¡Ya era hora! El mundo acuerda proteger el 30% del océano a 2030

Hasta ahora sólo el 1% de la altamar está bajo resguardo para su conservación. El resto de las aguas internacionales sufren la sobreexplotación de sus elementos naturales sin criterio alguno. Este pacto pretende mitigar en parte el daño causado, porque sin azul no hay verde.

océano; aguas internacionales
Sin azul no hay verde. El acuerdo pretende salvaguardar, conservar y recuperar la naturaleza marina de las zonas oceánicas que, hasta hoy, estaban desprotegidas.

Una buena noticia entre tantas de las otras. Por fin, luego de un par de décadas de negociaciones, los países integrantes de la Organización de Naciones Unidas (ONU) acordaron la creación del tratado internacional de conservación de altamar.

Lo anterior se traduce en conseguir la protección del 30% del océano al año 2030 para salvaguardar, conservar y recuperar la naturaleza marina en zonas del planeta que, en la práctica, hoy, se explotan sin ley.

Uno de los puntos importantes del pacto es que el texto consensuado no podrá sufrir modificaciones significativas ni quedar expuesto a nuevas negociaciones. António Guterres, secretario general de la ONU, sostuvo que se trata de una "victoria del multilateralismo y de los esfuerzos globales para contrarrestar las tendencias destructivas que afectan la salud del océano".

Hasta el momento sólo el 1% de la altamar se encuentra protegida. De aquí a fines de la presente década esa porción deberá abarcar el 30%.

¿Qué es la altamar?

La altamar comienza en dónde terminan las zonas económicas exclusivas de los países, el cual abarca 200 millas (322 kilómetros) medidos desde la costa. En otras palabras, es el océano abierto, o aguas internacionales, que se encuentra más allá de los límites jurisdiccionales de cada nación.

Este sector de altamar comprende el 64% del océano y cerca de la mitad de la superficie total de la Tierra. En estas aguas internacionales, todos los países tienen derecho a pescar, navegar, investigar, entre otras actividades, sin rendir cuentas.

Transporte de combustibles; embarcaciones; rutas marítimas
Las grandes embarcaciones generan contaminación sonora, atmosférica, y en ocasiones, de las aguas por donde transitan, en el océano abierto.

La actividad humana con escasa o nula regulación en altamar se ha transformado en una amenaza para los ecosistemas, por ejemplo, a través de la sobrepesca, el ruido de naves e instrumentos de navegación, los ejercicios militares, derrames de contaminantes, vertimiento de plásticos y químicos, la destrucción de hábitats, el calentamiento global, la acidificación, entre otros.

Con el reciente acuerdo, en los sectores protegidos se limitarán la pesca, las rutas marítimas y las actividades de exploración como la minería submarina, entre otras.

“Histórico”

El 90% de las reservas pesqueras del planeta están sobreexplotadas, por lo que, además de este importante pacto, es trascendente exigir que los países terminen con los subsidios a las grandes pesqueras de arrastre que siguen sobrepescando alrededor del mundo.

Mientras, las organizaciones marinas, ecologistas y de defensa ambiental agrupadas en la Alianza de Altamar calificaron este acuerdo como "histórico". Esta alianza, que integran más de 40 organizaciones no gubernamentales (ONG) del mundo, afirmó que el nuevo tratado es un enorme paso para proteger legalmente con "santuarios oceánicos" la vida marina y adaptar "la gobernanza" de la altamar al siglo XXI.

Sin azul no hay verde, es decir, sin un océano sano la vida sobre el planeta corre peligro. Este es un paso para no llegar a ese extremo.

Ahora, nuestra misión es exigir que este acuerdo se ponga pronto en marcha y se cumpla para llegar a 2030 con el 30% de las aguas internacionales protegidas, por el bien de todos. Más vale que así sea.