El futuro para el tratamiento del cáncer estaría en… ¿las bacterias?

Innovadora investigación revela prometedores resultados al diseñar bacterias que actuarían como “detectoras” de ADN liberado por células cancerígenas del tracto gastrointestinal.

Revisión por cáncer del tracto gastrointestinal
Datos de la Organización Mundial de la Salud posicionan al cáncer colorrectal como el tercero que causa más muertes a nivel mundial.

Probablemente sea una de las enfermedades más temidas y de las que afecta a más personas a nivel mundial. El cáncer se puede desarrollar en la mayoría de las células del cuerpo humano y puede aparecer a cualquier edad.

Datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) la posicionan como la principal causa de muerte liderando la lista el cáncer de mama, pulmón, colon y recto y próstata.

El mundo de la medicina y la ciencia no descansa, mostrando cada cierto tiempo nuevos resultados de investigaciones que buscan de una vez por todas, obtener formas eficientes para diagnosticarla de forma temprana y, en lo posible, desarrollar una “cura definitiva” para esta terrible enfermedad.

Una reciente investigación publicada en la revista Science de las universidades de San Diego, en EE.UU y de Adelaida en Australia, demostró que al usar bacterias modificadas genéticamente, estas fueron capaces de detectar material genético tumoral en intestino de ratas, “acusando” a las células enfermas para así ser destruidas por el sistema inmunológico.

Bacterias delatoras: ¿cuál es la señal de alerta?

Primero es necesario conocer el nombre de la protagonista: Acinetobacter baylyi. Este microorganismo no es causante de enfermedades en humanos y su “gracia” es que es una bacteria capaz de “robar” ADN de otras células e integrarlo al suyo —un proceso conocido como transferencia horizontal de genes—.

Los científicos aprovecharon esta característica para crear, a través de técnicas de ingeniería genética, un tipo de bacteria capaz de detectar una señal específica en las células cancerígenas en intestinos de ratones.

La técnica denominada por los investigadores como CATCH, permite a Acinetobacter baylyi identificar una mutación en un gen llamado KRAS, que se reporta como la causa de muchos tumores.

El nombre de la técnica coincide con la palabra “atrapar” en inglés, y es justamente lo que hace la bacteria modificada. Una vez que interactúa con la célula cancerígena enciende las alarmas para que así el sistema inmune entre en acción.

Una innovación que promete

Según se explica en el estudio, el desarrollo de estas bacterias “detectoras de cáncer" representaría una gran ventaja frente a otros métodos tradicionales con que la medicina actual diagnóstica e incluso trata este tipo de cáncer.

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La bacteria se vuelve resistente a una droga específica cuando esta toma el ADN que contiene la mutación asociada al cáncer, pero no pasa lo mismo con las bacterias no modificadas”, explican los autores.

Esto significa que se podría “cargar” a las bacterias modificadas con fármacos que afectarían solo a las células dañinas, sin ser, a su vez, destruidas por el sistema inmune que solo atacaría el tejido tumoral ¿Suena prometedor, verdad?

La modificación genética le permite a la bacteria sobrevivir en tejidos tumorales, lo que aumentaría la eficacia de los medicamentos usados en posibles tratamientos desarrollados con esta técnica.

Aunque los resultados dan una gran luz de esperanza, es bueno tener en cuenta que por el momento el estudio solo se ha realizado con ratones. Será necesario esperar lo que la ciencia tenga que decir al momento de replicar esta investigación en humanos.