Bajas segregadas dejarán precipitaciones y tormentas en la zona central: hasta 8 mm podrían caer en estas regiones

El paso de bajas segregadas dejará un breve episodio de precipitaciones en el centro del país, especialmente el jueves. El ambiente se mantendrá fresco y con nubosidad variable, un respiro primaveral antes del regreso del calor el fin de semana.

Noviembre comienza con un ambiente más fresco y nuboso en la zona central de Chile. Luego de varios días soleados y temperaturas cercanas a los 30 °C, el paso de configuraciones en altura —conocidos como bajas segregadas— traerá precipitaciones débiles, sobre todo en sectores interiores y precordilleranos.

Este tipo de sistemas se caracterizan por dejar chubascos aislados, nubosidad abundante y un descenso en las temperaturas máximas, generando una pausa temporal en las condiciones cálidas típicas de la primavera avanzada.

Bajas segregadas: un alivio primaveral

Durante el jueves (07), una baja segregada afectará la zona central, dejando precipitaciones débiles y ocasionales tormentas eléctricas en sectores interiores entre las regiones de Valparaíso y Ñuble. En Los Andes se esperan cerca de 5 mm, mientras que en Rancagua podrían acumularse hasta 8 mm, acompañados de probabilidad de tormenta durante la tarde. En Santiago, las precipitaciones llegarían durante la noche con un poco más de 3 mm, mientras que en Talca y Chillán se estiman entre 3 y 4 mm respectivamente.

Mientras una baja segregada impacta la zona centro norte, otra comienza a gestarse más al sur, con proyección de afectar la zona centro sur durante el domingo 9.

En la costa, las precipitaciones serán mucho más débiles y localizadas. Ciudades como Pichilemu, Cobquecura y Constitución podrían registrar apenas trazas de agua, entre 0.4 y 0.5 mm, con cielos cubiertos y temperaturas que no superarán los 16 °C. Más al sur, Concepción y Los Ángeles también podrían recibir lluvias dispersas con acumulados menores a 1 mm, manteniendo un ambiente templado y húmedo.

Nubosidad presente en la zona central

Tras el paso de la baja segregada, el tiempo mejorará gradualmente el viernes (08), dando paso a cielos con nubes y claros, temperaturas moderadas y mañanas más frescas. Santiago alcanzará los 23 °C, Rancagua los 21 °C y Los Andes los 23 °C, con cielos despejados durante la tarde. En la costa, persistirá la nubosidad matinal y la niebla, especialmente en Valparaíso y Constitución, donde el sol se dejará ver solo por momentos.

Si bien la semana en general será fresca, el sábado 8 se perfila como el día más frío de la semana. El resto de los días se verá afectado por la nubosidad asociada a las bajas segregadas.

El sábado 9 predominará el ambiente soleado, con temperaturas en aumento: 26 °C en Los Andes, 25 °C en Chillán y hasta 27 °C en Talca, reflejando el rápido retorno del calor primaveral.

Sin embargo, el fin de semana no estará completamente estable: durante el domingo (10), una nueva baja segregada podría acercarse a la zona del Biobío, generando nubosidad abundante y chubascos aislados en Concepción y sectores cercanos.

Precipitación prevista a las 18:00 horas del jueves y del domingo, los periodos de mayor intensidad de lluvia. Se observa cómo ambas bajas segregadas impactan de forma diferente, con la primera afectando la zona centro norte y la segunda extendiendo las precipitaciones hacia el centro sur.

Este patrón de nubosidad variable y temperaturas moderadas es característico del mes de noviembre, cuando la atmósfera comienza a transitar entre los últimos sistemas fríos del año y el establecimiento de las condiciones cálidas de verano.

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En términos generales, la primera semana de noviembre se presentará con frescura, nubosidad y algunas precipitaciones débiles en el centro y sur del país. Las temperaturas máximas oscilarán entre 17 y 26 °C en la zona central interior, mientras que en la costa se mantendrán entre 15 y 18 °C, con mínimas cercanas a 8 °C.

Las bajas segregadas, aunque no son intensas, juegan un rol relevante en la climatología primaveral de Chile central. Además de aportar algo de humedad al suelo, ayudan a mantener controladas las temperaturas y a disminuir el riesgo de incendios forestales en esta época del año. Este tipo de sistemas suelen ser más frecuentes entre octubre y diciembre, antes de la consolidación definitiva del anticiclón del Pacífico.