El Salto de la Princesa: un romance eterno entre leyenda y naturaleza

Este mítico lugar en la Región de La Araucanía, no solo cautiva con su espectacular cascada y rica vegetación, también guarda una emotiva leyenda mapuche y destaca por su vital importancia ecológica

El Salto de la Princesa
A 22 kilómetros de Curacautín, se encuentra el Salto de la Princesa, una gran cascada que, aparentemente, surgió luego de una trágica historia de amor.

En el corazón de la Araucanía Andina, donde la magia ancestral se entreteje con la fuerza de la naturaleza, se encuentra el Salto de la Princesa. Este imponente velo de agua que se precipita desde 25 metros de altura, esculpido por la erosión del estero La Gloria sobre el río Cautín.

Rodeado de una exuberante vegetación nativa, este oasis de belleza alberga una conmovedora leyenda y un ecosistema de rica biodiversidad.

Una historia mapuche y un símbolo de amor trágico

La leyenda se remonta a los siglos XVI y XVIII, cuando los mapuches iniciaron intercambios con sus vecinos pehuenches y puelches. En uno de estos encuentros, el lonco Huillical, cautivado por la destreza de los jinetes a caballo, prometió grandes recompensas a quien le trajera uno de estos animales. Su obsesión creció al saber que un potro blanco llamado Malalcahuello era la joya de los pehuenches.

El lonco ofreció a su hija Rayén como premio por el caballo, quien amaba a Nahuelcura, un mestizo despreciado por su padre.

Tras días de búsqueda infructuosa, Quilacura, un pretendiente de Rayén, logró capturar al codiciado Malalcahuello. Al presentarlo ante Huillical, el lonco, cegado por su ambición, se preparó para cumplir su promesa. Sin embargo, Rayén, incapaz de soportar la idea de un matrimonio forzado, huyó con Nahuelcura.

Perseguidos por los guerreros de Huillical y acorralados al borde de un precipicio, los amantes Rayén y Nahuelcura se tomaron de la mano y se lanzaron al vacío.

Cuenta la leyenda que sus cuerpos se transformaron en las aguas cristalinas de la cascada, dando origen al Salto de la Princesa.

Un tesoro natural en la Araucanía

El entorno del Salto de la Princesa es un paraíso natural que alberga una rica biodiversidad. La zona, con su abundante vegetación que incluye helechos, musgos y arbustos nativos, ofrece un hábitat único para una variedad de especies.

Río Cautín
La buena visibilidad y el fácil acceso, a solo 500 metros del camino principal que une Curacautín con Malalcahuello, hacen de este lugar un destino popular para los amantes de la naturaleza.

Esta zona conocida como la Araucanía Andina, es el hogar de especies únicas de flora y fauna:

  • Zorro Culpeo, un animal de hábitos solitarios, muy oportunista en su alimentación, consumiendo desde pequeños mamíferos hasta frutos nativos y semillas.

  • Monito del Monte, un marsupial considerado un fósil viviente, habita los árboles desde la región del Maule hasta la región de Los Lagos. Esta especie nocturna está amenazada por la pérdida de su hábitat natural, los bosques templados.

  • Loro Choroy, un ave endémica de Chile, es conocido por sus grandes bandadas bulliciosas. Se alimenta de brotes, flores, frutos y semillas de vegetación nativa y habita en bosques de Nothofagus y araucarias.

  • Carpintero Negro, un ave de gran tamaño y color negro con cabeza roja en los machos, se encuentra en pareja o grupos familiares. Su tamborileo característico al golpear los árboles es inconfundible.

  • Araucaria o pehuén, es un árbol sagrado para los mapuches y puede alcanzar los 50 metros de altura y vivir hasta 200 años. Es endémica de Chile y Argentina.

  • Lenga, conocida por su coloración rojiza en otoño, crece en los bosques templados sudamericanos. Este árbol puede alcanzar hasta 30 metros de altura y es fundamental para el ecosistema de la región.

  • Morchella, un hongo comestible y de alto valor comercial, apreciado en el mercado europeo por su delicado sabor. Crece en los bosques de la Araucanía desde la primavera hasta el otoño austral.

El Salto de la Princesa no es solo una leyenda, es un símbolo de la conexión entre la cultura y la naturaleza. La historia de amor y sacrificio que envuelve este lugar nos recuerda la importancia de proteger nuestros tesoros naturales.

La conservación de este lugar y su biodiversidad es un acto de amor hacia la naturaleza y hacia las futuras generaciones.


Fuentes y referencias de la noticia:
- Araucanía Infinita. La leyenda del Salto de La Princesa: Una historia de amor trágica. (2024)
- Reconoce Chile. Salto de la Princesa - Cuaracautín. Publicado en la web de Reconoce Chile. (s.f)
- Teleflor. Flora y fauna de la araucanía: biodiversidad única en Chile. (s.f)