, y también células leucémicas resistentes a la quimioterapia.

La molécula encontrada en el veneno de la araña brasileña Vitalius wacketi ofrece esperanzas para el tratamiento del cáncer, ya que logró eliminar células leucémicas en pruebas in vitro.

Esta sustancia tiene varios puntos positivos. Una diferencia es que logró eliminar las células tumorales mediante apoptosis (muerte programada), y no mediante necrosis. Esto quiere decir que la célula se autodestruye de forma controlada, sin provocar una reacción inflamatoria, lo que se transforma en una ventaja porque, generalmente, los tratamientos oncológicos más tradicionales provocan necrosis.

“La muerte por necrosis es una muerte no programada en la que la célula colapsa, provocando un importante estado inflamatorio. En la apoptosis, la célula tumoral indica al sistema inmunológico que está muriendo, para que luego pueda eliminar los fragmentos celulares”.

Thomaz Rocha e Silva, investigador del Hospital Albert Einstein.

"Una de las ventajas de la sustancia es que, debido a su bajo peso molecular, no hay problema de inmunogenicidad, cuando una sustancia extraña en el organismo provoca una reacción del sistema inmunológico", afirmó Pedro Ismael da Silva Júnior, científico del Laboratorio de Toxinología Aplicada del Instituto Butantan.

Además, otra ventaja es que la nueva molécula es pequeña y el proceso de síntesis es mucho más sencillo y económico que otros disponibles, lo que puede facilitar el acceso al producto.

Los siguientes pasos

La molécula se obtuvo mediante un proceso productivo innovador, resultado de muchos años de estudio, y por su gran potencial fue patentada por las instituciones.

La idea es licenciar la tecnología a una empresa que tenga la capacidad de producir la sustancia a gran escala y desarrollar pruebas en animales y, en el futuro, en humanos, si demuestra ser segura y eficaz. Ahora, las instituciones buscan alianzas con la industria farmacéutica para obtener las inversiones necesarias para seguir adelante.

“Ya hemos identificado posibles interesados y estamos en contacto con algunas empresas. Esto podría acelerar el estudio para que se convierta en un producto y pueda llegar más rápidamente a los pacientes”, afirmó el director de Innovación del Butantan, Cristiano Gonçalves.

Según los científicos, este descubrimiento ya está lo suficientemente maduro como para alcanzar nuevas etapas de desarrollo. Como próximos pasos, realizarán pruebas en células cancerosas de pulmón y huesos. Además, la tecnología se estudiará en células humanas sanas para confirmar que no hay toxicidad, es decir, si es selectiva y solo daña las células cancerosas.

Referencia de la noticia:

Portal do Butantan. “Em pesquisa conjunta, Butantan e Einstein descobrem substância em veneno de aranha com potencial contra células de câncer”, 2024.