Carnívoro africano retrasa su reproducción para adaptarse al clima

Parientes de los lobos, viven cerca de Bostwana y están evolucionando en su reproducción. Conoce a los perros salvajes africanos y su opción para adaptarse a los abruptos cambios de temperatura.

Perros africanos
Los perros salvajes africanos han intentado adaptarse al cambio climático mediante el retraso de su reproducción, con el fin de aprovechar condiciones ambientales favorables para su parto.

Comprender el grado en que los animales modifican su fenología para rastrear las condiciones óptimas a medida que cambia el clima ¡es esencial! Su importancia radica en la capacidad que tenemos como seres humanos para predecir las respuestas ecológicas al calentamiento global.

En teoría, se espera que las especies que habitan latitudes bajas (entre los 0° y 30° norte o sur) muestren respuestas fenológicas más débiles que otras especies. Sin embargo, la investigación limitada sobre los depredadores superiores impide comprender los escenarios que confirman estas predicciones. Por eso, la inversión económica en ciencia en tan imperativa.

La fenología es la ciencia que estudia los ciclos de los seres vivos y su relación con los factores climáticos.

Sumado a ello, la falta de estudios fenológicos sobre los principales depredadores, limita la comprensión de cómo los impactos del cambio climático se propagan a través de ecosistemas más complejos. Pero siempre hay una luz de esperanza, ya que una investigación científica publicada en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS) utilizó un conjunto de datos de treinta años sobre perros salvajes africanos en peligro de extinción.

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Los perros salvajes africanos son considerados los mejores cazadores del mundo, con una probabilidad de éxito que puede superar el 80 %.

El equipo científico examinó los cambios en la fenología reproductiva. Es decir, las variaciones de temperatura que se presentaron durante el parto y la madriguera a lo largo del tiempo. También se estudiaron las posibles consecuencias de estos cambios en su aptitud física.

Los perros salvajes africanos habitan una región de 2.600 kilómetros cuadrados al norte de Botswana. Son parientes lejanos de los lobos, se reproducen anualmente y crían en manadas. Los cachorros recién nacidos viven tres meses con su madre y, posteriormente, emprenden su viaje para cazar su alimento.

¿Para qué retrasar la reproducción?

En la investigación se resalta que los perros salvajes africanos aplazaron paulatinamente su reproducción. Los datos manifestaron que esta relación fue de una semana por década, aproximadamente. Es por ello que las nuevas camadas llegaron a este mundo veintidós días más tarde que lo tradicional.

La investigación destaca que, tanto los animales depredadores como los más pequeños microorganismos, pueden ser vulnerables a las variaciones drásticas la temperatura.

Pero ¿qué beneficio les trajo esta decisión? Lograron coincidir con un ambiente más fresco, típico de comienzos de invierno. El equipo de investigación destaca que este cambio tan radical se asocie, probablemente, al rápido incremento de la temperatura en la región. Como consecuencia, se cree que los perros salvajes africanos están evolucionando para aprovechar esta "ventana térmica estrecha" durante su reproducción.

¿Es óptimo este tipo de adaptación?

Hay una cara menos amable en esta historia, ya que la alteración fenológica presentada generó que menos cachorros sobrevivan cuando están en la madriguera. Situación que se relaciona al aumento de la temperatura máxima diaria y anual.

La autora principal de la investigación, Briana Abrahms, nos habla de una "trampa fenológica". Es decir, que esta respuesta adaptativa al cambio climático no otorgue buenos resultados en la reproducción de los perros salvajes africanos. Algo que se debe directamente a las condiciones ambientales sin precedentes.

Así que, no somos la única especie que anda "media perdida" con todo lo que está ocurriendo a nivel global. La investigación demuestra que, tanto los grandes depredadores como los más pequeños microorganismos, pueden ser vulnerables al cambio climático.