¿Dónde están los datos? El 99% de los insectos del mundo siguen siendo un misterio

Mientras el mundo debate el "insectagedón", un estudio revela que casi no hay datos sobre la mayoría de las especies. Científicos proponen un nuevo enfoque para salvarlas antes de que sea tarde

Diversidad de insectos
A pesar de ser esenciales para los ecosistemas, la mayoría de los insectos del planeta sigue fuera del radar científico, con datos casi inexistentes sobre su estado real.

Vuelan, zumban, reptan, polinizan, alimentan a otros animales y limpian los suelos. Son esenciales, están por todas partes y, sin embargo, sabemos casi nada de ellos.

Los insectos tienen un problema irónico: mientras el mundo debate su posible extinción, casi nadie sabe qué les pasa al 99% de las especies.

Un equipo internacional de científicos acaba de encender las alarmas, advirtiendo que estamos volando a ciegas hacia un colapso que ni siquiera entendemos.

Solo vemos la punta del iceberg

Un nuevo estudio publicado en Science, liderado por el Centro de Ecología e Hidrología del Reino Unido (UKCEH) y la Sociedad Zoológica de Londres ha dejado a la comunidad científica helada.

La situación es esta: De un millón de especies conocidas, un poco más de 12 mil han sido evaluadas por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN), y de ellas, cerca del 20% se considera amenazada.

Al respecto, Rob Cooke, autor principal de estudio, explica que “tenemos que averiguar si el declive de los insectos es generalizado y cuál es su causa. El reto es como un rompecabezas gigante en el que faltan miles de piezas, pero no tenemos décadas para esperar a llenar estos vacíos y luego actuar".

Los ‘invisibles’ que mueven el mundo

En ciertas regiones, los insectos son invisibles no porque no existan, sino porque nadie los está mirando.

La investigación señala que el monitoreo de insectos está concentrado en Europa y Norteamérica, mientras que en Asia y Sudamérica hay pocos datos y en África casi ninguno.

Abejorro
La fascinación por las especies “carismáticas” como las mariposas o los abejorros ha eclipsado el rol de insectos menos simpáticos, pero igualmente valiosos.

Además del sesgo geográfico, hay otro tipo de discriminación que encasilla a los insectos “lindos” de los “feos”, ignorando que todos cumplen un rol fundamental en la naturaleza.

Las cucarachas no ganan concursos de popularidad, pero sin ellas los suelos serían un cementerio de materia orgánica. Lo mismo pasa con moscas, termitas y esos "bichos raros" que nadie fotografía.

“Hay mucho interés por vigilar especies carismáticas como las abejas y las mariposas, pero poca gente se preocupa por los insectos supuestamente desagradables, aunque también nos aportan beneficios”, explica Cooke.

“Atajos” para una emergencia planetaria

Sin mapas ni brújulas, ¿cómo salvar lo que no se mide? Los científicos proponen una solución que combina cuatro herramientas:

  • Conteos históricos: Rastrear poblaciones durante años, como los registros de mariposas británicas. Estos datos revelan tendencias ocultas tras décadas.
  • Bosques vs. ciudades: Comparar insectos en zonas urbanas y naturales para observar el impacto humano.
  • Experimentos controlados: Comparar zonas con y sin pesticidas, o áreas con especies invasoras eliminadas.
  • Opinión experta: Cuando falten datos, los científicos aportarán conocimiento basado en observaciones, como la relación entre clima y poblaciones de insectos.

El proyecto GLiTRS (Global Insect Threat-Response Synthesis), que agrupa a instituciones de renombre como la Universidad de Cambridge y el Museo de Historia Natural de Londres, será el encargado de poner en marcha este enfoque integrador.

Su meta: generar una imagen más completa y actualizada de cómo las especies responden a los cambios ambientales, incluso si aún hay incertidumbres.

Al respecto, Charlotte Outhwaite, coautora del estudio aclara que proteger a cada insecto por separado es inviable, la clave está en aplicar soluciones globales que beneficien a muchos a la vez, usando todo el conocimiento disponible.

Así como la melodía de un ecosistema se compone de innumerables zumbidos, chirridos y aleteos, la salud de nuestro planeta depende de la vitalidad de cada una de estas pequeñas criaturas.

Prestar atención a ese silencioso aleteo, incluso al de aquellos insectos que pasan desapercibidos, es un paso fundamental para asegurar un futuro donde la biodiversidad, en toda su asombrosa complejidad, siga floreciendo.

Fuentes y referencias de la noticia:

- Cooke R., et al. (2025). Integrating multiple evidence streams to understand insect biodiversity change. Science.

- Simon Williams. (2025). Some insects are declining but what’s happening to the other 99%?. Publicado en la sección de noticias del UKCEH.