Tu memoria de los lugares no es estática. Cambia constantemente, según un estudio

¿Qué pasaría si tus recuerdos de lugares no fueran fijos? Esto es lo que demuestra un estudio científico, que tiende a demostrar que diferentes células se activan con el tiempo en lo que respecta a la memoria espacial.

ratón de laboratorio en las manos de un científico
Los ratones aprenderán más sobre la memoria espacial.

Metro-trabajo-sueño. Imagina la ruta que tomas cinco días a la semana para ir al trabajo. Luego piensa en la ruta que tomas para llegar a casa. Te la sabes de memoria, ¿verdad? Tomas la misma calle, pasas por el mismo edificio, te detienes en el mismo semáforo... ¡Podrías hacer esta ruta con los ojos cerrados! Tu memoria es infalible. Sin embargo, al contrario de lo que pensaban los científicos, parece que el cerebro "reinventa" la ruta por ti.

La memoria espacial se encuentra en el hipocampo

El camino a la panadería, al gimnasio o incluso al cine, ocurre en el lóbulo temporal. Durante décadas, los investigadores estuvieron convencidos de que la memoria espacial era fija. En resumen, que se activaban las mismas neuronas al seguir una ruta conocida. Pero un estudio publicado en la revista Nature parece desmentir esta idea.

La memoria espacial es fluida

Daniel Dombeck es profesor de neurobiología en la Universidad Northwestern de Illinois, EE. UU. Hace varios años, él y su equipo realizaron una investigación con ratones. El objetivo de los roedores era completar la misma ruta, en el mismo laberinto, todos los días.

El resultado fue sorprendente: aunque la ruta no cambiara ni un ápice, la representación neuronal de este camino, que se supone conocida, cambiaba cada vez. Esto contradice la creencia científica.

imagen de una estación de metro
Sabes tu ruta de memoria, y aún así...

Es la misma creencia de que cada célula tiene su propia “dirección”. Varios científicos especulan que se han alterado factores que explicarían las distintas secuencias neuronales. “Quizás corren más rápido ciertos días. Quizás los olores cambian de un día para otro. Quizás existan diferencias ambientales o de comportamiento sutiles e inevitables que alteran la experiencia general", se pregunta el profesor.

Aquí es donde entra en juego este nuevo estudio. En esta ocasión, el equipo optó por un circuito de realidad virtual, en el que los investigadores sumergieron a los ratones en cintas de correr. El circuito fue siempre el mismo y se tuvieron en cuenta todos los factores.

Se instaló ruido blanco para controlar los sonidos y se colocó un cono en el hocico de los ratones para controlar los olores. Todo se diseñó para que la prueba fuera lo más precisa posible. Los resultados se mantuvieron constantes, con solo entre el 5 y el 10 % de las células activándose en los mismos puntos del circuito.

En resumen, la memoria espacial dista mucho de ser fija, como explica el científico. «[...] La memoria espacial en el cerebro no es estable ni fija [...] No se puede señalar un grupo de neuronas en el cerebro y decir: 'Este recuerdo está almacenado allí’.

Al contrario, observamos que los recuerdos se transmiten entre neuronas. La misma experiencia involucrará neuronas diferentes cada vez. No se trata de un cambio repentino, sino de una evolución lenta».

Referencias de la noticia

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