Marejadas ciclónicas: el arma más letal de los ciclones tropicales

Los ciclones tropicales —huracanes o tifones— son fenómenos muy destructivos. Sus vientos son capaces de producir marejadas con olas gigantescas, capaces de arrastrar todo lo que se encuentre cercano a las costas afectadas.

Visión general de tres huracanes en el Caribe el año 2018: Irma, José y Katia (NASA).

Los ciclones tropicales (huracanes y tifones) son fenómenos naturales que se desarrollan en las zonas tropicales y subtropicales. Son muy frecuentes en las épocas de verano y también durante el otoño del hemisferio norte. Los intensos vientos y las fuertes lluvias, arrasan con comunidades completas, pudiendo matar a cientos y miles de personas, especialmente en lugares poco preparados.

Es por esto que la forma más usual de clasificar a los huracanes es por la intensidad máxima de sus vientos en superficie. Así, cada vez que un ciclón tropical alcanza vientos superiores a 120 km/h se clasifica como huracán, y cuando se superan los 200 km/h, estamos hablando de un huracán mayor.

Marejadas: más mortal que la lluvia y los vientos

Los ciclones tropicales tienen un arma que es incluso más mortal que los fuertes vientos: las marejadas ciclónicas (en inglés, storm surge). Solo en Estados Unidos, entre 1963 y 2012, las marejadas ciclónicas fueron responsables de casi el 50% de las muertes asociadas a ciclones tropicales.

Causa de muerte asociada a ciclones tropicales en EE. UU. entre 1963 y 2012, en porcentaje. Las marejadas ciclónicas causan cerca del 50% de los fallecimientos. Las lluvias son la segunda causa de muerte (27%) y los tornados observados dentro del radio del ciclón, apenas un 3%. Fuente: Rappaport (2014).

Estas marejadas son particularmente devastadoras en zonas costeras y áreas cercanas a la línea de costa de baja altura. Un caso emblemático y catastrófico del poder destructivo de estas marejadas ocurrió en Filipinas el año 2013.

El tifón Haiyan —conocido también como supertifón Yolanda— cruzó el centro de Filipinas, causando la devastadora cifra de 10 mil muertos. De acuerdo a las investigaciones, la mayoría de las personas fallecieron ahogadas producto del incremento del nivel del mar asociado a la marejada ciclónica, lo que muchos catalogaron como una especie de tsunami.

Las marejadas ciclónicas y los tsunamis tienen características de origen y forma muy diferentes, pero puede ser muy de devastadores. En ambos casos, se produce un incremento constante del nivel del mar, que termina inundando y arrasando todo a su paso.

El emblemático caso del Huracán Katrina el año 2005 es otro ejemplo del impacto de la marejada ciclónica. Cerca de 1500 personas fallecieron debido al impacto del ciclón tropical y la mayoría de las muertes se produjeron por la marea ciclónica. A nivel histórico, el ciclón más devastador conocido a la fecha ocurrió en Bangladesh el año 1970, matando entre 300 y 500 mil personas.

¿Qué vuelve tan mortal a la marejada ciclónica?

Los ciclones tropicales son máquinas de fuertes vientos que giran en torno a una baja presión. Debido a que estos ciclones se mueven sobre el océano, el viento comienza a producir un oleaje cada vez más grande alrededor del centro.

Son los vientos lo que finalmente producen la mayor parte de la marea ciclónica, y en general, a mayor intensidad de vientos, se esperan alturas de marea más altas.

Pero la intensidad de los vientos no lo es todo. Para que una marea ciclónica sea más o menos devastadora, se deben configurar varias condiciones. Por ejemplo, la marea astronómica: esta marea es el resultado de la atracción gravitacional de la luna sobre la Tierra.

Una marea ciclónica de unos varios metros, podría producir más daños si se combina justo con la máxima altura de la marea astronómica.

Otro factor a considerar es la forma en que impacta el huracán o el tifón a la costa. Las mayores alturas se concentran en los lugares donde el viento golpea en forma directa a la costa (de forma perpendicular).

Además, la velocidad de desplazamiento de un ciclón puede hacer una diferencia enorme. Si un huracán se queda estacionado o se mueve muy lento, la marejada ciclónica tiene más tiempo para actuar, produciendo un constante flujo de agua hacia el interior.

Antes y después del Huracán Katrina (2005). La fotografía muestra el nivel de devastación generado por la marejada ciclónica en Waveland, Mississipi. La casa fue completamente arrasada y lo único que sobrevivió en pie fue el árbol a mano derecha. Fuente: David and Kimberly King.

Finalmente, la forma de la costa juega un rol muy relevante. Sectores costeros muy bajos y con poca protección costera (como bosques, manglares o dunas) pueden verse más afectados.

Todos estos factores explican los motivos de algunos ciclones, como el huracán Ike (categoría 2) produjeron una marejada ciclónica de 6 metros, y otros huracanes más fuertes, como Charley (categoría 4) alcanzaron tan solo 2 metros de altura.

Devastación producida por el Tifón Haiyán. Foto: 8 de Noviembre de 2013. Tacloban, Filipinas.

En ese sentido, las marejadas ciclónicas deben siempre ser consideradas como un fenómeno peligroso en las costas afectadas por ciclones tropicales, independiente de la intensidad de dicho fenómeno en cuanto a vientos.

Marejadas ciclónicas también ocurren fuera de los trópicos

Las marejadas ciclónicas no son fenómenos exclusivos de los huracanes o tifones. Tal como su nombre lo indica, es una marejada originada por cualquier ciclón. En nuestro país somos afectados constantemente por sistemas de baja presión extratropicales, que finalmente pueden producir marejadas ciclónicas.

Sin embargo, las bajas presiones extratropicales tienden a producir vientos en superficie más débiles que su contraparte tropical, por lo que la marejada ciclónica también tiende a ser mucho más débil. De todas formas, ante la presencia de una tormenta, todas las zonas costeras se vuelven potencialmente peligrosas si se conjugan los distintos factores antes mencionados.