Fiestas Patrias con sabor: los mejores aliños chilenos para tus preparaciones
Este 18, además de brindar con un buen vino o chicha y disfrutar de un asado en familia, recordamos que el verdadero sabor chileno está en esos toques de comino, ají de color, orégano, ajo o merkén que elevan cada preparación a un nivel patrio.

En Fiestas Patrias no sólo se celebran las tradiciones, la música y los bailes típicos, también la gastronomía ocupa un rol fundamental.
Y aunque muchas veces nos enfocamos en las carnes, las empanadas o las ensaladas, hay un detalle que marca la diferencia en cada preparación: los aliños chilenos. Sin ellos, nuestros platos perderían esa identidad única que conquista a todos en la mesa.
A continuación, te compartimos algunos esenciales, entre clásicos y menos conocidos, para que tu mesa patriota quede redonda.
El comino: el secreto de las empanadas
Si hay un aliño que no puede faltar en estas fechas, ese es el comino.
Su sabor intenso y ligeramente picante es el que le da carácter al pino de las empanadas y a muchas carnes al horno. Usado en su justa medida, aporta profundidad sin opacar los demás ingredientes, convirtiéndose en un clásico de la cocina nacional.
El ají de color: color y sabor en cada plato
Otro infaltable es el ají de color (o paprika), que no sólo da un tono rojizo atractivo, sino que también otorga un sabor ahumado y suave.

Es el aliado perfecto para guisos, empanadas y por supuesto, para aderezar las carnes del asado. Además, resalta el aroma de sopas y cazuelas, dándole ese toque casero y patrio.
El orégano: hierba aromática por excelencia
El orégano chileno, especialmente, el del norte, es reconocido por su potencia y frescura.
Es fundamental en los adobos, en las empanadas y en las ensaladas clásicas como la chilena (tomate, cebolla y cilantro). Su versatilidad lo hace indispensable en estas celebraciones, porque realza sabores sin saturarlos.
El ajo y el merkén: picor y tradición
El ajo es un básico en cualquier cocina, y en las Fiestas Patrias se convierte en protagonista de los aliños para carnes y empanadas.
A su lado, el merkén, condimento mapuche elaborado con ají cacho de cabra ahumado y molido, aporta un toque ahumado y picante que transforma preparaciones sencillas en verdaderos manjares llenos de identidad cultural.
Cilantro y perejil: frescura en la mesa
Entre tanta intensidad de sabores, no pueden faltar las hierbas frescas como el cilantro y el perejil. Son ideales para ensaladas, pebre o salsas frescas que acompañan carnes y empanadas.

Además, aportan color, aroma y un contrapunto fresco a los sabores más robustos de la cocina dieciochera.
¿Qué hacer con estos aliños?
Aquí reunimos tres preparaciones infaltables en las mesas dieciocheras, que destacan y realzan el sabor y textura de cualquier preparación:
Pebre chileno
El pebre es un básico al que es imposible resistirse: tomate, cebolla, cilantro, un toque de ají y limón.

Lo que muchos subestiman es la paciencia que requiere: dejar reposar unos 15-20 minutos después de mezclar permite que los ingredientes se integren bien y todo gane frescura sin que un ingrediente opaque al otro. Un secreto: picarlo para que quede grueso pero homogéneo.
Chimichurri casero
Perejil fresco, ajo, aceite, vinagre, orégano seco, ají en hojuelas, sal y pimienta: esta mezcla cobra todo su sentido si la preparas con anticipación.
Dejarla reposar hace que los sabores del vinagre, el ajo y las hierbas se fundan mejor, resultando en un aliño potente, pero equilibrado.
Chancho en piedra
Esta preparación lleva los sabores hacia lo más casero y profundo. Tomates maduros, ajo, ají rojo y aceite, con una pizca de sal.
El chancho en piedra destaca porque combina la rusticidad con la frescura del tomate, ají y el ajo. Y ese chorrito de aceite al final hace toda la diferencia, aportando brillo y envolviendo los ingredientes.
Los aliños son mucho más que simples condimentos: son parte de nuestra memoria culinaria y nos conectan con la tradición.
Este 18, además de brindar con un buen vino o chicha y disfrutar de un asado en familia, recuerda que el verdadero sabor chileno está en esos pequeños toques de comino, ají de color, orégano, ajo o merkén que elevan cada preparación a un nivel patrio.