Islas de árboles: el experimento que hace florecer la biodiversidad en un mar de palma

En medio de plantaciones industriales en Sumatra, pequeñas parcelas reforestadas con especies nativas están demostrando ser clave para recuperar la riqueza natural perdida en vastas extensiones agrícolas

Isla de árboles
El proyecto realizado junto a universidades de Indonesia, muestra una alternativa concreta, escalable y adaptada a las realidades del sudeste asiático. Créditos de la imagen: Gustavo Paterno, de la Universidad de Göttingen.

Durante años, los paisajes de Sumatra, una isla en Indonesia, se han teñido de verde monocromático. Pero no es el verde del bosque tropical, sino el de las interminables plantaciones de palma aceitera que dominan el territorio y arrasan con la diversidad original.

Sin embargo, en medio de esa uniformidad impuesta, un grupo de científicos quiso probar otra idea: ¿y si bastara con plantar pequeños núcleos de árboles nativos para que el bosque comenzara a regresar?

Lo que parecía apenas un gesto simbólico se transformó, seis años después, en un resultado alentador.

Un oasis en medio del monocultivo

En lugar de reforestar grandes extensiones —algo costoso y poco realista en zonas agrícolas—, el equipo internacional liderado por la Universidad de Göttingen apostó por una estrategia más sencilla: crear 52 islas de árboles de distintos tamaños y con diferentes combinaciones de especies nativas dentro de una plantación industrial de palma en Sumatra, Indonesia.

Los resultados, publicados en Science muestran que estas “islas de árboles” sobreviven dentro de las plantaciones, atraen nuevas especies y reactivan la regeneración natural, abriendo la puerta a una restauración ecológica más efectiva y accesible.

Las islas más grandes, de al menos 400 metros cuadrados, fueron clave para que especies endémicas y forestales pudieran prosperar”, explicó Gustavo Paterno, investigador de la Universidad de Göttingen y autor principal del estudio en un comunicado de la institución.

En la publicación, el equipo detalla que la mayoría de estas nuevas plantas “llegaron solas”; traídas por el viento, por aves o por animales pequeños, demostrando que la naturaleza aún tiene recursos para regenerarse… si se le da una oportunidad.

La diversidad llama a la diversidad

Una de las claves del éxito de esta estrategia fue la variedad de especies plantadas en cada isla.

"Cuantas más especies arbóreas haya al principio, mayor será la diversidad funcional del ecosistema restaurado con el paso del tiempo".

Holger Kreft, coautor e investigador de la Universidad de Göttingen.

Según explica el estudio, esta diversidad funcional no es solo una cuestión estética o de conteo de especies: es vital para que los ecosistemas sean más resilientes frente al cambio climático, pues permite que distintas especies cumplan funciones complementarias en el ciclo del agua, la fertilidad del suelo y la captura de carbono.

Donde hay una isla, puede renacer un bosque

Aunque los resultados son prometedores, el grupo de investigación advierte que estas islas no reemplazan los ecosistemas originales. La biodiversidad que logran recuperar aún está muy por debajo de la que se encuentra en los bosques primarios, lo que refuerza la urgencia de conservar lo que queda intacto.

Sin embargo, el enfoque tiene un valor enorme en contextos donde la deforestación ya ocurrió y no hay vuelta atrás inmediata.

Estas islas pueden actuar como núcleos de vida, nodos de conexión entre fragmentos de selva, o incluso como laboratorios naturales para entender cómo regenerar suelos y comunidades ecológicas en otros paisajes agrícolas.

En medio de un mar de palma, estas pequeñas islas de árboles hicieron lo que parecía imposible, abriendo un espacio a la diversidad donde todo era repetición.

Más que un gesto simbólico, estas son acciones concretas con efectos visibles basadas en ecología aplicada y sentido común.

Este experimento que devolvió especies a una isla en Indonesia, nos plantea preguntas urgentes sobre cómo convivir con la tierra sin arrasarla. Porque a veces, para que el bosque vuelva, basta con dejarle un rincón donde empezar.

Referencias de la noticia

- Gustavo B. Paterno et al.,(2024). Diverse and larger tree islands promote native tree diversity in oil palm landscapes. Science.

- Universidad de Göttingen. (2024). Tree islands restore nature in oil palm plantations. Publicado en la web de la institución.