Chemtrails, cabañuelas y teorías de la conspiración en la meteorología

En la sociedad de la información los mitos están a la orden del día y no faltan los relativos a la meteorología, como los famosos chemtrails, las cabañuelas en Chile o los mitos sobre el cambio climático.

Estelas
Cielo enmarañado por estelas de condensación.

Vivimos en la sociedad de la información, “todos” interconectados, con acceso inmediato a una cantidad gigantesca de noticias y datos de todo tipo. Lo que ha de verse, sin duda, como un gran logro de nuestra sociedad tecnológica moderna. En ese infinito disponible, desde cualquier dispositivo electrónico conectado a Internet o a través de los medios de comunicación tradicionales (prensa escrita, radio y televisión), las informaciones relativas al tiempo y al clima ocupan un lugar preferente.

El producto estrella son las predicciones meteorológicas (en cualquier formato que se nos ocurra), pero diariamente hay multitud de noticias que abordan las cuestiones más diversas relacionadas con el medio atmosférico. El cambio climático –bajo cualquiera de sus denominaciones– ocupa un espacio cada vez mayor, compartido con otras informaciones que son más puramente meteorológicas.

A pesar de que hace ya mucho tiempo la Meteorología alcanzó su madurez como disciplina científica y se asienta sobre unos sólidos cimientos, circulan con demasiada frecuencia –en modo bucle– mitos que consiguen llegar a millones de personas gracias al sensacionalismo que practican muchos medios de desinformación, pues así deberían llamarse.

Focalizaremos este pequeño artículo en tres de esos mitos, que seguro te resultan muy familiares. El primero de ellos es el de los famosos chemtrails, el segundo sobre las cabañuelas de Alhué, Región Metropolitana. Finalmente, hablaremos sobre cinco mitos del cambio climático que rondan en nuestro país.

Expertos en fumigar el miedo

El tema de los chemtrails o estelas químicas se ha globalizado. Desde hace ya muchos años hay personas empeñadas en difundir la idea absurda de que las estelas de condensación que vemos que dejan, a veces, los aviones a su paso en el cielo, y que perduran en el tiempo, son en realidad fumigaciones de productos químicos nocivos para la salud de las personas. Esta teoría conspiranoica tiene –como otras muchas– el único objetivo de infundir el miedo entre la población. A cuantas más personas les entren dudas al conocer el argumentario de los que se empeñan en fumigarnos ese miedo, mejor que mejor.

Maraña de estelas
Un cielo como este, lleno de estelas de condensación es el escenario perfecto para poner en circulación la teoría conspiranoica de los chemtrails.

La ciencia meteorológica disipa cualquier duda al respecto. El mecanismo físico que da como resultado las estelas de condensación de los aviones es bien conocido: un cambio de estado del vapor de agua, que pasa a convertirse directamente en cristales de hielo. Son las condiciones de humedad y temperatura al nivel de vuelo de los citados aviones los que dictan que las estelas se disipen con rapidez o se mantengan dibujadas en el cielo como trazos de tiza, ensanchándose con el paso del tiempo.

Por decirles algo desde estas líneas a los “amigos de los chemtrails”: que vigilen el aire que exhalan ellos mismos al respirar, en especial en días fríos y húmedos, no vayan a generar un “chemvaho” y tengan un problema.

Las cabañuelas de Alhué

Primeramente, miremos la definición de la Real Academia Española (RAE) sobre qué son las cabañuelas. El término se refiere a un "cálculo popular basado en la observación de los cambios atmosféricos en los 12, 18 o 24 primeros días de enero o de agosto, para pronosticar el tiempo durante cada uno de los meses del mismo año o del año siguiente".

Las cabañuelas son más populares en las zonas centro y sur de España. También en algunos rincones de México y América del Sur.

En el caso de Chile, el Diario electrónico Andes online publicó una breve noticia sobre "El mito de las cabañuelas en Alhué". De aquí se destaca que, en nuestro país son las personas campesinas quienes observan la atmósfera en enero para "pronosticar" las probables condiciones meteorológicas de todo el año.

Campesino, plantación, fondo nubes
Generalmente, las personas campesinas tienen el conocimiento de la cabañuela en Chile.

"Don Adán", protagonista de la historia, considera la teoría climática, dolores físicos de las personas, comportamiento de los animales, respuesta de las plantas ante los factores atmosféricos, entre otros. Generalmente, cuenta con una libreta especial para anotar sus apreciaciones y observaciones.

Es muy probable que hayas escuchado esto. El tiempo atmosférico de los primeros doce días del mes de enero, representa las condiciones meteorológicas que predominarán en el transcurso de los doce meses del año. Desde el día 13 al 24 de enero, la anotación es al revés: comienza con diciembre. Así, "Don Adán" considera esta información para las fases de la luna, la dirección del viento o las estrellas.

Cinco mitos del cambio climático

En el año 2019, el Centro de Investigación Periodística (CIPER) presentó una columna interesante sobre los cinco mitos del cambio climático. Si bien, su origen es del investigador inglés Mark Maslin, es totalmente aplicable a lo que ocurre en Chile.

El cambio climático es natural

De toda la información que se tiene con la nueva tecnología, los drásticos cambios atmosféricos no se pueden considerar "naturales" por lo excepcional y extremos que han sido desde la Revolución Industrial.

Durante los recientes 150 años, más del 98% de la superficie de la Tierra ha presentado un incremento significativo de temperatura. Algo que jamás se había registrado en los últimos dos mil años.

Las manchas solares tienen la culpa

Con la cantidad de energía que emite el Sol, sus manchas pueden modificar el clima de nuestro planeta. Sin embargo, los datos de los satélites demuestran que no se observa una tendencia ascendente. Debido a ello, las manchas solares no son las culpables del cambio climático.

Hay poco dióxido de carbono en la atmósfera

Eunice Newton Foote, científica estadounidense, demostró en el año 1856 que un cilindro con dióxido de carbono, expuesto a la luz, es capaz de atrapar más calor y por más tiempo.

Emisión, industrial, atardecer
Por muy pequeña que sea la cantidad de dióxido de carbono, sus características generan un incremento en la temperatura global.

Esto, comparado con un cilindro relleno con aire normal. Con el tiempo, el experimento se ha repetido, obteniendo siempre el mismo resultado.

Manipulación de datos

Muchas personas piensan que los científicos "aliñan" la información. Pero, para que esto sea posible, se requiere que miles de personas dedicadas a la investigación, de más de cien países, se pongan de acuerdo para mentir y llevar a cabo una conspiración de estas dimensiones. Además, constantemente se validan los datos climáticos, tanto atmosféricos como oceánicos, para la predicción.

Desconfianza de los modelos climáticos

Con esto, no sólo se menosprecia la información del clima, sino que también a las personas más inteligentes del mundo que día a día ponen su labor al servicio de la sociedad. Estamos hablando de científicos y científicas que programan y calibran los modelos numéricos para que tú tengas toda la información en la palma de tu mano.