Copihue en casa: claves de cuidado y multiplicación para que prospere esta primavera

¿Te ha pasado que compras un hermoso copihue en un vivero, lo instalas con ilusión en tu jardín o maceta, pero con el tiempo notas que no prospera? No estás solo.

El copihue (Lapageria rosea), flor nacional de Chile, es una planta exigente: no basta con trasplantarla, necesita condiciones muy específicas para crecer y florecer. Además, pocas personas saben que también puede multiplicarse, aunque es un proceso lento y desafiante. Aquí encontrarás una guía práctica para entender cómo cuidarlo y cómo reproducirlo en el momento oportuno.

¿Por qué el copihue no siempre prospera?

Aunque los viveros venden plantas con raíces aparentes y hojas vigorosas, el copihue es especialmente sensible al cambio de ambiente. En la naturaleza habita en bosques húmedos y sombreados del sur de Chile, donde crece entre la hojarasca rica en materia orgánica y bajo la protección de árboles nativos.

Cuando llega a un jardín urbano o a una maceta, suele enfrentar suelos inadecuados, exposición solar excesiva o falta de humedad ambiental, factores que explican por qué muchas veces no sobrevive.

Condiciones ideales de cultivo

Para que un copihue prospere, es fundamental recrear en lo posible el ambiente del que proviene. No se trata de reproducirlo exactamente, sino de ofrecerle las condiciones más cercanas.

• Sombra parcial: nunca debe recibir sol directo por varias horas, ya que quema sus hojas. Lo ideal es un lugar bajo árboles o en sombra luminosa.
• Suelo ácido y suelto: requiere un pH bajo (similar al de los bosques del sur). Puedes mezclar tierra de hojas, turba y perlita para asegurar ligereza y buen drenaje.

• Humedad constante: el copihue no tolera la sequedad. Es clave mantener la humedad del sustrato sin encharcarlo.
• Ambiente fresco: resiste mejor en lugares con veranos suaves. Si lo cultivas en climas cálidos, protégelo del calor excesivo.
• Materia orgánica abundante: el aporte de hojas descompuestas o compost de buena calidad imita la hojarasca de los bosques sureños.

En resumen, el éxito del cultivo radica en lograr equilibrio: suelo ligero y ácido, humedad estable y luz indirecta. Cuanto más se acerque el entorno a estas condiciones, mayores serán las posibilidades de que prospere.

Cuidados tras comprar un copihue

Cuando adquieres un copihue en vivero, lo mejor es darle un tiempo de adaptación antes de cambiarlo a su lugar definitivo. Lo ideal es esperar al menos unas semanas para que la planta se recupere del traslado y se fortalezca. Durante este tiempo mantenla en su maceta original, en un lugar protegido con sombra luminosa y humedad estable.

En cuanto al riego, evita siempre el agua con exceso de sales o cal. Una opción segura es utilizar agua de lluvia. El copihue necesita riegos frecuentes pero sin encharcamiento, ya que el exceso de agua pudre sus raíces.

Si decides trasplantarlo, opta por macetas profundas o un rincón sombreado del jardín, asegurando un sustrato ácido y rico en materia orgánica. Recuerda que es sensible a los cambios bruscos. También es importante protegerlo de heladas y corrientes de aire.

Multiplicación del copihue: cómo y cuándo intentarlo

El copihue puede multiplicarse por semillas, aunque este método exige paciencia: la germinación puede tardar semanas y las plántulas avanzan lentamente. Antes de sembrarlas, conviene lavar bien la pulpa gelatinosa que recubre la semilla, ya que contiene sustancias que inhiben la germinación. Se siembran en primavera en sustrato liviano y ácido, manteniendo la humedad de forma constante.

Otra técnica es el acodo, en el que una rama se entierra parcialmente hasta que forme raíces, idealmente en primavera o verano. Este método, aunque lento, es más seguro que los esquejes, que suelen tener baja tasa de éxito. En viveros especializados y laboratorios también se usan técnicas de micropropagación, pero son inaccesibles para la mayoría de los aficionados.