Descubren huellas de dinosaurios de hace 160 millones de años en el norte de Chile
En la Quebrada Huatacondo, Región de Tarapacá, se han registrado las huellas más antiguas y más pequeñas del lado occidental de Gondwana, cuando parte de los continentes todavía estaban unidos.

Hace 160 millones de años, lo que hoy es el norte de Chile tenía un clima semiárido, pero aun así existían llanuras con humedales que aparecían y desaparecían con los ciclos de inundación y sequía. En esos lugares se reunían distintos animales, desde diminutas criaturas hasta gigantescos dinosaurios.
La reconstrucción de ese antiguo paisaje es posible hoy gracias al análisis de las huellas que los dinosaurios dejaron en la Quebrada Huatacondo, en la Región de Tarapacá. Se trata de los registros más antiguos encontrados en Chile hasta ahora, e incluyen además las huellas de dinosaurio más pequeñas conocidas en el lado occidental de lo que fue Gondwana, cuando varios continentes aún estaban unidos.
Las huellas más pequeñas y antiguas
El descubrimiento, liderado por el paleontólogo Marko Yurac, encargado de la Unidad de Patrimonio Paleontológico del Consejo de Monumentos Nacionales (CMN), aporta nueva información sobre la historia de los dinosaurios en Sudamérica. El estudio documenta huellas de menos de 10 centímetros, correspondientes a pequeños terópodos —dinosaurios que caminaban sobre sus patas traseras— que habitaron la zona, junto a otros cuyos rastros superan los 50 cm.

“Tenemos cinco niveles con huellas; hay un par de decenas en algunos niveles, pero lo importante aquí, esencialmente, tiene que ver con la variedad de huellas. A pesar de ser pocas, nos muestra que había una variedad supergrande de este tipo de dinosaurios”, señala Yurac.
Si bien es difícil saber qué especie dejó cada huella —porque distintos dinosaurios podían dejar marcas parecidas según la forma de sus patas—, el estudio señala que las huellas más pequeñas, de entre 8 y 13 cm, probablemente fueron hechas por Carmelopodus, Grallator o Therangospodus, nombres que se usan para describir huellas típicas de terópodos ágiles y de tamaño reducido.
Las huellas más grandes (más de 50 cm) coinciden con Kayentapus, asociado a terópodos de tamaño medio a grande, y otras con Megalosauripus, vinculado a dinosaurios más robustos y de gran tamaño.
En cambio, las huellas de dinosaurios de cuello largo (saurópodos) estaban tan mal preservadas que no fue posible identificar a qué tipo específico podrían pertenecer.
Las huellas de un humedal efímero
En la localidad de Huatacondo, la comunidad conoce desde hace años la existencia de las huellas; incluso se realizan tours turísticos hacia la zona. Sin embargo, hasta ahora no existía un estudio científico detallado. Este trabajo permitió identificar niveles que no habían sido analizados y que entregan información del Cretácico Superior e Inferior (entre 66 y 145 millones de años atrás).

Las huellas —a diferencia de los huesos fósiles— no permiten identificar especies exactas, pero sí entregan pistas sobre el comportamiento de los animales que pasaron por allí. En este caso, la concentración de huellas sugiere que los dinosaurios acudían repetidamente a estos humedales efímeros en busca de la humedad superficial disponible.
Según explica Yurac, cuando las llanuras se llenaban de agua superficial, los animales se acercaban a beber. Sus patas quedaban marcadas en el suelo húmedo y, al volver a inundarse suavemente, las huellas quedaban cubiertas y pudieron preservarse hasta hoy.
“Hace 30 o 40 años permitieron entender que los dinosaurios no eran como iguanas gigantes que se movían lento, sino que eran superactivos”, agrega.
¿Por qué no hay huesos donde hay huellas?
Según explica Yurac, encontrar huesos fósiles en el mismo lugar donde hay huellas es raro porque ambos se forman en circunstancias distintas.
Las huellas se crean cuando un animal camina sobre barro o arena blanda, mientras que los huesos solo quedan cuando ese animal muere y casi nunca muere donde dejó sus pisadas. Además, las huellas se conservan cuando el suelo se endurece rápido, mientras que los huesos necesitan enterrarse pronto y en un ambiente estable para no descomponerse.
Referencias de la noticia
Artículo en Swiss Journal of Palaeontology. Upper Jurassic dinosaur tracks from the Majala Formation in the Huatacondo área (Tarapacá Basin, Chile): reappraisal of known localities and new tracksite discoveries.