Cáncer en dinosaurios: un tumor fósil podría cambiar lo que sabemos sobre la historia del cáncer en humanos
Un estudio reveló la presencia de un tumor en el fósil de un dinosaurio de 66 millones de años. Este hallazgo sugiere que el cáncer no es exclusivo del mundo moderno, sino una enfermedad con raíces profundas en la historia evolutiva.

Durante millones de años, los dinosaurios dominaron la Tierra. Ahora, sus fósiles no solo revelan cómo vivieron, sino también cómo enfermaban. Un reciente estudio científico ha encontrado un tumor en el fósil de un Telmatosaurus transsylvanicus —un dinosaurio que vivió hace más de 66 millones de años—, lo que podría cambiar por completo lo que sabemos sobre el cáncer y su origen evolutivo.
Este hallazgo no solo confirma que el cáncer no es una enfermedad moderna, sino que ha acompañado a los seres vivos desde tiempos remotos. Gracias al uso de tecnología avanzada, como la paleoproteómica y la microscopía electrónica, los investigadores pudieron observar estructuras celulares preservadas dentro de un tumor, lo que abre una nueva ventana para entender cómo ha evolucionado esta enfermedad a lo largo del tiempo.
Un tumor en la mandíbula de un dinosaurio
El protagonista de este hallazgo es el Telmatosaurus transsylvanicus, un dinosaurio herbívoro que vivió en lo que hoy es Rumania. En un fósil bien conservado de su mandíbula, los científicos detectaron un tumor odontogénico benigno, conocido como ameloblastoma. Aunque no era maligno, su presencia en un animal extinto de hace más de 66 millones de años tiene implicancias sorprendentes.

Los expertos utilizaron herramientas como microscopía electrónica de barrido para analizar este fósil. Lo asombroso es que hallaron estructuras similares a glóbulos rojos preservadas en el tumor. Este descubrimiento sugiere que los tejidos blandos, generalmente considerados imposibles de conservar por tanto tiempo, pueden estar presentes en más fósiles de lo que se pensaba.
¿Qué nos dice esto sobre el cáncer?
Lejos de ser una enfermedad moderna causada por el estilo de vida o la contaminación, el cáncer aparece como un fenómeno antiguo y universal. Ya sea en humanos, elefantes o dinosaurios, parece estar relacionado con el tamaño del cuerpo, la cantidad de células y el envejecimiento. Es decir, cuanto más grande y longevo un ser vivo, más probabilidades tiene de desarrollar cáncer.
Algunos animales modernos han desarrollado estrategias para reducir ese riesgo. Por ejemplo, los elefantes tienen múltiples copias del gen TP53, que ayuda a controlar el crecimiento celular y evitar tumores. ¿Tuvieron los dinosaurios estrategias similares? Esa es una de las grandes preguntas que ahora los científicos esperan responder, explorando las proteínas preservadas en los tejidos fosilizados.
Cáncer en tiempos jurásicos: el legado fósil que podría cambiar la medicina moderna
La paleooncología comparada es una innovadora disciplina que investiga tumores antiguos para comprender la evolución del cáncer. A través del análisis de proteínas fosilizadas —más resistentes que el ADN— es posible estudiar tejidos como huesos o piel, incluso tras millones de años, revelando valiosa información sobre enfermedades que marcaron el pasado de la vida en la Tierra.
Este enfoque permite reconstruir la historia del cáncer en especies extintas como los dinosaurios. Además, al comprender cómo estas criaturas enfrentaban la enfermedad, podríamos inspirar nuevas estrategias para prevenirla o tratarla hoy. Lo que alguna vez fue considerado un mal moderno, en realidad acompaña a la vida desde tiempos remotos.

El hallazgo resalta la importancia de conservar adecuadamente los fósiles. Durante mucho tiempo se priorizaron huesos grandes, pero ahora se valora también los tejidos blandos. Estos pequeños restos, si se preservan bien, podrían revelar secretos moleculares mediante nuevas tecnologías que ni imaginamos todavía.
Gracias a herramientas como la paleoproteómica y a la colaboración entre disciplinas científicas, los fósiles se transforman en cápsulas del tiempo. Tal vez, enterrada bajo tierra, se esconda la clave para vencer al cáncer. Y todo comenzó con el estudio minucioso de un antiguo hueso olvidado.
Referencias de la noticia
- National Geographic. Cáncer en los huesos del pasado: el misterioso tumor de un dinosaurio podría reescribir la historia de la enfermedad en humanos.