El futuro de la Antártica: más verde y con fauna renovada

Un importante proyecto científico internacional ha establecido el posible futuro de la Antártica con base en los resultados de cientos de estudios de la última década. Encontraron que el cambio climático provocará cambios significativos en el continente blanco.

Adelie penguins in Antarctica
Pingüinos Adelaida en la Antártica.

La Antártica podría tornarse más verde y cálida, mientas que nuevas especies podrían mudarse. Al mismo tiempo, otras especies más acostumbradas al frío extremo podrían mermarse o extinguirse, dicen los investigadores.

Investigadores internacionales dirigidos por el Instituto Alfred Wegener (AWI), del Centro para la Investigación Polar y Marina, han reunido los hallazgos de cientos de estudios sobre la Antártica publicados en los últimos diez años para crear una evaluación integral del estado actual y las predicciones futuras para la Antártica y el Océano Austral.

La proliferación de investigaciones sobre la Antártica en la última década se debe en parte a los avances tecnológicos, como nuevos buques, estaciones y vehículos submarinos operados a distancia, algunos de estos últimos, incluso, pueden navegar por debajo del hielo, según AWI.

Ganadores y perdedores de la vida silvestre

Un hallazgo importante es que las aguas de la Antártica tiendan a volverse más cálidas debido al cambio climático, lo que a su vez aumenta la probabilidad de que especies de plantas y animales de regiones más cálidas migren hacia la Antártica.

Los científicos también esperan ver áreas costeras sin hielo durante el verano austral, que se volverán más verdes a medida que nuevos musgos o líquenes migren al área.

Colonia de pingüinos; Isla Decepción; Península Antártica
La Península Antártica gana más verde a medida que el calentamiento del planeta aumenta. Es probable que en un futuro cercano, musgos y líquenes proliferen no solo en la península sino que en toda la costa antártica.

Sin embargo, un calentamiento prolongado tendría serias consecuencias para las especies que están adaptadas a temperaturas extremadamente bajas. “Creemos que estas especies se retirarán a las últimas regiones extremadamente frías que quedarán en la Antártica”, dice el biólogo marino y coordinador del proyecto Julian Gutt del AWI. "Eso también significa que necesitaremos proteger esas regiones para salvar aquellas especies".

Se espera que las aguas de la Antártica sean mucho más ácidas debido a la absorción de dióxido de carbono desde la atmósfera, lo que provoca una disminución del pH de los mares. Los organismos que tienen caparazones de carbonato, como el joven krill antártico o los moluscos, tendrán serios problemas, dicen los científicos. “No podemos decir aún con seguridad si todos se extinguirán, o si algunas especies lograrán adaptar su metabolismo a las nuevas condiciones”, dice Gutt.

El krill es una fuente de alimento para los pingüinos Adelaida, que han disminuido en un 80% desde mediados de la década de 1970 en el norte de la Antártica, lo que los científicos creen que se debe en parte a la disponibilidad de krill.

Organismos que viven en el suelo del Océano Antártico, como las esponjas, pueden responder rápidamente a las condiciones mejoradas al crecer o reproducirse rápidamente. Sin embargo, son igualmente sensibles a las malas condiciones ambientales. Dados los grandes cambios que conllevará el cambio climático, estas especies también podrían estar en peligro, han concluido los científicos.

Pérdida del hielo marino

Mientras que la Península Antártica, que se extiende hacia el Atlántico Sur, se ha estado calentando desde hace ya algún tiempo, en los últimos tres años el calentamiento y la pérdida de hielo marino se han extendido a la Antártida oriental. Los expertos aún no pueden decir si este es el comienzo de una tendencia a largo plazo o solo un problema de corto plazo.

Pero temen que de cualquier manera, el cambio podría tener un impacto sustancial en el desarrollo futuro de la vida en el Océano Austral.