¿Sabes cuál es la diferencia entre tifón y huracán?

Nos encontramos en plena época de ciclones tropicales, esa imagen sorprendente que vemos desde el satélite con gigantescas ondas giratorias. ¿Sabes cómo se forman y por qué hacemos diferencia entre 'tifón' y 'huracán'? Aquí te contamos más sobre estas grandes tormentas.

Huracán y tifón
Huracán Florence en la costa de Estados Unidos, se puede ver claramente el 'ojo' del huracán. Imagen de satélite de septiembre del 2018 por la NASA

El 1 de junio empezó oficialmente la temporada de ciclones tropicales en el Océano Atlántico y en el Pacífico, y se extenderá hasta el mes de noviembre. Aunque siempre existe la posibilidad que tanto un huracán como un tifón se formen fuera de estas fechas, el 97% de ciclones tropicales ganan vida -y fuerza- entre estos meses. La tormenta tropical Cristobal ocurrió dentro de la temporada, pero Arthur y Bertha no.

Tifón y huracán, ¿qué los diferencia?

Ambos son ciclones tropicales, que se forman a partir de sistemas de baja presión sobre las aguas cálidas de los océanos tropicales. Estas tormentas en el pasado podían acabar con la vida de miles de personas por sorpresa, sobre todo a causa de las inundaciones costeras que acarrean y por el viento que puede superar los 120 kilómetros por hora.

En el noreste del Pacífico y en el Atlántico Norte se les da el nombre de 'huracanes', mientras que en el noroeste del Pacífico se les llama 'tifones'. Ellos nacen como una pequeña perturbación sobre la atmósfera y crecen hasta tener dimensiones gigantescas, así como también fuerza. Su ciclo de vida puede durar varias semanas. Para hacernos una idea, liberan más energía que la producción eléctrica total de un país como Cuba.

Tanto huracanes como tifones 'nacen' en la atmósfera cargada de humedad sobre los cálidos océanos tropicales.

A medida que va creciendo, el aire cálido y húmedo que alimenta estas tormentas permite la formación de potentes nubes que se nutren del calor del océano tropical. Este proceso, ligado siempre a unas temperaturas bastante altas, transforma un vórtice húmedo en un ciclón tropical.

Ojo del tifón
Ojo del tifón Trami sobre el Pacífico. Foto tomada el 25 de septiembre de 2018.

Predicciones y cambio climático

Por ejemplo, los huracanes en el Atlántico surgen de los 'remolinos' de nubosidad que se dirigen hacia el oeste desde el continente africano que, en función de su intensidad y de otros factores ambientales, pueden crecer hasta convertirse ciclones tropicales bastante severos. Los pronósticos numéricos del tiempo pueden servir para mitigar los efectos letales de la aproximación de un ciclón a sectores costeros poblados, siempre y cuando se adopten las medidas necesarias para la reducción del riesgo de desastres.

Tanto un huracán como un tifón maduro, suelen presentar unas sorprendentes ondas giratorias que producen lluvias copiosas mientras giran alrededor del 'ojo' del ciclón, como ha ocurrido con Cristobal. Algunos estudios científicos sugieren que la intensidad de los ciclones tropicales puede estar aumentando debido a que, como consecuencia del cambio climático, las temperaturas de la superficie del mar están más elevadas.

En algunos casos, las franjas de nubes giratorias pueden cambiar la intensidad de la tormenta y redistribuir los impulsos dentro de la misma. También se pueden alejar de los trópicos para volverse a intensificar, aunque lo más 'normal' es que los ciclones pierdan fuerza y se disipen al tocar tierra.