¡Descubierto! Las abejas recuerdan el camino para volver a casa

Un nuevo estudio científico ha demostrado que las abejas son capaces de recordar el recorrido que hacen al alejarse de su hogar y así regresar, con éxito, a sus colmenas ¿Cómo es posible? Te lo contamos a continuación.

Las abejas juegan un papel importante en la conservación de diferentes ecosistemas, a través de su trabajo como agente polinizador. Lamentablemente, hoy esta especie está en peligro de extinción.

Una reciente investigación ha demostrado que las abejas son capaces de recordar los elementos lineales del paisaje de su lugar de origen, como canales y caminos, para regresar a sus colmenas.

Cuando las abejas son transportadas a otros sitios desconocidos, ellas buscan elementos que pueden asemejarse en el paisaje a sus recuerdos, emprendiendo el vuelo alrededor de ellos hasta encontrar el camino de regreso a casa, una estrategia de navegación similar a los primeros pilotos de vuelo.

Así como los primeros pilotos: abejas tienen memoria de navegación

Seguramente te preguntarás, ¿qué tienen que ver las abejas con los primeros pilotos de vuelo?, ¡pues mucho! Antes de ocupar la tecnología, como el GPS, para volar, los pilotos solían navegar guiándose por elementos lineales —como las carreteras automovilísticas y vías férreas, las cuales sobresalían— para guiarse en su recorrido, pudiendo identificarlas desde la altura que se encontraban.

Luego de muchos estudios se ha podido determinar que las abejas son excelentes navegantes. Pueden orientarse por su sentido del olfato, el Sol, el patrón de luz polarizada del cielo, los puntos de referencia verticales que se asoman en altura e incluso se cree, hasta por el campo magnético de la Tierra.

Al investigar, los científicos han demostrado que las abejas buscan el camino a casa orientándose a través de elementos lineales que dominan el paisaje, de la misma forma que los primeros pilotos de vuelo.

Randolf Menzel, profesor del Departamento de Neurobiología de la Universidad Libre de Berlín y autor del estudio, explicó: “Aquí mostramos que las abejas utilizando una memoria de navegación, una especie de mapa mental del área que conocen, para guiar sus vuelos de búsqueda cuando buscan su colmena, comenzando en un área nueva e inexplorada. Los elementos lineales del paisaje, como canales de agua, caminos y bordes de campo, parecen ser componentes importantes de esta memoria de navegación”.

¿Cómo se descubrió esta facultad de las abejas?

Para descubrir esta hazaña, los investigadores capturaron 50 abejas recolectoras y les adhirieron un dispositivo de 10,5 mg en la espalda para recibir información, liberándolas luego en una zona de pruebas desconocida para ellas.

En el área se instaló un radar para detectar los dispositivos hasta una distancia de 900 m. Además, se buscó un punto de referencia destacable, como un par de canales de riego paralelos, que iban de suroeste a noreste, para usar de referencia.

vistas 5 areas de prueba
Vistas aéreas de las 5 áreas de prueba. El radar se identifica en color rojo, las colmenas marcadas con pentágonos azules., los elementos lineales resaltados en color naranja, Fuente: Frontiersin.orfg

Descubrieron con esto, que al encontrar un territorio desconocido, las abejas vuelan en círculos exploratorios en diferentes direcciones y distancias, siempre centradas en el sitio donde fueron liberadas.

Con el radar, los científicos rastrearon este patrón de vuelo exploratorio de cada abeja, en los entornos de cinco colmenas. La zona de las colmenas A y B se parecía a la zona de prueba en la geografía y los elementos lineales del paisaje, como canales de riego. La zona de las colmenas D y E era muy diferente y la zona de la colmena C tenía similitud intermedia con la zona de prueba.

¿Qué información entregó el patrón exploratorio de las abejas?

Primero los investigadores se centraron en estudiar un patrón de vuelo aleatorio de abejas mediante algoritmos, pero después de recibir los datos del radar, se dieron cuenta de que el patrón era diferente a los de vuelo observados, por lo que llegaron a la conclusión de que las abejas no realizaron simplemente vuelos de búsqueda aleatoria.

Al analizar la orientación y frecuencia de los vuelos dentro del área de prueba, se encontró que estas pasaban gran cantidad de tiempo desproporcionado volando junto a los canales de riego.

Las abejas conservaron una memoria de navegación de su lugar de origen, basada en elementos lineales del paisaje, generalizando lo que vieron en la zona de prueba para encontrar el camino de regreso a casa.

Por lo que ese indicativo era el que usaban las abejas para guiarse, incluso ya estando muy cerca de su hogar, lo que significa que las abejas albergan en su memoria estos recuerdos por periodos prolongados.