Respira mejor: las 7 plantas que limpian el aire de tu hogar
Transforma tu casa en un pequeño pulmón verde. Estas siete plantas de interior no solo decoran, también eliminan toxinas y mejoran la calidad del aire que respiras cada día.
A veces olvidamos que el aire que respiramos dentro de casa puede estar más contaminado que el del exterior. Pinturas, productos de limpieza, muebles nuevos o el humo del cigarro liberan sustancias invisibles que, con el tiempo, afectan nuestro confort y salud.
Por suerte, hay una forma sencilla y natural de contrarrestarlo: las plantas. No solo purifican el aire, también aportan calma, color y una sensación de frescura que cambia por completo cualquier ambiente. En esta guía te mostramos siete especies que combinan belleza, resistencia y poder desintoxicante. Tenerlas en casa no requiere experiencia, solo cariño, luz y un poco de agua.
Espatifilo (Spathiphyllum wallisii)
También conocida como “flor de la paz”, el espatifilo es una de las plantas más completas para interiores. Su capacidad para eliminar amoníaco, formaldehído y tricloroetileno la convierte en una aliada ideal para espacios cerrados o con poca ventilación.
Agradece la luz indirecta y un sustrato siempre húmedo, sin encharcar. Cuando florece, sus brácteas blancas parecen velas encendidas, aportando serenidad y un toque sofisticado al entorno. Perfecta para dormitorios o salas de estar donde busques paz visual y un aire más limpio.
Lengua de suegra (Sansevieria trifasciata)
Resiste la sequía, la sombra y hasta el olvido. La lengua de suegra no solo purifica el aire, también libera oxígeno durante la noche, algo poco común en el reino vegetal.
Esto la hace perfecta para el dormitorio: mientras duermes, ella trabaja. Absorbe dióxido de carbono y elimina toxinas comunes en los ambientes urbanos. Basta regarla una vez cada 15 días y mantenerla en un rincón luminoso para disfrutar de su presencia escultórica y su increíble resistencia.
Helecho de Boston (Nephrolepis exaltata)
Con su follaje exuberante y verde brillante, el helecho de Boston aporta vida a cualquier ambiente.
Pero su belleza va más allá: es un excelente purificador de formaldehído y xileno. Ama los espacios luminosos sin sol directo y agradece la humedad ambiental, por lo que un baño o una cocina pueden ser su sitio ideal. Pulverizar sus hojas un par de veces por semana lo mantendrá frondoso y feliz.
Palma de bambú (Chamaedorea seifrizii)
Si buscas un aire más fresco y un ambiente de resort sin salir de casa, la palma de bambú es tu aliada. Además de eliminar benceno y tricloroetileno, libera humedad y mejora la calidad del aire.
Luce fantástica en livings o pasillos amplios donde pueda lucir su porte vertical y frondoso. Tolera la luz filtrada y los riegos moderados. Es una de las favoritas para oficinas y departamentos por su aspecto exótico y su bajo mantenimiento.
Potus (Epipremnum aureum)
El potus es una planta generosa: crece rápido, se adapta casi a cualquier rincón y purifica con eficacia sustancias como el formaldehído o el xileno. Su follaje colgante, en forma de corazón, le da un aire romántico y vivaz a repisas, estanterías o maceteros colgantes.
Prefiere la luz indirecta y los riegos moderados. Además, puede crecer en agua, lo que la convierte en una opción ideal para quienes recién comienzan a llenar su casa de verde. Verla crecer casi sin esfuerzo genera una satisfacción difícil de igualar.
Lirio de la araña (Chlorophytum comosum)
El lirio de la araña (también llamado “cinta”) es una campeona en limpiar monóxido de carbono y formaldehído, habituales en hogares urbanos.
Es resistente, de rápido crecimiento y produce hijuelos que puedes replantar fácilmente, regalando nuevas plantas sin gastar un peso. Funciona bien en lugares luminosos, pero tolera la sombra. Solo necesita riegos regulares y cariño. Su forma arqueada y sus tonos verdes y blancos aportan dinamismo y frescura.
Ficus elástica (Ficus robusta)
El ficus elástica es un clásico de los interiores amplios y bien iluminados. Sus hojas gruesas y brillantes actúan como verdaderos filtros naturales, atrapando polvo y eliminando formaldehído del ambiente.
Es una planta noble, que puede acompañarte por años. Basta limpiar sus hojas con un paño húmedo cada cierto tiempo y mantenerla lejos del sol directo. Su porte firme y su brillo natural aportan un aire de calma y sofisticación.