La razón científica por la que debes usar bloqueador solar siempre en Chile
Chile se encuentra bajo la influencia del agujero en la capa de ozono, lo que permite una mayor radiación ultravioleta. Usar bloqueador solar a diario no es solo prevención estética, sino una protección vital para la piel y la salud.

Aunque muchas personas solo usan bloqueador solar en verano o durante vacaciones, la ciencia demuestra que deberíamos aplicarlo todos los días del año. La razón no es solo estética o por moda, sino por un fenómeno atmosférico que afecta directamente a nuestra salud: el debilitamiento de la capa de ozono.
Este escudo natural que protege la vida en la Tierra sigue presentando fluctuaciones preocupantes en el hemisferio sur, y cada primavera austral su agujero se acerca a nuestro territorio. Eso significa que una mayor cantidad de radiación ultravioleta (UV) llega a la superficie, elevando el riesgo de quemaduras, envejecimiento prematuro, cáncer de piel y daños oculares.
La capa de ozono: un escudo que se adelgaza
La capa de ozono es una franja de la atmósfera situada entre los 15 y 40 kilómetros de altitud. Está compuesta por moléculas de ozono (O₃), que absorben gran parte de los rayos ultravioleta emitidos por el Sol. Sin embargo, cuando esta capa se adelgaza —como ocurre cada primavera sobre la Antártica— deja pasar más radiación dañina hacia la superficie terrestre.

Chile, por su posición geográfica, recibe los efectos indirectos del agujero de ozono antártico, especialmente en las regiones del sur y centro del país. En años donde el fenómeno se intensifica, los niveles de radiación UV pueden superar fácilmente el nivel “extremo”, incluso con cielo nublado.
Cuando el sol no perdona: los índices UV en Chile
La radiación ultravioleta se clasifica en UVA y UVB. La primera penetra en las capas profundas de la piel y acelera el envejecimiento, mientras que la segunda es la principal responsable de las quemaduras solares y del daño genético que puede derivar en cáncer. Cuando el ozono se reduce, ambas se vuelven más intensas y peligrosas.
En primavera y verano, ciudades como Valparaíso, Santiago, Temuco o Coyhaique registran índices UV entre 8 y 11, considerados “muy altos” o “extremos”. En esas condiciones, la piel puede dañarse en menos de 15 minutos si no se utiliza protección adecuada. En el norte de Chile, la radiación es alta prácticamente todo el año debido a la altitud y la sequedad del aire.
Efectos en la salud y en el medio ambiente
El impacto no solo se siente en la piel. La exposición prolongada a radiación UV también puede provocar cataratas, daños en la córnea y debilitamiento del sistema inmunológico. En Chile, los casos de cáncer de piel han aumentado de forma constante en las últimas décadas, especialmente en personas jóvenes y de piel clara.

La naturaleza tampoco escapa de este fenómeno. En los ecosistemas marinos, el exceso de radiación afecta al fitoplancton, base de la cadena alimentaria oceánica. En tierra, puede alterar la fotosíntesis de algunas plantas y reducir su capacidad de crecimiento. Así, un agujero en el ozono termina impactando desde el océano hasta los bosques.
Por qué Chile debe tomar precauciones adicionales
Pese a que el Protocolo de Montreal ha logrado frenar el uso de gases que destruyen el ozono, la recuperación completa de la capa aún tomará décadas. En Chile, los expertos del Ministerio del Medio Ambiente y de la Dirección Meteorológica monitorean constantemente su estado, pero los episodios de radiación extrema siguen siendo frecuentes entre septiembre y marzo.
Además, el clima seco y despejado del país facilita una exposición solar constante, tanto en la costa como en el altiplano. A esto se suma la costumbre de muchas personas de no usar protección solar diaria, creyendo erróneamente que solo se necesita en la playa. La evidencia científica demuestra lo contrario: la radiación UV atraviesa las nubes y se refleja en el agua, la arena y el pavimento.
Cómo protegerse del sol de forma efectiva
Según expertos, usar bloqueador solar de amplio espectro (UVA y UVB) con FPS 30 o más es fundamental. Debe aplicarse 30 minutos antes de salir y reaplicarse cada dos o tres horas, sobre todo si hay sudor o contacto con el agua.
Complementar el bloqueador con ropa liviana de manga larga, sombrero de ala ancha y lentes con filtro UV puede marcar la diferencia. Además, se recomienda evitar la exposición directa al sol entre las 11:00 y las 16:00 horas.
En muchas ciudades chilenas existen solmáforos, dispositivos que indican en tiempo real los niveles de radiación UV. Son una herramienta útil para extremar cuidados y decidir cuándo es más seguro estar al aire libre.
Protegerse del sol no debería ser una excepción, sino una rutina diaria. En un país con alta radiación y un ozono aún en recuperación, usar bloqueador es un acto de autocuidado y respeto por la ciencia que nos advierte.
Referencia de la noticia
Blog MeteoChile. El Ozono y su herida en la atmósfera