Estudio desvela un aumento en la frecuencia de ondas atmosféricas vinculadas al tiempo extremo de verano
Investigadores descubrieron que el bloqueo de las ondas atmosféricas se triplicó en los últimos 75 años, provocando fenómenos extremos como olas de calor, sequías e inundaciones. Sin embargo, no todos los climatólogos están de acuerdo con la forma en que llegaron a sus resultados.

Europa vive por estas semanas una ola de calor que podría dejar temperaturas de hasta 40 grados. Este fenómeno extremo, cada vez más frecuente en todo el mundo, está asociado al calentamiento del planeta y, particularmente, con el efecto que está teniendo en las ondas atmosféricas.
Así lo señala un nuevo estudio que – utilizando datos de reanálisis atmosférico y de temperatura de 1950 a 2024 –, determinó que la frecuencia de los eventos de amplificación cuasi resonante (QRA) de las ondas planetarias, relacionados con fenómenos meteorológicos extremos ocurridos durante el verano, se triplicó desde 1950.

Este cambio en las ondas que cruzan todo el planeta (particularmente las ondas de Rossby), estaría relacionado con eventos como la ola de calor que afectó el noroeste del Pacífico en 2021, la ola de calor rusa y las inundaciones en Pakistán en 2010, y la mortal ola de calor europea de 2003.
Un factor importante detrás de las olas de calor
“Nuestro estudio es el primero en demostrar una tendencia histórica en el fenómeno. Estimamos que se ha triplicado desde la década de 1950, desde un evento promedio por verano a aproximadamente tres –y muchos veranos recientes han visto hasta seis eventos de resonancia–”, sostuvo Michael Mann, investigador de la U. de Pensilvania y uno de los autores del estudio.

La amplificación cuasi resonante (QRA) en la que se centró el estudio, publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS), se produce cuando los patrones de la corriente en chorro se intensifican y permanecen estacionarios durante períodos inusualmente largos. Este bloqueo de la onda puede durar durante semanas y provocar eventos climáticos extremos como olas de calor, sequías, inundaciones y grandes incendios.
“El calentamiento antropogénico también está modulando la corriente en chorro y otros sistemas de circulación, lo que hace que los fenómenos meteorológicos extremos sean más frecuentes, persistentes y graves”, agregó.
Controversia sobre los resultados del estudio
No obstante, el tipo de análisis realizado es criticado por parte de los científicos del clima. “Existe un consenso general sobre la mayor frecuencia de episodios meteorológicos extremos debido al cambio climático antropogénico. Sin embargo, aún existe considerable incertidumbre sobre el papel de la dinámica atmosférica en este contexto”, señaló Volkmar Wirth, académico del Instituto de Física Atmosférica de la Universidad Johannes Gutenberg de Maguncia, Alemania, a Science Media Centre.

El investigador sostiene que el método de diagnóstico empleado por los autores parte de dos premisas: que la escala espacial de las ondas es mucho menor que la escala espacial de la atmósfera de fondo, y que los chorros de latitudes medias pueden funcionar como guías de ondas perfectas.
J. Fidel González, profesor del Instituto de Geociencias de la Universidad Complutense de Madrid, agrega que esta línea de trabajo ha generado controversia y debate científico en los últimos años. “Sin embargo, este trabajo contribuirá sin duda a esclarecer los mecanismos por los cuales aumenta la frecuencia e intensidad de los eventos extremos en el verano del hemisferio norte y a una mejor comprensión de cómo el cambio climático influye en la ocurrencia de eventos extremos y su atribución”.
Referencias de la noticia:
- Artículo en PNAS. Increased frequency of planetary wave resonance events over the past half-century.
- Material de prensa U. de Pensilvania - Michael Mann. Atmospheric warming and planetary wave amplification.
- Reacciones de expertos en Science Media Centre. The frequency of planetary wave resonances has tripled in the last 70 years, according to a study.