Isoterma cero: el factor clave en la generación de aluviones cordilleranos

La combinación de chubascos que se desprenden de la nubosidad de tormentas que se desarrolla por las tardes, la humedad, el calor y la ubicación de la línea del 0 °C son algunos de los factores causantes de los aluviones y la turbiedad en el caudal de los ríos en la zona centro-norte. ¿De que se trata?

río turbio; corte de camino; lluvias de verano
Las aguas rápidamente cambiaron de color, aumentaron su caudal y arrastran sedimentos, troncos y otros objetos a su paso, mientras bajan desde la cordillera, por ríos y quebradas.

Personas atrapadas en las alturas del Cajón del Maipo por los aluviones en el sector Baño Morales, casas inundadas por el lodo en la provincia de Los Andes producto de la activación de quebradas, cortes de caminos debido a las remociones en masa, dificultades en el suministro de agua potable por la turbiedad de los ríos Aconcagua, Mapocho, Maipo, Cachapoal entre otros y un largo etcétera.

Las anteriores son parte de las consecuencias que han dejado las tormentas de verano que desde hace días afectan las alturas de la cordillera andina en las regiones de Coquimbo, Valparaíso, Metropolitana, O'Higgins y parte de Maule.

La caída de chubascos, nubadas intensas y breves, en lo alto de Los Andes no es el único factor que ha generado la crecida repentina en el caudal de los ríos y esteros, además de los aluviones; ya que a ello se suma el calor.

Entonces, producto de las altas temperaturas y la abundante humedad ambiental, además de las precipitaciones sectorizadas que caen por las tardes, se suma el derretimiento de la escasa nieve que aún sobrevive en las cumbres y el deshielo acelerado de los maltratados glaciares.

Esta es la combinación causante de los desaguisados más abajo, todo porque la isoterma 0 se encuentra muy elevada, por sobre 4.000 metros de altitud ¿Qué significa eso?

Te presentamos la isoterma 0

“La temperatura desciende en la medida que me alejo de la superficie de la Tierra hacia el cielo. Por ejemplo, si en el suelo, a nivel del mar, tenemos una temperatura de 20° Celsius en la medida que subimos ese registro disminuye”, explica Raúl Valenzuela, académico de la Universidad de O'Higgins e investigador del Centro de Ciencia del Clima y la Resiliencia (CR)2.

A medida que se asciende en la atmósfera, las temperaturas se hacen cada vez menores llegando incluso a valores por debajo de -50 °C a aproximadamente diez mil metros de altura.

¿Cuánto disminuye? “Aproximadamente a una tasa de 9 °C por kilómetro. Así, al subir, llegamos a un punto en que la temperatura será de 0 °C. Ese sector, si uno lo extiende de manera horizontal, como si tendiéramos una sábana, en todos los lugares de esa sábana en dónde la temperatura es igual a 0 °C es lo que se conoce como isoterma 0”, ilustra el especialista.

isoterma cero; nieve en las alturas; cordillera
Existe un punto en la atmósfera donde las temperaturas se vuelven negativas. Esto hace que la nieve se mantenga incluso en verano sobre las montañas.

En resumen, la isoterma 0 es una superficie que representa la zona, o la altitud, en la cual tenemos 0° Celsius. Desde ese punto hacia arriba, las temperaturas serán negativas y continúan bajando hasta alcanzar, en promedio, unos -50 °C en el límite de la tropósfera (entre 8 a 14 kilómetros de altitud).

No siempre es igual

Ahora, el punto del 0 °C es variable de acuerdo con una serie de factores. “En un concepto más amplio diremos que registra variaciones estacionales, así, durante el invierno, como tenemos más frío en la superficie, la isoterma 0 se situará en una zona más baja, por ejemplo, 2.000 metros de altitud. Mientras que, en verano, como tenemos temperaturas más cálidas, la isoterma 0 está en un sector más elevado, por ejemplo, 3.500 metros”, detalla Raúl Valenzuela.

En síntesis, ante eventos de precipitaciones, este punto marca aproximadamente el límite entre su caída en estado sólido (sobre la isoterma 0) o en estado líquido (bajo la isoterma 0).

La ubicación de este factor es trascendente siempre, por ejemplo, para la conservación de la nieve o los glaciares en la cordillera. También lo es ante la caída de chubascos, porque si tenemos la isoterma 0 en un punto elevado en el verano, quiere decir, que las precipitaciones caerán en estado líquido con las consecuencias que hemos reportado.