Kola: el punto más profundo de la Tierra excavado por la ciencia

Existe una puerta hacia el centro de la Tierra en un local de un proyecto científico abandonado en Murmansk, Rusia. ¿Porqué? Los residentes más cercanos también lo conocen como 'el pozo hacia el infierno'.

El hoyo más profundo de la Tierra
La perforación tiene apenas 23 centímetros de diámetro. No hay posibilidad de caer dentro de él.

Existe una puerta hacia el centro de la Tierra, que se ubica en los restos de un local de un proyecto científico abandonado en Murmansk, Rusia, no muy distante de la frontera con Noruega. Está completamente tapado y soldado, pero aún así, parece sacado de una película de terror. Una rápida búsqueda en internet sobre el agujero más profundo del mundo sugiere "Kola Superdeep Borehole grita". No es de admirarse que los habitantes locales lo llamen de "el pozo para el infierno".

¿Hasta dónde llega el agujero más profundo del mundo?

Conocido por Kola Superdeep Borehole (en español, el Pozo Superprofundo de Kola) el agujero más profundo jamás excavado llega a impresionantes 12.262 metros bajo el nivel de la superficie de la Tierra, una profundidad que llevó aproximadamente 20 años para ser alcanzada.

El agujero fue pensado para ser excavado "hasta donde más se pudiera". Según investigaciones previas, era esperado llegar hasta los 14.500 metros. Sin embargo, científicos e ingenieros fueron obligados a parar cuando se encontraron de forma inesperada con temperaturas excesivamente altas. A 12.262 metros bajo la superficie, las rocas de 2,7 mil millones de años de edad alcanzan temperatura cercanas a 180 ºC. Esto resultó ser casi dos veces más caliente que lo previsto por los investigadores.

Estas rocas parecen de plástico

Temperaturas tan altas como las encontradas deforman las brocas y tubos utilizados en la perforación. Incluso, las rocas se vuelven también más maleables. Los científicos rusos en Kola describieron que las rocas a estas profundidades se comportaron más como plástico que como tales. Desde a interrupción de la perforación en 1992, el Kola Superdeep Borehole mantiene el récord de ponto artificial más profundo de la Tierra.

Capas de la Tierra
Los científicos soviéticos querian aprender más sobre la corteza terrestre, para entender su proceso de formación y desarrollo.

Existen razones para el hecho que nosotros, humanos, escavemos las profundidades de la Tierra – por causa de la extracción de recursos, como combustibles fósiles y metales, o por motivos meramente científicos. Experiencias por la búsqueda de neutrinos, partículas subatómicas casi sin masa que son producidas en eventos astronómicos explosivos como estrellas explosivas y explosiones de rayos gama, necesitan que los sensores que los detectan sean colocados muy por bajo de la superficie de la Tierra.

Es el caso del Observatorio Neutrino IceCube de la Universidad de Wisconsin, ubicado en la Antártica. Estas profundidades son necesarias para detectar la débil señal de los neutrinos de la radiación de fondo más fuerte a la superficie da Tierra. En el caso del IceCube, sus experiencias se extienden hasta 2,4 km de profundidad, aproximadamente, a través de agujeros "excavados" al verter decenas de miles de litros de agua caliente para derretir el hielo.

Perforar el Pozo Superprofundo de Kola fue, en gran parte, puramente científico. Los investigadores soviéticos querían aprender más sobre la capa más externa de nuestro planeta -la corteza-, para comprender cómo ella se formó y cómo evolucionó.

¿Qué se aprendió con la perforación?

Los científicos quedaron estupefactos con lo que encontraron en dicho agujero. Primeramente, aprendieron, obviamente, que el mapa de temperatura del interior de la Tierra deberá ser actualizado, considerando las temperaturas más altas encontradas. A 70 km de profundidad, se encontraron fósiles de organismos marinos celulares de dos mil millones de años de antiguedad.

También, se encontró agua en estado líquido a profundidades mayores a aquellas que se pensaba posible encontrar. Los científicos piensan que el agua puede haber sido exprimida de los cristales de las rocas producto de la increíble alta presión encontrada.