Meteored aclara: ¿llueve o no llueve en Santiago la próxima semana?

Ante el sorpresivo e muy anticipado anuncio de un meteorólogo de un canal de televisión, muchas personas están en la duda si realmente lloverá o no en Santiago en los próximos días. ¿Qué nos dice la ciencia y nuestro modelo de referencia?

persona de paraguas, vistiendo camiseta, bajo una lluvia de verano
El modelo dice que "va a llover". ¿Cuál es la real probabilidad que esto ocurra?

La información transmitida por el meteorólogo Gianfranco Marcone —asociado a un pronóstico vehiculado por una plataforma web— el pasado martes (13) está dando de que hablar: lluvia para Santiago, el día 23 de febrero. "Yo creo que en meteorología todo es posible, sobre todo en el escenario que tenemos de fenómeno del Niño" declaraba en el matinal Tu Día, de Canal 13.

Según Marcone, una proyección por cordillera, hacia la zona central, de un sistema frontal que avanzaría por el sur del país podría ser responsable por dejar precipitaciones sobre la capital. Pero a tantos días, ¿cuál es la probabilidad que esto realmente ocurra?

La incertidumbre y errores de los modelos de pronóstico

Cuando miramos el pronóstico del tiempo directamente del resultado que un modelo entrega debemos tener algunos puntos muy claros para su interpretación.

Primeramente, los modelos de pronóstico se elaboran a partir de una serie de ecuaciones matemáticas que tratan de explicar los procesos que ocurren en la atmósfera.

Este grupo de ecuaciones se conocen como ecuaciones primitivas y, para resolverlas, se asumen una serie de "simplificaciones" y "consideraciones". De otra manera no sería posible encontrar una "solución" para ellas.

ecuaciones que gobiernan la atmósfera y el océano
Esta es una manera de representar las ecuaciones que explican los movimientos que existen en la atmósfera. A ellas se unen muchas más para explicar diversos procesos físico químicos y sus interacciones con los demás componentes del sistema climático.

Por otro lado, hay elementos o elementos del tiempo que no son previstos por estas ecuaciones. Una de ellos es la lluvia. Sí, exactamente, las precipitaciones en general. No existe una ecuación que por si sola nos diga cómo es la evolución de la lluvia en la atmósfera.

La formación de lluvia depende de muchísimos factores, entre ellos, de la cantidad de vapor de agua presente en la atmósfera; de la velocidad vertical (que permite que una porción de aire húmedo ascienda y se forme una nube); del número de núcleos de condensación —que son las partículas presentes en la atmósfera sobre el cual el vapor de agua se condensa para formar las minúsculas gotitas que forman las nubes—; de los procesos de crecimiento de gota que explican cómo las pequeñas gotitas se van juntando dentro de la nube, chocando unas con otras, creciendo o disminuyendo de tamaño, entre otros procesos que participan en la formación de lluvia.

No todo en los modelos se resuelve con ecuaciones

Este es uno de los tantos proceso complejos que se tratan de resolver dentro de los modelos de pronóstico del tiempo. Cada uno por si solo requiere de una gran capacidad computacional y de tiempo para calcularlos de manera explicita. Por lo que es frecuente que se realice la parametrización de los mismo.

Lluvia cayendo de una nube
Los procesos explícitos de cálculo de formación de precipitaciones tienen un elevada custo computacional de cálculo y tiempo.

Las parametrizaciones son aproximaciones, basadas en experiencias y datos, que permiten simplificar el cálculo de la estimación de algunas variables meteorológicas —como la lluvia— y que permite que podamos tener resultados de los modelos al menos dos veces al día, para cada lugar del planeta.

Propagación de errores

Otra cosas que debemos entender cuando usamos modelos es que estas aproximaciones acarrean en errores, y que a medida que se avanza en el tiempo —o sea, a medida que miramos a más días hacia adelante en el pronóstico— van aumentando, porque estos "errores pequeñísimos" se van sumando, haciendo que el pronóstico a veces cambie rotundamente a 10 o más días de antecedencia.

De ahí que es muy importante hacer un seguimiento de los pronósticos que arrojan los modelos.

Pero, ¿lloverá o no en Santiago la próxima semana?

Bueno, aquí viene otro punto de análisis importante: la probabilidad. Ya sabemos que mientas a más días miremos hacia adelante, más probable que el pronóstico cambie. Y bueno, el pronóstico ya ha cambiado.

ejemplo del detalle del pronóstico para dos localidades de la región metropolitana
Pronóstico basado en datos del modelo del ECMWF para la ciudad de Santiago y San José de Maipo, donde se aprecia la probabilidad y monto de precipitaciones para el 22 y 23 de febrero.

Hoy vemos en el pronóstico para las ciudades del valle de Santiago que la probabilidad de lluvias se ha esfumado, aunque algo podría desarrollarse hacia el sector cordillerano.

Una probabilidad de lluvias del 50% equivaldría a que lancemos una moneda al aire y llueva cuando salga cara o no llueva cuando salga cruz. En general, los meteorólogos consideramos una chance alta de que se generen precipitaciones cuando el valor es sobre el 80%.

En el caso de San José de Maipo, la probabilidad de que se registren precipitaciones inferiores a 0,5 mm es del 30%, según los últimos datos que nos entrega el modelo dele EMCWF.

¿Qué fenómenos se producirían en la gran escala y podrían favorecer las lluvias durante la próxima semana?

Los meteorólogos sabemos que un fenómeno como la lluvia no sucederá tan sólo porque el modelo dice que así podría ser. Hay varias factores que evaluar: orografía, circulaciones locales que pueden interactuar, cómo se está comportando el fenómeno que originará las precipitaciones, cuál ha sido su evolución, si hay o no elementos que puedan impedir que caiga lo que está previsto que llueva, etc.

También pesa mucho el comportamiento que ha tenido históricamente un modelo en un determinado lugar, bajo condiciones parecidas. Y bueno, la experiencia del pronosticador también tienen un gran peso a la hora de elaborar una previsión.

A gran escala, podemos hacernos una idea de lo que podría ocurrir con el tiempo durante la próxima semana, a nivel país o bien por zonas. Pero, detallar con mucha anticipación la precipitación y asegurar —con más de 80% certeza— que lloverá en Santiago, durante la próxima semana, es todavía algo muy lejano.

Por el momento, lo que podemos visualizar es el desarrollo y avance de un sistema frontal por el país, que afectaría primeramente a la Patagonia, y que la posible inestabilidad que se desarrolle en el postfrontal haría que su nubosidad se mueva hasta el sur de Chile.

precipitación y presión previstas por el modelo del ECMWF
La inestabilidad asociada al postfrontal, impulsada por el aire frío, llegaría al menos hasta el sur del Chile durante la próxima semana.

La proyección en altura de este sistema frontal que cruzaría por el sur del país podría dejar precipitaciones en zonas cordilleranas y procordilleranas de Chile central. Estará en evaluación si las lluvias o no avanzarán realmente hasta la cordillera de Valparaíso, o si habrá humedad suficiente además de otros factores que permitan que se produzcan precipitaciones en sectores del centro norte de Chile.

Por ahora, esperamos que el frente alcance al menos hasta el sur de Chile, y confiamos en que, además de lluvias, traiga un alivio más duradero al calor extremo que enfrentan las regiones del centro y sur del país.