Las nubes estratosféricas en el Ártico explican el calentamiento polar registrado en los modelos climáticos

Un estudio de la Universidad de Nueva Gales del Sur revela que las nubes estratosféricas sobre el Ártico son un eslabón perdido crucial en los modelos climáticos, destacando su interés en representar con mayor precisión el clima pasado, presente y futuro.

nubes estratosféricas
Un estudio reciente publicado en Nature Geoscience retrata la importancia de las nubes estratosféricas para el calentamiento global.

El cambio climático, como fenómeno global, ha adquirido un papel central en la agenda de los científicos, y un estudio reciente de la Universidad de Nueva Gales del Sur (UNSW Sydney) revela un eslabón perdido en los modelos climáticos: las nubes estratosféricas sobre el Ártico.

Si bien la temperatura promedio de la superficie de la Tierra ha aumentado significativamente desde el inicio de la Revolución Industrial, el calentamiento en las regiones polares supera las predicciones de los modelos climáticos. Esta disparidad —especialmente en la representación de climas de hace millones de años, cuando las concentraciones de gases de efecto invernadero eran altas— se vuelve crucial al proyectar los riesgos asociados con el calentamiento polar en el futuro, como el derretimiento de áreas glaciares y el permafrost.

El vínculo ignorado en los modelos climáticos revela desafíos e implicaciones para el cambio climático

El estudio dirigido por la Dra. Deepashree Dutta, graduada de la UNSW, ha identificado un elemento atmosférico clave que a menudo se ignora en los modelos: las nubes estratosféricas polares. Publicada en Nature Geoscience el 7 de noviembre, la investigación destaca la importancia de comprender estas nubes para una representación precisa del clima pasado, presente y futuro.

Los modelos climáticos, siendo simulaciones por computadora del sistema climático global, se basan en la comprensión teórica del clima. Sin embargo, debido a limitaciones computacionales, muchos modelos subestiman el calentamiento polar observado.

El Dr. Martin Jucker, del Centro de Investigación del Cambio Climático de la UNSW, explica que incluir más detalles en los modelos requiere mayores recursos, lo que da como resultado un equilibrio entre la resolución horizontal y vertical.

La investigación, además, arroja luz sobre una teoría propuesta por la paleoclimatóloga estadounidense Lisa Sloan en 1992: el calentamiento extremo en latitudes altas durante los períodos cálidos pasados puede atribuirse a las nubes estratosféricas polares. Estas nubes, que se forman a muy altas altitudes y bajas temperaturas sobre los polos, tienen efectos climáticos similares a los gases de efecto invernadero, reteniendo calor que de otro modo se perdería en el espacio y calentando la superficie de la Tierra.

Las nubes estratosféricas polares, también conocidas como nubes nacaradas debido a sus colores brillantes y luminosos, son muy difíciles de simular en modelos climáticos debido a las complejas condiciones de su formación. La incapacidad de reproducir estas nubes en modelos puede explicar la subestimación del calentamiento polar en los registros reales en comparación con las proyecciones.

Estudio revela el complejo papel de las nubes estratosféricas polares y sorprendentes implicaciones del Eoceno

Para probar esta teoría, la Dra. Dutta utilizó un modelo atmosférico que incorpora nubes estratosféricas polares, buscando simular condiciones de la época del Eoceno, hace más de 50 millones de años. Durante este período, el planeta Tierra experimentó un clima muy cálido y el Ártico estuvo libre de hielo durante todo el año.

Los altos niveles de metano durante el Eoceno resultaron una mayor formación de estas nubes, provocando un calentamiento local de hasta 7°C durante los meses más fríos del invierno.

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Sorprendentemente, la investigación presentada ahora ha revelado que no es sólo el metano el que desempeña un papel crucial en la formación de nubes estratosféricas polares. La disposición continental del planeta también es un factor importante.

Por tanto, las implicaciones para las proyecciones climáticas futuras son significativas. Aunque las nubes estratosféricas pueden explicar el calentamiento polar subestimado en los modelos actuales, la buena noticia es que la disposición continental necesaria para la formación de estas nubes no está presente hoy en la Tierra. Por tanto, los científicos no esperan un aumento tan significativo de estas nubes en el futuro.

Pese a los avances, es necesario mejorar los modelos climáticos

El estudio destaca la importancia de mejorar la precisión de los modelos climáticos incorporando detalles complejos, como las nubes estratosféricas polares. La Dra. Dutta concluye que, aunque teóricamente sabemos mucho sobre las nubes, su inclusión en los modelos climáticos es esencial para comprender completamente su impacto.

En última instancia, esta investigación no sólo constituye una pieza crucial para desentrañar por qué las mediciones de temperatura en el Ártico superan las predicciones de los modelos climáticos, sino que también ofrece nuevos conocimientos sobre el clima pasado de la Tierra. La investigación destaca claramente que hay mucho más que aprender sobre el clima, tanto del pasado como de cuál será el futuro del planeta.

Referencia de la noticia:
Dutta, D., Jucker, M., Sherwood, S.C. et al. Early Eocene low orography and high methane enhance Arctic warming via polar stratospheric clouds. Nat. Geosci. (2023).