Sin reinas ni obreras: descubren fascinante modelo social de abejas en Costa Rica

Las hembras de abejas de orquideas cooperan para construir su nido y criar a la descendencia, desafiando las normas sociales que se suelen observar en estos insectos

Abeja de orquídea
El estudio observó un nido donde vivían 16 hembras adultas de abejas de orquidea, todas activas y todas criando.

Entre los árboles húmedos y las hojas brillantes del Pacífico costarricense, un grupo de abejas teje su hogar como si hubiesen pactado una tregua evolutiva.

Allí, a unos tres metros del suelo, un grupo de investigación encontró algo que no encajaba con lo que la ciencia sabía hasta ahora: un nido sin reina, sin peleas por el poder y sin subordinadas.

El estudio publicado en Biology Letters revela que estas abejas de orquídeas —polinizadoras clave de los trópicos— han desarrollado un sistema único.

Forman colonias fundadas por grupos donde ninguna domina sobre otra. Un "matriarcado" sin jerarquías, donde la cooperación es la norma.

Acuerdo de igualdad

Cuando varias hembras se instalan juntas, lo habitual en muchas especies de abejas es que una tome el control reproductivo. Sin embargo, en el caso de la especie Euglossa cybelia, la mayoría de las abejas estudiadas compartieron la maternidad.

El equipo investigador analizó la composición genética de las habitantes del nido y descubrió que no todas eran hermanas. Algunas compartían linajes, otras eran ajenas al grupo inicial.

Aun así, convivían y reproducían sin que una impusiera su dominio sobre las otras, lo cual es poco común entre abejas de comportamiento social primitivo.

Según explica el artículo, este tipo de cooperación sin jerarquía, conocido como “anidamiento comunal”, se ha observado antes en otras especies de insectos, pero rara vez con este grado de organización y en un nido nuevo.

Una casa demasiado costosa para construirla sola

Detrás de esta curiosa convivencia puede haber una explicación estructural. Literalmente.

El nido de Euglossa cybelia no se esconde bajo tierra ni dentro de un tronco. Está expuesto, colgando como una cápsula de resina brillante adherida a hojas grandes, y requiere una arquitectura elaborada que toma días en levantarse.

Según el estudio, construir la envoltura externa puede tomar más de seis días, y mucho más si se cuenta desde el primer depósito de resina pegajosa.

Abeja reina melífera
Este modelo se diferencia del de otras abejas sociales, como las meliponas o las abejas melíferas, donde una reina se encarga de reproducirse y las demás trabajan para ella. Aquí, en cambio, todas son reinas, o, más bien, ninguna lo es.

Para una sola abeja, ese esfuerzo puede ser titánico. Pero si varias hembras lo hacen juntas, el trabajo se reparte y el riesgo disminuye.

En este contexto, colaborar no es solo un gesto social, es una estrategia eficiente. Una suerte de cooperativa de abejas.

¿Una respuesta evolutiva al ambiente?

Hay un factor más que podría explicar este comportamiento: el entorno. La publicación explica que con el tiempo, las estructuras de resina se vuelven frágiles y porosas, las hojas que sostienen el nido se secan o caen y los parásitos aumentan dentro del nido como una amenaza constante.

Ante ese panorama, no parece viable seguir viviendo en la misma casa. La estrategia, entonces, es clara: mudarse y empezar de nuevo.

Pero construir desde cero no es tarea de una sola abeja. Y quizás por eso —por necesidad más que por altruismo— estas hembras han encontrado en la cooperación una salida evolutiva. Fundar juntas, criar juntas, sobrevivir juntas.

Mientras en el mundo humano discutimos sobre liderazgos y equidad, las Euglossa cybelia ya tienen una respuesta, un sistema donde la supervivencia depende del trabajo colectivo, no del poder.

Quizás, en sus nidos de resina brillante bajo la lluvia tropical, estas abejas guardaban un secreto que solo ahora empezamos a entender.

Referencias de la noticia

- Henske J., et al. (2025). Nest founding by mixed kin groups in communally nesting orchid bees. Biology Letters.