¡Buenas, bueeenas! En agosto y septiembre podrían aparecer las lluvias

Hasta el momento, el presente mes está entre los julios más secos en la historia reciente de la zona central de Chile, pero este panorama podría cambiar. Mientras, climatología estima que tenemos un 60% de probabilidades que regrese La Niña hacia fines de la primavera.

Gato mirando lluvia por la ventana
El mes de los gatos podría venir con lluvias. Los últimos cambios en las variables climáticas hacen proyectar una condición más favorable a las lluvias que lo tenido hasta el momento.

Durante julio del año 1950, Santiago de Chile acumuló 0,1 milímetro de agua lluvia caída transformándose en el séptimo mes del año más seco en 9 décadas de registros para la capital del país, según los datos que encontramos en los anuarios de la Dirección Meteorológica de Chile (DMC). Luego le sigue el julio de 1998 con 0,2 milímetros y, hasta el momento, el presente mes de 2021 se quedaría con la tercera ubicación al sumar escuálidos 0,3 milímetros de agua.

¿Cambiará este preocupante panorama? Lo más probable es que sí. “Para lo que resta del invierno (agosto y septiembre) tenemos incertidumbre, lo que podría ser bueno, porque hasta hace poco el pronóstico era enfático en mostrar déficit de precipitaciones en la zona central con respecto a los promedios históricos. Esta vez es distinto, porque desde las regiones de Valparaíso y Metropolitana hasta el Biobío no está tan claro que sea un invierno bajo lo normal en cuanto a las medias de lluvias para estos meses”, afirma Diego Campos Díaz, climatólogo de la DMC.

Hay gran incertidumbre en cómo terminará el invierno en la zona central. La probabilidad de ser un invierno muy seco ha cambiado, por lo que estamos optimistas en que se reciban más lluvias durante agosto y septiembre.

¿Qué significa? “Que se ha reducido la probabilidad gigante que teníamos de un invierno seco. Esto ha cambiado últimamente, por lo que avizoramos condiciones que puedan favorecer las precipitaciones. Por eso estamos optimistas que agosto y septiembre llueva para recuperar el agua que no ha caído hasta el momento en la zona central. Hay esperanza”, nos ilusiona el meteorólogo.

El especialista anticipa que hay más certidumbre en que “agosto y septiembre serán lluviosos desde Biobío hasta Aysén”. Estas son buenas proyecciones considerando que la zona central ronda un 60% de déficit de precipitaciones a la fecha, mientras que el sur del territorio está un 40% al debe en materia de lluvias este año.

La Niña, el regreso

Si ampliamos la mirada climática hacia la primavera y el verano, las señales que entregan las aguas superficiales del Océano Pacífico Ecuatorial apuntan hacia el regreso del Fenómeno La Niña (enfriamiento). Por el momento nos encontramos en una fase neutra (sin El Niño ni la Niña), pero esto podría cambiar en los próximos meses.

¿Es posible que después de La Niña regrese La Niña? “Cuando el Fenómeno La Niña termina no es tan común que luego venga El Niño. Esa es una asimetría, porque habitualmente después del fenómeno El Niño, sí viene La Niña tras el periodo de neutralidad. En cambio, al revés, no se da este patrón. De hecho, es más común que luego de La Niña vuelva La Niña”, ilustra Diego Campos.

De acuerdo con las proyecciones de los modelos climáticos existe un 60% de probabilidades que vuelva La Niña. “Aún no es una probabilidad muy alta, pero está apuntando a su regreso entre la salida de la primavera y la entrada del verano”, anticipa el especialista.

¿Qué magnitud? Si se llegase a presentar no sería muy intensa, o, más bien débil de frentón. ¿Duración? No se extendería por un periodo muy prolongado, “lo que es interesante, porque no coincidiría con la temporada lluviosa del próximo año. Es decir, en el invierno 2022 debiéramos estar en un periodo de neutralidad como ahora”, dice Campos.

Verano 2022

Este verano 2021 las temperaturas extremas nos dieron un respiro luego de temporadas estivales en que las máximas batían récords tras récords. Es más, en la costa de la zona central abundaron los días con cielo nublado y fríos para la época. Estas condiciones se presentaron bajo el dominio del Fenómeno La Niña.

Desembocadura estero Marga Marga; Viña del Mar
Aún no podemos tener seguridad si el verano 2022 será parecido al verano pasado, que también estuvo bajo condiciones La Niña. Habrá que esperar nuevas actualizaciones de los modelos para conocer mejor su extensión e intensidad, así como estar de ojo en otros fenómenos climáticos que influyen en el tiempo local.

¿Pasará lo mismo esta vez? “Con La Niña uno espera una reducción de las temperaturas extremas. El tema que debemos esperar para saber si esta vez La Niña alcanzará la costa de Perú o no. No todas Las Niñas o Los Niños son homologables y se extienden por la misma zona. Eso no está claro, de hecho, los modelos dan algo más concentrada a La Niña en el Océano Pacífico Ecuatorial y no en la costa sudamericana”, advierte el climatólogo de la DMC.

Entonces habrá que esperar, ya que durante el verano pasado La Niña alcanzó la costa peruana y parte de la chilena. “Ahora que no haya El Niño es una buena noticia, porque este fenómeno, sumado a los efectos del cambio climático, facilita las temperaturas más altas”, dice Campos.

En todo caso conviene aclarar que la presencia, ya sea del Fenómeno La Niña o El Niño es sólo uno entre otros tantos factores que inciden en los cambios del tiempo a corto plazo. Todas estas son como capas que uno va poniendo una sobre la otra y si una de esas capas, por ejemplo, semanales, cambia, puede modificar todo. Por eso esto no es absoluto.