Lanzamiento del nuevo satélite GOES West está con fecha programada

Si todo ocurre en el ritmo planificado, la puesta en órbita del satélite GOES-T se realizará en los primeros días de marzo. Te contamos más sobre este sofisticado satélite de la serie GOES-R que ayudará en la predicción y monitoreo del tiempo terrestre y solar.

Satélite GOES-R con reflejo de la Tierra
Vista ilustrativa del satélite GOES-R. Imagen: NOAA/Lockheed Martin.

Menos de 3 meses faltarían para el lanzamiento del tercer satélite geoestacionario de la serie GOES-R de la agencia estadounidense NOAA. El GOES-T será llevado al espacio el 01 de marzo de este 2022, en un cohete Atlas V, desde la Estación de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos ubicada en Cabo Cañaveral, en la península de Florida.

El lanzamiento se realizará durante una ventana de tiempo de dos horas que se abrirá pocos minutos pasadas las 21:30 UTC (18:30 h en territorio chileno continental) durante el día 01 de marzo de este año.

La puesta en órbita del GOES-T es de gran relevancia para la predicción y acompañamiento de los fenómenos meteorológicos que afectan a esta parte de Sudamérica, ya que este satélite se situará en la ubicación oeste (GOES West), cubriendo prácticamente toda la cuenca del Pacífico, lugar donde se gestan fenómenos de gran impacto para el tiempo y clima en nuestro planeta y país, como lo son los sistemas frontales, el fenómeno de El Niño y La Niña, así como también los ríos atmosféricos que impactan sobre nuestro continente llevando inmensos volúmenes de precipitación, generando desbordes de ríos y aluviones.

Conociendo un poco más sobre los satélites GOES de última generación

Una vez en ubicado en su posición, el satélite tomará el nombre de GOES-18 —actualmente, el satélite GOES-17 corresponde al GOES West— y trabajará en conjunto con el satélite GOES-16 (el GOES East) para cubrir un campo de visión que va desde la costa occidental africana, gran parte dela cuenca atlántica norte y sur, el territorio continental de América del Norte y Sur, y la cuenca del Pacífico hasta Nueva Zelanda. Esto permite tener un rango de observación con instrumental de alta tecnología y cámaras de altísima resolución en más de la mitad del nuestro planeta.

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Los satélites geoestacionarios de la serie GOES se ubican a una altitud de casi 36 mil kilómetros sobre el ecuador, girando sincrónicamente con nuestro planeta. Así, siempre tendremos imágenes e informaciones de una misma porción terrestre, con este tipo de satélites.

El satélite GOES-T tiene el tamaño de un bus pequeño y pesa casi 3 toneladas.

El GOES-T tiene algunas mejorías con relación a los satélites GOES-16 y GOES-17, actualmente en órbita: fue resuelto un problema de enfriamiento detectado en el GOES-17, el que acarreaba en la pérdida parcial de imágenes del sensor infrarrojo bajo ciertas condiciones, además de cargar un magnetómetro más moderno que mejorará las medidas de las fluctuaciones del campo magnético.

Con los ojos en la atmósfera, el océano y el espacio

Así como el GOES East está de ojo en los huracanes que se producen en el Atlántico, el GOES-18 hará su parte en el Pacífico, entregando informaciones de topes de nubes, vientos en niveles superiores, actividad eléctrica y características del ojo de estas tormentas tropicales en tiempo casi real. También entregará informaciones importantes sobre los ríos atmosféricos que impactan sobre el continente norte y sudamericano, que causan inundaciones y deslizamientos de tierra en áreas costeras.

Huracán Lane
Huracán Lane, en el Océano Pacífico, visto desde la Estación Espacial Internacional. Fuente: NASA.

Las observaciones oceánicas también serán otro foco del GOES-18, haciendo seguimiento y monitoreo de olas de calor oceánicas, debido a los grandes impactos que estas tienen en corales, peces y en la variabilidad de animales y plantas microscópicas (zooplancton y fitoplancton) y que son punto de inicio de la cadena trófica oceánica.

El GOES-T también cuenta con sensores capaces de estudiar el tiempo espacial: nos podrá alertar sobre los impactos de tormentas solares, cambios en la radiación electromagnética y partículas que nos llegan desde el Sol y que pueden comprometer las comunicaciones, los sistemas de navegación y las redes de transmisión eléctrica.