¿Aún te sale agua de la llave? El racionamiento ya es una realidad

Ni en Chiloé se libran del corte en el suministro a diario. En Santiago, las comunas del sector oriente están con riesgo inminente. Mientras, una investigación detalló la venta de agua que algunos empresarios agrícolas realizan al Estado en Petorca.

Llave goteando
En varios lugares de Chile, abrir la llave del agua es casi una ruleta rusa. La escasez hídrica ya está cobrando sus primeras víctimas, y el panorama futuro no se muestra alentador.

Si abres la llave y aún te sale agua de ella, debes saber que eres una(o) afortunada(o). El racionamiento de agua en Chile es una realidad desde hace años en localidades que se abastecen por el sistema de Agua Potable Rural (APR), aunque este verano 2022 la situación se ha tornado aún más crítica ante la escasez hídrica y el desamparo en que viven las comunidades debido al inadecuado modelo de gestión del agua que todavía impera en el país.

En Chile, cerca de 400 mil familias reciben agua en camiones aljibes porque sus norias se han secado, incluso, en sectores de la Patagonia. Una cifra que aumenta debido a que los pozos que abastecen las APR (iniciativa gubernamental de cobertura para las zonas rurales surgida en 1964) están corriendo la misma suerte.

¿Dónde padecen racionamiento de agua debido al secamiento de las APR? La lista es larga comenzando, por ejemplo, con Quemchi en Chiloé; allí, el suministro se corta todas las noches entre las 20.00 y 07.00 horas. Sí, también en el archipiélago de Chiloé, los camiones aljibes son parte del paisaje.

184 de las 346 comunas del país (53,2%) se encuentran bajo decretos de escasez hídrica, lo cual involucra a cerca de 1.500.000 personas de sectores rurales entre las regiones de Atacama y Los Lagos.

Y así, en lugares de las comunas de Chanco, Colbún, San Javier, Maule, Río Claro, Licantén, Nogales, entre muchos otros, los sistemas de Agua Potable Rural ya no bombean agua desde la capa freática hacia la superficie.

¿Racionamiento en las grandes ciudades?

La realidad que padecen comunidades rurales está cada vez más cerca de alcanzar los centros urbanos. Ciudades como Illapel o Valparaíso han estado a horas de quedar sin suministro de agua potable.

Nunca hemos descartado un racionamiento. Estamos haciendo todo para evitarlo”, asegura Alfredo Moreno, ministro de Obras Públicas. La autoridad advierte que “la situación es muy difícil. Hay pequeñas ciudades que dependen de las napas que están bajando. Cuando son pequeñas se pueden solucionar de una forma, pero cuando son de un tamaño más grande, el racionamiento se hace imprescindible. No hemos llegado a eso, pero hemos estado muy cerca”.

En el caso particular de Santiago, el superintendente de Servicios Sanitarios, Jorge Rivas, confirma que existe "riesgo concreto" de racionamiento en comunas como Las Condes, Vitacura y Lo Barnechea debido al déficit del río Mapocho.

"Estamos alertando, porque vemos una situación delicada para estas tres comunas, a diferencia del resto de Santiago, donde la inmensa mayoría de las comunas se abastece del río Maipo que cuenta con el embalse El Yeso. Vamos a pasar con lo justo, porque la situación también es muy compleja en el Maipo”, sostuvo Rivas en radio Cooperativa.

El negocio del agua

Mientras quienes sí cuentan con derechos de aprovechamiento de agua, precisamente están ‘aprovechando’ la situación. ¿Cómo? Vendiéndole al Estado de Chile, el mismo que se las otorga de manera gratuita y a perpetuidad, para que este la reparta agua en camiones aljibes.

Así lo comprobaron los investigadores de la Universidad de Chile, tras realizar un exhaustivo análisis a la distribución de agua en la provincia de Petorca, región de Valparaíso.

Al estudiar 1.753 órdenes de compra de agua emitidas por la Gobernación de Petorca, entre los años 2012 y 2018, se estableció que, de los cinco proveedores principales, por lo menos tres cuentan con derechos inscritos para uso agrícola. Estos concentran el 43% de los ingresos totales durante el lapso en cuestión.

Agua siendo repartida
En muchos lugares del país se depende de camiones aljibes para el abastecimiento de agua para consumo humano. Lamentablemente, algunos sacan provecho monetario de esta crítica situación.

En total se movilizaron 1.494.492 metros cúbicos de agua en Petorca durante los seis años, lo cual implicó pagos por 8.754 millones de pesos para abastecer a 41 localidades con un precio que varió entre 2.500 y 17.000 pesos por metro cúbico pagados con fondos de emergencia del Ministerio del Interior.

“Nuestros resultados demuestran la creación de un mercado que se basa en los excedentes de agua que pueden tener ciertos actores, incluso, en zonas de extrema sequía. Mientras que las comunidades de APR necesitan de agua potable por medios de emergencia, hay empresas y personas naturales, principalmente del rubro agrícola, que tienen un superávit hídrico que pueden distribuir en el mercado de venta de agua por camiones aljibe”, detalle la investigación.