ECMWF y Meteored pronostican un invierno más cálido y más seco entre Coquimbo y Los Lagos
La megasequía parece no querer seguir en retirada. Luego de dos inviernos con saldos positivos, los pronósticos para este 2025 parecen ratificar que el déficit de lluvias se mantendrá en la nueva estación.

Para quienes trabajan con datos climáticos, el invierno comenzó este 01 de junio. Y aunque empezó con lluvias sobre varias regiones, al concluir la historia, el final puede no ser tan feliz como muchos desearíamos.
Sí, porque los datos del modelo de pronóstico climático del Centro Europeo de Pronóstico de Mediano Plazo (ECMWF) usado por Meteored para elaborar sus pronósticos, nos indican que los tres meses "más lluviosos" del año en Chile central y sur no lo serían tanto.

De hecho, el modelo SEAS5 del ECMWF proyecta una región con precipitaciones por debajo del promedio, desde Coquimbo y al menos hasta la Región de Los Lagos, siendo más agudo el panorama para el mes de junio de 2025.
Este invierno podría dejarnos sedientos de agua y frío, ya que, además de presentar menos lluvias de las que debieran caer, las temperaturas podrían ser más cálidas sobre algunas regiones de Chile.

Si bien la zona central y sur tendrían una condición más próxima de la normalidad —o promedio—, la zona cordillerana de este tramo presentaría temperaturas más elevadas, jugando en contra del acúmulo de precipitaciones nivales, que son una reserva de agua para el periodo seco del centro sur del país.
Así, con menos agua —y menos nieve— sumado al aumento de temperaturas, el término megasequía podría volver al cotidiano de quienes habitan la zona central de Chile.
Sistemas frontales tendrían dificultad para avanzar al centro sur de Chile
Las anomalías positivas de precipitaciones proyectadas para los próximos meses en sectores de la Patagonia son un indicio de altas presiones más fortalecidas sobre el centro y sur del país.
Dado que el anticiclón cálido del Pacífico en esta fecha se encuentra más retraído hacia el área oceánica, la probabilidad que altas frías migratorias se ubiquen, por algunos días, sobre la zona central y parte del sur de Chile no es algo improbable.
La alternancia de estos anticiclones con la vaguada costera, podría jugar a favor del aumento de las temperaturas en sectores de precordillera y cordillera, además de dejar periodos con alta estabilidad atmosférica.
Mala calidad del aire: una consecuencia de la estabilidad atmosférica en el invierno
Así como lo hemos visto por estos días, la presencia de altas presiones frías han favorecido el acúmulo de contaminantes producto del incrementado la estabilidad.
En una atmósfera estable, la mezcla vertical de gases y partículas es reducida, pues el espacio que los contaminantes tienen para diluirse es menor, dado que el aire frío tiene una inversión térmica de subsidencia más baja —la inversión se subsidencia actúa como una tapa de olla, atrapando los contaminantes cerca de la superficie.

En general, la presencia de las masas de aire fría, asociada a altas migratorias, deja los contaminantes —como el material particulado emitido por la quema de biomasa para calefacción— 'atrapados' a pocos metros sobre nuestras cabezas.
El aire tiene a "llenarse" más rápido de contaminantes, incrementando los problemas de salud de quienes tienen alguna afección respiratoria que se agudiza en episodios críticos de contaminación.