Ideal para interiores: la planta trepadora que ama el otoño y casi no exige cuidados
Con hojas brillantes, crecimiento vigoroso y cero exigencias de sol directo, esta trepadora es perfecta para llenar tu casa de verde, incluso en los días más grises.

Aunque su nombre común no le hace mucha justicia, el “potus” es una de las plantas colgantes más queridas para interiores. Su verdadero nombre es Epipremnum aureum, una trepadora resistente, fácil de cuidar y poco exigente en luz, ideal para quienes buscan un toque verde sin complicaciones.
¿Pero de dónde viene ese apodo tan poco agraciado? Curiosamente, se originó por un error: una confusión con Pothos, el antiguo género al que pertenecía esta especie antes de ser reclasificada. Aunque hoy su nombre científico correcto es otro, el malentendido se popularizó tanto en viveros y entre aficionados, que terminó por quedarse.
Origen y características botánicas
El Epipremnum aureum es una planta perenne originaria del sudeste asiático, especialmente de las Islas Salomón. Pertenece a la familia Araceae, la misma que incluye a especies muy populares como los anturios, las calas o la costilla de Adán (Monstera deliciosa).
Esta planta se cultiva principalmente por su frondoso follaje, ya que raramente florece en interiores. Las flores solo aparecen en ejemplares muy maduros, y bajo condiciones tropicales muy específicas.

Sus hojas, en forma de corazón y de un verde brillante, pueden presentar atractivas variegaciones (manchas o vetas blancas, amarillas o cremosas) que dependen de la variedad. Entre las más comunes destacan la “Golden”, con matices dorados intensos; la “Marble Queen”, de mezcla blanca y verde; y la "Neón", con un llamativo verde limón casi fluorescente. Todas estas variedades necesitan buena iluminación para mantener sus colores intensos. En sombra profunda, sus hojas tienden a volverse más verdes y uniformes.
Cuidados de otoño
El Epipremnum no se detiene en otoño si recibe lo básico: luz moderada, riegos adecuados y temperaturas agradables.
- Luz: prefiere la luz indirecta brillante, pero tolera la semisombra. En otoño, ubícalo cerca de una ventana sin sol directo para aprovechar al máximo la luz natural.
- Riego: deja secar la capa superior del sustrato entre riegos. El exceso de agua es el principal enemigo en esta época.
- Humedad: agradece la humedad ambiental. Si usas calefacción en casa, pulveriza sus hojas o coloca un recipiente con agua cerca de la planta.
- Temperatura: lo ideal son temperaturas entre 15 y 24 °C. No tolera corrientes de aire frío ni ambientes muy secos.
Cómo propagarla sin complicaciones
Una de sus grandes ventajas es lo fácil que resulta multiplicarla. Basta con cortar un tallo sano que incluya al menos un nodo (el punto desde donde brotan las hojas) y colocarlo en agua.

En pocos días comenzará a desarrollar raíces blancas y finas, momento ideal para trasladarlo a tierra. Aunque la primavera es la estación más favorable para esta tarea, también puede hacerse en otoño si se mantiene el esqueje en un ambiente cálido y luminoso.
Problemas comunes y cómo evitarlos
Aunque es una planta muy resistente, puede presentar ciertos problemas, especialmente en interiores calefaccionados durante el otoño.
- Hojas amarillas: suele deberse a riego excesivo o drenaje deficiente.
- Puntas marrones: aparecen por aire seco o falta de humedad.
- Tallos blandos o pudrición: indican exceso de agua o baja temperatura.
Asegúrate de usar una maceta con buen drenaje, regula los riegos y evita exponer la planta a cambios bruscos de temperatura.
Más que decorativa: belleza y beneficios funcionales
Gracias a sus largos tallos largos flexibles, esta planta se puede dejar colgar desde estanterías, repisas o maceteros altos. También se puede guiar como trepadora si se le instala un tutor cubierto de musgo o fibra. Esta versatilidad la hace perfecta para baños con buena luz natural, salas de estar y dormitorios.

Pero, además de ser visualmente atractiva, el Epipremnum aureum fue una de las especies estudiadas por la NASA en su famoso informe de 1989 sobre plantas que ayudan a eliminar compuestos volátiles del aire en espacios cerrados.
Sin embargo, estudios más recientes matizan estos resultados: en condiciones reales, como las de una casa o departamento, su efecto purificador es más modesto de lo que se pensaba. Aun así, su resistencia, su capacidad de liberar oxígeno y su aporte al confort ambiental la mantienen como una de las plantas más recomendadas para interiores sin luz directa.
¿Es segura para niños y mascotas?
Aquí es donde hay que tener precaución, esta trepadora contiene cristales de oxalato de calcio que pueden causar irritación si se ingiere. No es letal, pero sí tóxico para gatos, perros y niños pequeños si muerden las hojas.
Lo mejor es colocarla en lugares elevados o inaccesibles si compartes tu hogar con curiosos de cuatro patas o pequeños exploradores. Su crecimiento colgante facilita encontrarle un lugar bonito y seguro.