Flores con filtro solar: revelan pigmentos invisibles al ojo humano que las protegen y atraen polinizadores
Estudio revela que las plantas contienen compuestos “ocultos” que las protegen del sol y guían a sus polinizadores como insectos y aves.

Bajo el brillo evidente de los colores florales, existe un código invisible que usan para sobrevivir. Esto va más allá de atraer a los polinizadores con tonos llamativos: muchas especies han desarrollado un “escudo” químico que las protege del sol y, al mismo tiempo, guía a sus visitantes. Un doble truco evolutivo que acaba de ser documentado a gran escala.
Un equipo de científicos de España, Estados Unidos y Brasil analizó casi mil especies de flores polinizadas por animales. Lo que hallaron va más allá de la estética: descubrieron pigmentos invisibles, pero que están presentes en prácticamente todas ellas. Y aunque nuestros ojos no los detecten, los de las abejas y otros animales sí.
El filtro solar natural de las flores
Aunque no lo veamos, muchas flores llevan puesto un filtro solar natural. Se trata de los llamados fenilpropanoides absorbentes de radiación ultravioleta (UAPs, por sus siglas en inglés). Según la investigación publicada en la revista Scientific Reports, estos compuestos están presentes en el 99,8% de las flores analizadas.
Las abejas, por ejemplo, los detectan y los usan como guía hacia el néctar, como si las flores llevaran señales diciendo “aquí hay comida”.
“Las flores se revelan como órganos altamente sofisticados, cuya belleza visible solo es la punta del iceberg de una compleja red de adaptaciones evolutivas invisibles”, explica el profesor Eduardo Narbona, coautor del estudio, en un comunicado de la Universidad de Sevilla.
Desde Brasil hasta España: una estrategia universal
Para entender si este fenómeno era local o global, el grupo de investigación comparó flores de tres regiones muy distintas: el sur de España, California (EE.UU.) y el sureste de Brasil.
Además de los UAPs, muchas flores tenían antocianinas (responsables del color rojo y violeta), carotenoides (amarillo y naranja), y hasta clorofila, ese pigmento que asociamos más con las hojas que con los pétalos. Algunas especies mezclaban hasta cuatro tipos de pigmentos distintos.

El estudio señala que esa coincidencia entre regiones tan distintas sugiere que estos pigmentos invisibles cumplen funciones esenciales. Más que adornos, son piezas clave en la adaptación de las flores, tan eficaces que la evolución las ha conservado una y otra vez, sin importar el lugar del planeta.
¿Qué dicen estas flores sin hablar?
En un contexto de crisis climática y disminución de polinizadores, entender cómo las flores se adaptan a su entorno y cómo se comunican es crucial para proteger la biodiversidad.
Los hallazgos abren nuevas preguntas: ¿Podríamos aprender de estos pigmentos para desarrollar nuevos materiales? ¿Qué otras funciones invisibles cumplen?
Por ahora, solo sabemos que las flores no son simple decoración. Entre pétalos y pigmentos, nos enseñan que la vida opera también en lo invisible, en frecuencias que no podemos ver, pero que sostienen el equilibrio de la naturaleza.
Fuentes y referencias de la noticia
- Narbona, E., Del Valle, J.C., Whittall, J.B. et al. (2025). Transcontinental patterns in floral pigment abundance among animal-pollinated species. Scientific Reports.
- Vicerrectorado de investigación, Universidad de Sevilla. (2025). Un estudio señala que las flores albergan pigmentos invisibles que cumplen funciones clave en su supervivencia y reproducción. Publicado en la web de la institución.